La mirada entre ambos Códices era tan intensa que incluso los vientos de la ciudad empezaron a acelerar, dejando más que clara la lucha que iniciaba en segundos.
- ¿Pusiste una cúpula extra? -
La magia de Gunnar había envuelto a toda la cúpula de Ellael, dejándole la duda de su decisión.
- Con mi cúpula puesta, el tiempo pasa muchas veces más lento que de normal. -
- Sabes que eso significa que no vas a tener refuerzos, ¿verdad? -
Gunnar se arremangó su gabardina hasta los codos, mientras iba haciendo estiramientos dinámicos.
- Y tú tampoco. -
Con la velocidad del rayo, atravesó a todos los Orates guardianes de Ellael en un movimiento rápido y preciso, desvaneciendo a casi todo el ejército presente del Códice del Alma.
- Veo que al fin me tomas en serio. -
- Después de tanto, sería un error no ir con todo desde el inicio. -
- Como muestra de respeto, haré lo mismo por ti. -
A la misma velocidad de Gunnar, Ellael le arrancó el brazo izquierdo al Códice de la Mente con una lanza que generó desde la palma de su mano.
- ¿Se te antojan brochetas? -
Gunnar tomó la lanza con su brazo derecho, rompió el arma con su rodilla, y usando la parte con punta toda su fuerza hacia fue descargada en Ellael; pese a levantar la tierra y dejar ráfagas de viento similares a la de un huracán, la punta del arma había sido detenida gracias a Yuvarito y su barrera de magia. Usando la magia de su interior, Gunnar regeneró su brazo perdido, saltando en seguida hacia Yuvarito para destruir su barrera de una patada.
- ¿Dónde miras? -
El Códice del Alma atacó desde su lateral, golpeando la cara de Gunnar y llevándolo hasta la academia donde estudió con Khalil.
- ¿Estos son...? -
Gunnar pudo ver el resto de los cuerpos de sus compañeros de la academia, mutilados y comidos por bestias; recordando lo que había vivido ahí, se levantó con la furia en su interior, listo para seguir con la pelea. Gunnar fue a toda velocidad en contra del Códice del Alma, pero Yuvarito creó otra barrera para detenerlo; al quedarse quieto, Ellael aprovechó para clavarle un sinfín de lanzas por todos lados.
- Deberías saber que nunca podrás matarme, así como yo tampoco lo haré. -
A pesar de estar atravesado por cada extremidad, Gunnar se levantó una vez más para seguir peleando, sin algún daño aparente.
- Somos Códices, y mientras la magia exista, no podremos morir. -
- Claro que hay una forma. -
- ¿Sí? ¿Cuál? -
Sin decir una palabra Gunnar arremetió una vez más para golpear el rostro inexistente de Ellael, lanzándolo en contra de su castillo, derrumbando todo en un impacto; Yuvarito tomó ventaja de su distracción, barriéndose para derribar a Gunnar, y con sus cuchillas del Alma, atravesó a Gunnar por todo su abdomen.
- ¿Qué no lo oíste? No puedes matarme. -
Gunnar tomó la cabeza de Yuvarito y de un movimiento violento, golpeó el rostro del ayudante, atravesando su cráneo.
- ¡Ya sé cuál es tu plan! -
Ellael se apareció por atrás, lanzando un rayo de oscuridad desde su pecho; atravesó el corazón de Gunnar, al mismo tiempo que lo mandó por los aires hasta el antiguo gulag. Yuvarito se regeneró la cara y se puso de pie una vez más.
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Sin lugar en ningún lado
FantasíaEn búsqueda de su lugar en este mundo, Khalil Faez, hijo de una legendaria heroína, deberá recorrer un camino tormentoso para poner en alto su nombre. Llenando su vida de amistades, romances y enemigos, Faez no la tendrá nada fácil en su recorrido a...