Gemelas James

capitulo 82

••• Ilenko.

Lleno el jacuzzi con el agua caliente esperando a Lilith, sin embargo, algo me llama y es la hermosa voz que canta inundando mi habitación.  Salgo del baño, la chimenea ilumina el espacio y a medida que me acerco voy sintiendo el peso que me aplasta, erizándome la piel al verla otra vez sentada frente al fuego. El cabello dorado toca el suelo y la voz afinada sigue con su canto. 

"Tiempo aquel viendo a la distancia. Tiempo fue viendo al interior. Tiempo que no me imaginaba lo que me perdí -se oye perfecto- Y hoy aquí, viendo las estrellas. Y hoy aquí todo es claridad. Desde aquí, ya puedo ver que es donde debo estar". 

Me acerco más, por un lado, para no interrumpirla y es que se ve y se oye tan irreal que hasta lo que me abarca es algo desconocido, algo que no reconozco. Lilith esta a un costado también viendo a nuestra hija la tomo de la cintura, atrayéndola a mi, recuesto el peso de mi cuerpo oliendo el olor a mi mujer mientras no dejamos de mirar las llamas y una sensación de ardor se aloja en mi garganta.

Es demasiado bella para ser verdad y busco el truco dando un paso más soltando a mi diosa, agachándome mareado. La melena dorada cubre sus hombros y mis dedos viajan a este apartándolo, logrando que voltee y me sonría sumiéndome en el azul creado para hechizar.

  -Tampoco tienes sueño?- me pregunta y niego hipnotizado por lo preciosa que es. Una mezcla perfecta de su madre y mía reitero que algo así solo puede existir en mi imaginación porque en tantos años nunca nadie me ha hecho sonreír como lo está haciendo ella.
 
Posa la mano en mi mejilla y la traigo uniendo mi frente a la suya mientras sigue cantando. "Y la luz encuentro al fin. Se aclaró aquella niebla y la luz encuentro al fin, el cielo es azul. Es real brillando así, ya cambió la vida entera".

No quiero dejar de escucharla y es el tipo de sueño de los que no quieres despertar. Sigo reparando sus ojos.

- Ven cariño vamos a bañarnos- la voz de lilith me demuestra que esto no es un sueño, los tengo conmigo a mis hijos y mi mujer por qué no importa que ahora esté enojada, que me odie, sigue siendo mi mujer y la madre de mis hijos y pronto será mi esposa.

Toma amelie en brazos - le pondrás espumita? - dice riendo en cuanto toca los cabellos de lilith peinándola admiro la imagen mi mujer, mi hija, mis hijos, míos.

La puerta se abre dejándome ver a los dos demonios de hijo que tengo que son la viva imagen mía, así mismo era yo cuando tenía su edad, a los tres años mate por primera vez y algo que no entiende lilith es que no me importa como sean, son mis hijos, Míos.

- Madre está aquí? Vimos un cuerpo en el pasillo - dice eliat acostándose a mi lado.

- Está bañando a su hermana- dije admirándolos de cerca.

El aura de maldad y sadismo en ellos es impresionante solo basta una mirada para causar terror en los demás me recuerdan a Vladímir cuando era un niño su pelo rubio largo llegando hasta su cintura los tres con su cabellera dorada.

Pero ellos, ellos son mucho peor lilith los crío para ser venerados, para ser poderosos, no me equivoqué con ella y esto me lo demuestra mis hijos podrían tener al mundo en sus pies si se lo proponen.

- Queremos armas papa- dice eliat sacándome del ensañamiento en el que estaba y no me había dado cuenta.

- Que tipo de armas quieren- preguntó interesado.

- Nos gustan los cuchillos- dice eloah y sonrió a lilith también le gustan

- Entonces cuchillos tendrán- dije tocando sus cabellos dorados iguales a los míos verlos es como entrar en un trance y temo a que esto sea un sueño y no la realidad.