Sexualidad.

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Me encontraba divagando sobre mi sexualidad, luego de un día como el de ayer donde casi me arrebatan mi virginidad, y de la peor forma posible, la más asquerosa y repugnante, solo de recordarlo me daba nauseas.

Tome la taza de café americano entre mis manos, luego de una noche como la de ayer necesitaba mucha cafeína para comenzar mi día, mi cabeza dolía como la mierda, y claro era lógico luego de llorar hasta el cansancio, sentirme la más miserable del mundo y todo ese drama, no era para menos, ahora me encontraba aquí en una cafetería cerca de mi trabajo esperando a que llegase mi hora de entrada. 

Siempre había imaginado como sería mi primera vez, se que no podía pedir mucho, pero con que mi primera vez fuera bonita, me importaba poco que fuera la única vez.

Una noche hermosa, en un hotel decente y con un hombre que me encendiera hasta el alma, y no estoy hablando de amor si no sólo sexo, aunque me cobrara por hacerlo, pagaría lo que fuera con tal que ese pecado valiera la pena.

Un hombre con un cuerpo bien trabajado, una piel suave al tacto y muy bien dotado, no es como si le tuviera miedo al tamaño, a estas alturas de mí vida, pensar en tener una noche de sexo con un hombre como el que les acabo de describir puede que quede solo en mis sueños, porque créanme que en ellos ya he perdido mi virginidad mil veces y de muchas maneras diferentes, ¿Qué tiene? Todos tienen sus sueños húmedos, ¿acaso ni a eso tenemos derecho las gordas? Lo siento pero en mis sueños yo soy la dueña de mí realidad.


A mis más de veinticinco años, aún sigo siendo virgen y aunque por un lado estoy orgullosa de ello, Por otro me decepciona saber que es sólo por que mi cuerpo espantaría a cualquier hombre y que tal vez nadie se anime a echarse este Pecado gratis, morir virgen no es una opción para mi.

He tenido tanta paciencia, "Dis que esperando al indicado" pero me temo que para alguien  como yo nunca llegara, ni el indicado, ni el equivocado, ¿me creerían si les dijera que a estas alturas no he tenido ningún novio? pues así es, señoras y señores, niñas y niños, jovencitas y jovencitos, michis y mas, Alisson Dubon, nunca ha tenido novio.

Termine  mi café, bufe  con frustración y me hundí  en la silla, como si eso fuera posible, pensando en esto, en fin me voy a trabajar.

Por cierto no le he contado a que me dedico, pues soy cajera en un pequeño puesto de retiro de remesas, es un trabajo pesado, (aunque no lo parezca) la atención al cliente es muy delicada, porque hay personas que te la ponen difícil, enserio difícil, he llegado a pensar que la atención al cliente no es lo mío, pero amo trabajar con cifras y dinero.

Me encontraba apaciblemente atendiendo a mis queridos clientes, cuando entro un señor muy extrovertido, el cual se había hecho muy amigo mío, era un señor de más de 50 años, maestro y siempre me contaba sobre su hijo, el cual estaba estudiando medicina.

—¡Buenos días! Son —saludo muy efusivamente, usando el apodo que el mismo me puso.

—Buenos días, Don Martin—respondí, tomando la clave y la identificación que puso sobre el mostrador.

—¿Cómo te va? ¿Qué tal el gimnasio? —Don Martin se había dado cuenta que asista al gimnasio porque un compañero metiche le había comentado.

—Pues bien, pesado pero ahí vamos.

—Y ¿no te has topado con mi hijo?—exacto, eso mismo que están pensando, el hijo de Don Martin asistía al mismo gimnasio que yo, y si, era el chico que llevaba su mismo nombre, ese que me estaba haciendo la vida de cuadritos, solo que hasta el día de ayer no lo sabía.

No me cabía en la cabeza, que ese Martin fuera el hijo de este señor, siempre me imagine un chico tan simpático como él, nunca creí  que fuera este chico tosco y mal educado.

—Claro el día de ayer lo vi—respondí al fin, recordando irónicamente lo que sucedió el día anterior.

—Pues hoy vino a acompañarme —señalo a la puerta del establecimiento y efectivamente ahí estaba él, de pie tecleando en su celular, mi estómago se encogió y mis ojos no se resistieron a mirarle, era todo un poema el maldito. —¡Hey! Martin, saluda.

Él desvió su atención de lo que estaba haciendo y la dirigió a mí, quería que la tierra me tragara, él simplemente sonrió, y cuando su padre le dio la espalda, me miró fijamente por unos segundos con el ceño fruncido y volvió a sumergirse en su mundo, un punzante dolor se dejó sentir en mi pecho y trate de ocultarlo, era algo que no tenia lógica, su presencia me molestaba pero al mismo tiempo me derretía.


Buenas,  buenas!!!  muchas gracias a las personitas que leen, espero que les guste el capitulo, y les pido mil disculpa por tardarme. créanme que tengo algunas cositas ya preparadas, no tardare tanto esta vez.

Y gracias a @Candikatt por su apoyo !!!!  : )


La Gorda Del GYMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora