capitulo 28

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Despierto desorientada con la vista nublada, puedo ver destellos de luz, pero me cuesta enfocar la vista cierro mis ojos por unos segundos y vuelvo abrirlos para detallar dónde mierdas se supone que estoy? Miro hacia los costados, es una habitación demasiado limpia y grande trato de levantarme, pero mi cuerpo aún no reacciona me sedaron seguramente.

No sé quién fue, no pude verle la cara y a mi mente llega Rachel, no puedo estar aquí, la misión, la van a atrapar, trato de levantarme y solo consigo caerme mierda, mi cuerpo está entumecido cuántos días llevo dormida?

Me quedo acostada en el piso mirando el techo, ya que mi maldito cuerpo no reacciona, intente masajear mis piernas para que la circulación fluya, pero ni siquiera apretar las manos puedo.

No sé por cuánto tiempo miro el techo pensando en quién puede tenerme mi cuerpo no está maltratado, solo quitaron los chips de rastreo, no tengo ni un solo rasguño y no me duele ninguna parte, lo que quiere decir que no me tocaron, pero con qué fin me tienen encerrada y sedada

Esa pregunta se repite, tengo una persona en mente, pero no creo que llegue a tanto y por qué lo haría? No obtengo respuestas a todas mis preguntas y nadie entra a la habitación, no se escuchan ruidos, pasos ni siquiera un maldito susurro que me haga saber que no estoy sola, agudizó mi oído para captar algo y nada.

De a poco puedo moverme, no es tanto, pero puedo pararme, debieron haberme sedado mucho tiempo, muchos días para estar así de estúpida como lo estoy, trato de abrir la puerta y nada está cerrada y trabada por fuera genial, miro la ventana también sellada.

Completamente aislada y encerrada, necesito salir de aquí, Rachel vuelvo a pensar en ella y por primera vez siento la rabia consumir mi cuerpo a tal manera que quiero romper todo, vuelvo a cerrar mis ojos, no me puedo descontrolar no puedo dejar que salga no ahora 

Por qué si eso pasa sería desatar a alguien que nadie quiere conocer a esa parte oscura de mí, esa locura que llevo desde pequeña tratando de ocultarla de todos, nadie puede verme en este estado, no mentía cuando le dije Antoni que mi mayor miedo soy yo, mi mayor miedo es no controlarme y mostrar el verdadero monstruo que soy 

Nadie conoce a esa otra parte de mí, desde pequeña aprendí a controlar mis impulsos, pero eso no quiere decir que la voz en mi cabeza sea callada, es voz que me recuerda lo que soy, aprendí a silenciarla y no dejarme controlar por ella

Sé fingir, sé actuar, me muestro como quiero que me vean, más no quien soy, años de control para que en una tarde lo eche a perder, no puedo permitir eso, me siento en el piso en forma de indio pegando mi frente al piso helado como el abuelo me enseñó me ayuda a tranquilizarme necesito callar la voz necesito tener el control y el encierro me asfixia.

Mis manos están en mi espalda mientras entrelazo mis dedos, respiro profundamente concentrándome en mi respiración, no puedo descontrolarme, me repito una y otra vez, logro calmarme después de un rato largo en la misma posición.

La puerta se abre despacio, pero no me importa sigo con lo mío, alguien está enfrente mío veo sus botas, pero no despegó la frente del piso

La persona se agacha y a mi olfato llega ese perfume, ese malditoo perfume que nunca olvidaría, levanto mi cara de a poco y lo veo a los ojos aún con las manos en la espalda estira su mano para acariciarme, pero corro la cara aún mirándolo

- Hace cuánto tiempo me tienes encerrada- dije, lo miro está serio 

- Días - dice acomodando mi pelo- muchos necesitaba alejarte de toda la mierda de allá afuera.

-Donde está mi hermana?-pregunto pero no contesta.

- A dónde pensabas irte? - me pregunta serio mientras toma mi mentón obligándome a mirarlo.

Gemelas JamesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora