Gemelas James

capitulo 20

Una vez dentro de la prisión con Luisa tratamos de calmar a Rachel.

- Estaremos viendo todo en la sala de cámaras con Luisa y Alex - dije- cualquier movimiento brusco entraré por ti tranquila- la abrasé 

- Sabe que vengo - pregunta Rachel quien no me suelta.

- Si ya se interrogó en la mañana se supone que vas a pedir ayuda.

-Por aquí mi teniente- dice un soldado, Rachel me suelta, respira hondo y lo sigue.

Nos encaminamos hacia la sala de cámaras con Luisa, el ministro está inquieto, pasa la mano en su pelo a cada nada y suspira, sé que no quería esto, pero no le queda de otra, tienen a la mujer que ama y está desesperado.
Christopher, por otra parte, quien está en un costado calmado, es como la calma antes de la tormenta por qué sé que en cualquier momento va a estallar.

Vemos por la cámara como Rachel entra a la sala, pero se congela mirando a Antoni, sí que está bueno el maldito italiano, trata de tranquilizarse y le da una sonrisa, pero todo se va a mismísima mierda cuando escucho que dice las siguientes palabras que me dejan en shock y maldita sea.

-Trae a tu hermana también quiero verla- dice Antoni.

El ministro me mira y yo sigo con la mirada en la pantalla sin saber qué hacer.

- No, tú no iras- dice Christopher- Alex no puede entrar allí, no ella.

- Si no viene tu hermana no ayudaré - le dice Antoni a Rachel, quien también está congelada.

- Por qué me quiere a mí esto no tenía que pasar - dije, Christopher me toma los hombros y Alex se pone en frente.

-Lilith tienes que ir hazlo por mí - me pide 

Maldita mi vida y maldito este loco psicópata lo que me faltaba 

- Esto no me lo esperaba - dice Luisa mirándome- pero supongo que tiene algo de sentido, eres igual a ella.

- Lilith- me llama Alex 

- Déjala ella no irá con esa basura- dice Christopher enojado

- Cierra la puta boca- grita el ministro.

-Lo haré iré.- dije 

Me encamino hacia la celda escuchando los gritos de Christopher y Alex, pensando que lo más probable que el tener el mismo rostro de Rachel me condeno a ser la obsesión de Antoni también, pero se equivoca si piensa que actuaré igual que ella Antoni no va a jugar conmigo.

Entro y me pongo al lado de Rachel quien me mira sin saber qué hacer y la entiendo, yo estoy igual, él nos mira a ambas como si fuéramos diosas, pasa su mirada de una a la otra y la sonrisa que no da a ambas es macabra, tanto que Rachel inconscientemente toma mi mano y maldigo por qué está demostrando miedo.

Lo miro inexpresiva y su atención se centra en mí, supongo que por no causó el mismo efecto que le causó a Rachel, se acerca a pasos lentos mientras nosotras no nos movemos, Rachel está con el corazón a mil mientras yo estoy tranquila y creo que eso llama su atención demasiado para mi gusto.

Sus ojos negros miran los míos y luego mira a Rachel, no dice nada, solo nos contempla, toca la cara de Rachel y la mía detallando todo y sé que está tratando de encontrar algo que nos diferencie, cosa que no encontrará por qué somos idénticas solo nuestros ojos son distintos.

Una de sus manos toma la de Rachel y la otra toma la mía dándonos un beso en el dorso, todo un caballero.

- Mis bellas diosas - posa sus manos en nuestra cintura- no saben cuánto he soñado con esto... Qué carajooos