De un salto hacia el cielo, Khalil alcanzó una altura impresionante; aterrizó sobre un camión militar que logró explotar usando la fuerza de caída, llamando la atención de todos los Nix; sin embargo, su compañera de habitación fue la primera en acudir al lugar.
- ¿Este es tu maldito plan para ir? - preguntó sorprendida.
- ¿Alguna mejor idea? -
- ¡Pudiste simplemente pedirme que te lleve! -
- Ah, no sabía que podías hacer eso. -
- ¡Pues vamos! Si te quedas aquí, todos mis compañeros van a llevarte y créeme que vas a sufrir el doble si ellos te llevan. -
- No me importa cuántos sean, podré con todos. -
- En serio que eres un cabeza hueca. -
Ella lo tomó de la mano y lo llevó corriendo hacia unos arbustos cercanos para ocultarse de todos los demás Nix. Ambos empezaron a reír de la estupidez que Khalil había hecho, mirándose fijamente a los ojos mientras lo hacían, notando cómo las pupilas del otro se dilataban al máximo.
- Vamos, niño. -
- Te sigo, niña. -
Ella creó la nube oscura que llevó a ambos directo al Duat; tomados de la mano, llegaron a las puertas de unas instalaciones en las cuevas de otra dimensión.
- ¿Esto es el Duat? -
- Sí, la dimensión para prisioneros de guerra. -
- ¿Quién diseñó todo esto? -
- Fueron muchos quienes la crearon: en su mayoría, militares de muy alto rango. -
Al acercarse lo suficiente, dos estatuas de piedra con forma de soldados antiguos cobraron vida, caminando hacia ambos con gran rigidez.
- Señorita Arkadya, ¿Qué la trae de nuevo por aquí? -
- Traigo a una pobre alma que cree poder superar el Duat. -
Ambas estatuas empezaron a reír fuertemente; una de ellas usó su magia para reconocer sus capacidades, parando su risa de manera inmediata.
- ¿Quién eres? -
- ¿Soprendido? Khalil Faez se pronuncia. -
Arkadya miró soprendida a Khalil, sin poder creer que tenía a un lado suyo a alguien así de importante.
- ¿Faez? ¿Eres hijo de Uzza Faez? -
- Sí, ¿por qué? -
- ¿Por qué no me dijiste antes? ¡Claro que te hubiera recomendado a los Nix! -
- ¿En serio? -
- Soy gran fan de tu madre, siempre quise conocerla desde que entré a Milityum. -
La mirada de Khalil bajó al suelo, algo deprimido.
- Bueno, ella ya no está aquí. -mencionó triste.
- ¿Murió? -
- Desapareció en combate. -
- Ay, bueno, es lo mismo. -
Khalil recibió un golpe bajo al escuchar eso, sintiendo una molestia y tristeza al mismo tiempo en su interior.
- No quiero creer que mi madre está muerta. -
- Vamos, Khalil, sabes que ella preferiría eso antes que verte así. -
Ella le alzó la mirada, haciendo que sus ojos se fijaran en ella mientras le regalaba una sonrisa reconfortante.
- Tu madre es un ejemplo a seguir, no alguien por quién llorar. -
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Sin lugar en ningún lado
FantasyEn búsqueda de su lugar en este mundo, Khalil Faez, hijo de una legendaria heroína, deberá recorrer un camino tormentoso para poner en alto su nombre. Llenando su vida de amistades, romances y enemigos, Faez no la tendrá nada fácil en su recorrido a...