Gunnar comía tranquilo en la cafetería del edificio de la organización, viendo a todos los miembros del equipo salir y entrar apresurados.
- ¿Sí sabes que los Códices no necesitamos comer? -
- Una amiga me enseñó a disfrutar de los sabores de la vida. -
Ketz tomó asiento a su lado, mientras veía al Códice de la Eternidad disfrutar de un sabroso plato de arroz al curry.
- Aún no me creo que hayas aceptado. -
- Ni yo. -
- ¿En serio? -preguntó molesta.
- Na, solo bromeo. -
Como siempre, los chistes de Gunnar hacían molestar a los demás, en especial al Códice de las Serpientes.
- ¿Y? ¿Ya saben qué tengo que cantar, bailar o hacer? -
- Tranquilo, la vida de una celebridad no es para nada como la imaginas, es demasiado trabajo que lleva detrás. -
- Yo creí que solo era cantar, comer y dormir. -
- Menos mal fuera así, no habría problema para lanzarte al escenario. -
- ¿Y qué debería... ? -
Gunnar no pudo terminar de hablar cuando se sorprendió de ver dos colitas esponjosas salir detrás de Ketz.
- ¿Puedo tocarlas? -
Embobado por ver las dos esponjosas, arregladas y muy llamativas colas, Gunnar empezó a acercarse a Ketz con las dos manos levantadas.
- ¿Qué cosa quieres tocar? -
Ella estaba asustada de verlo tan de cerca, dirigiéndose a sus muslos; creando una anaconda del suelo, Ketz levantó la mesa junto a Gunnar, estrellándolo en el techo.
- Maldito pervertido, ¡más te vale no intentar eso con tus fans! -
- ¿Y yo qué hice? -
Con una bola en su cabeza, Gunnar se levantó adolorido de la caída, sacudiendo toda su persona como si fuera un perro que se quita el polvo.
- Sally, ese hombre quiso abusar de Ketzy. -
- Es un pervertido, violador y depravado, Sussy, aléjate de él. -
- Dicen cosas muy hirientes para ser niñas. -
Las dos niñas ardilla salieron por detrás de Ketz, dejando impactado a Evighet de tan lindas que eran: cual muñequitas de porcelana, las dos iban con el mismo vestido rococó victoriano; dejaron a Gunnar fascinado al verlas, sintiendo tanta ternura como admiración por ellas.
- Es sorprendente que puedan cargar vestidos tan grandes. -
- Nos llamó débiles, Sussy. -
- ¡No! Quiero decir que al ser tan pequeñas... -
- ¡Ahora nos dice enanas, Sally! -
Sussy empezó a llorar, abrazando a Sally en su derroche de lágrimas, provocando que Gunnar se sintiera como la peor persona en el mundo; Ketz no paraba de reír mientras veía al Códice intentando arreglar los problemas en los que se metió por intentar halagar a dos niñas.
- Ellas son las hermanas Squirryl; Sussy es la dulce e inocente, mientras Sally la violenta y valiente. -
- Ketz, ¿Por qué me describes con lo violenta por delante? -
Sally clavó la mirada en la Códice, mientras que esta última intentaba sonreír de manera nerviosa, evitando la pregunta.
- ¿También son Idols? -
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Sin lugar en ningún lado
FantasyEn búsqueda de su lugar en este mundo, Khalil Faez, hijo de una legendaria heroína, deberá recorrer un camino tormentoso para poner en alto su nombre. Llenando su vida de amistades, romances y enemigos, Faez no la tendrá nada fácil en su recorrido a...