Muñeca de Porcelana.

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Nota: si no has visto la película " Yo antes de Ti", te recomiendo que la veas antes de leer esta parte, por que te puedes spoilear.

— Hermosa como siempre — no pude evitar que al escuchar esas palabras, mi cara se pusiera tan roja como un tomate, Erick siempre era si me hacía sentir hermosa.

— Y vos tan guapo como siempre — créanme que si pudieran ver el hombre que tengo frente a mí, se "mojarían las bragas", aun me cuesta creer que esté interesado en una chica como yo.

— ¿Dónde quieres ir? — pregunto mientras ponía en marcha el auto.

— No sé, tu eres el del plan, para mi donde sea está bien — sí, lo sé, soy muy poco exigente, a veces siento que no tengo derecho a exigir tanto.

— Veamos — pensó por un momento — ¿Qué te parece si vamos a cenar, y luego vamos a mi departamento a ver una película?

— Me parece bien — era un buen plan, además con Erick no tenía nada que temer, éramos solo amigos y él lo tenía muy claro.

La cena fue maravillosa, el ambiente del lugar increíble, en la azotea donde podíamos divisar la infinidad de luces que brillaban en la oscuridad de la noche, la comida deliciosa la compañía aún más, con él no tenía que guardar apariencias, con él no me preocupaba las miradas de desaprobación de las personas a nuestro alrededor y sinceramente siempre me he preguntado ¿Por qué con Martin no podía ser igual?

— ¿Qué película le gustaría ver a la señorita? — me encontraba sentada en el enorme sofá de la sala, me quite los zapatos y me acomode, mientras Erick buscaba una película para ver.

— Una comedia romántica — Erick me miro con una ceja alzada.

— ¿Por qué no mejor una de terror? — dijo con picardía.

— ¿Quieres que no duerma toda la noche?

— Tentador.

— No, déjate de bromas, veamos "Yo antes de ti" ¿si?

— Bueno, pero la próxima será una de terror.

Pusimos la películas y Erick se sentó junto a mí, era la primera vez que veía una comedia romántica con un chico, siempre he sido sensible y no puedo evitar llorar con los finales tristes, y a mi ver, el final de esta película era triste, porque ni el amor hizo que el deseara seguir viviendo, cuando vi esta película por primera vez pensé, que al final, el desistiría de su idea de morir, por ella, porque la amaba y ella lo amaba el, ¿acaso no era eso suficiente?

— ¿Por qué tenía que morir? ¿Por qué no se quedó con ella? — limpiaba mi nariz con lo pañuelos desechables que Erick me paso.

— El prefirió morir a seguirse sintiendo como una carga, hay decisiones donde ni el amor puede hacerte desistir — mire a Erick por un instante, había tanta razón en sus palabras — ven acá muñeca de porcelana.

— ¿Por qué muñeca de porcelana? — me pareció gracioso el apodo, porque de muñeca no tenía ni una pizca.

— Porque eres muy frágil, me dan unas ganas de cuidarte siempre —puso sus manos en mi cabello, como era costumbre lo desordeno, y halo mi cabeza hacia su pecho — ¿No te da pena llorar como una niña pequeña?

— ¡Oye! — le di un codazo y comenzamos a reír — acostúmbrate porque soy una laguna de lágrimas y soy muy sensible.

— Yo siempre estaré ahí para alcanzarte los pañuelos desechables — escuchar aquellas palabras me conmovió aún más.

— Gracias — lo abrace y no pude evitar esconder mi cara en su cuello, era malditamente perfecto.

— De nada — acuno mis mejillas en sus manos, y sin dudar más me beso, con esa delicadeza que lo caracterizaba, trate de disfrutarlo, trate de disfrutarlo, pero por tercera vez no pude hacerlo, y me odie a mí misma.

Me toco con delicadeza como pidiendo permiso para continuar, y no se lo negué, quería intentarlo con él, sería un pecado no hacerlo, pero al mismo tiempo no quería arruinar nuestra amistad, porque Martin tenía razón, en este momento no había espacio en mi corazón para nadie.

Beso mi cuello con sutileza, sus manos recorrieron mi cuerpo, pero no pude evitar detener sus manos.

— Perdón — dijo quitándose de encima de mí.

— No tienes que disculparte, a decir verdad soy yo la que lo siente, no estoy pasando por un buen momento.

— No te preocupes — beso mi frente y se puso de pie — ¿quieres quedarte? Hay una habitación para visita.

— Está bien, ya es muy noche y mañana yo cocino el desayuno.

— Muero por probarlo.

No sé, por qué no sentí nada cuando Erick me toco, no sentía ese fuego que me quemaba como cuando Martin lo hacía y eso me frustraba, porque me hacía pensar que no podría estar con otro hombre que no fuera él. 


Fue una larga espera lo se, pero espero que les guste este capitulo, y espero que estén bien de salud, realmente estoy un poco preocupada por la situación, pero les deseo lo mejor del mundo, muchas gracias por leerme y seguir siempre pendiente.

Gracias por sus comentarios y votos, la verdad ya los echaba de menos :(

Besos y abrazos!!!<< One Soul ♥   

La Gorda Del GYMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora