Diluvio

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Al salir el sol, los Nix que no eran Nycte ni Khalil abandonaron Khanterbary y fueron de regreso a la academia militar. Los dos amigos, anteriormente tres, estaban sentados en la orilla de la playa, observando las olas ir y venir sin decir una sola palabra.

– Khalil. –

– ¿Sí? –

– ¿Estás bien? –

– No, y tú tampoco. –

– Je, ¿cómo sabes? – dijo sin gracia.

– Nadie lo está. –

En su trayecto de regreso, Arkadya no dejaba de mirar al horizonte mientras intentaba procesar y aceptar lo que había sucedido; Seth y los demás Nix también llevaban consigo un sentimiento de responsabilidad y culpa bastante grande en sus hombros.

– ¿Crees que...? –

– Sí, lo hizo por nosotros. –

– Ese maldito engreído, creía que éramos muy débiles. –

– Y tenía razón. –

– ¿Por qué lo dices? –

– Hay monstruos que son imposibles de vencer. –

– Seguro que juntos hubiéramos podido. –

– ¿Y morir los cuatro al mismo tiempo? –

– Hubiera sido mejor, ¿o me equivoco? –

Khalil le dio toda la razón con ese silencio después de escuchar su pregunta, sabiendo que el dolor hubiera sido mucho menor.

– ¿Ahora qué? Perdimos todo por lo que peleamos. –

– No, aún hay mucho trabajo por hacer. –

– ¿Es que solo piensas en trabajar? –

– Él nos hubiera dicho que lo hiciéramos. –

Ambos se quedaron en silencio, suspirando al mismo tiempo, mientras continuaban mirando las olas del mar sin mucho más qué hacer.

– Sucio mentiroso. – dijo en voz baja.

Khalil se puso de pie, listo para continuar con la misión bajo su mando, pese a no estar en la mejor condición mental.

– ¿Qué harás? –

– Buscar información de las Hermanas Lapi, ¿vienes? –

– Solo porque sé que habrá comida en el camino. –

Nycte también se puso de pie y corrió detrás de Khalil para alcanzarlo. Ambos tuvieron que continuar con la misión asignada, sabiendo que los Nix debían pasar por ese tipo de situaciones todo el tiempo.

– ¿Hermanas Lapi? Sí, he oído de ellas. –

– ¿En serio? ¿Qué tanto sabe? –

– Que te matan si revelas información, lo siento, yo no quiero terminar colgado. –

Un señor mayor los mandó por un tubo al preguntarle sobre las hermanas problemáticas.

– Lo podemos proteger, solo necesitamos saber unas cosas. –

– Lo lamento, aunque sean Nix, las hermanas Lapi dominan estos barrios, no creo que nadie les diga información. –

Khalil se rindió con intentar sacarle información al pobre viejo asustado, regresando con la hambrienta Nycte; por su lado, ella estaba comiendo una hamburguesa mientras veía la ciudad.

– ¿Conseguiste algo? –

– Me dijo que ellas dominan la zona, ¿Tan peligrosas son? –

– Arkadya me dijo que han estado buscándolas incluso desde antes que llegáramos a Nix. –

Sin lugar en ningún ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora