Preludio del fin

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Khalil y Gunnar se divertían en el subsuelo de Andrópolis, paseando por la inmensa ciudad de Manalain tomados de la mano; las chicas que venían detrás de ellos, no paraban de ver en extremo celosas a Faez.

- ¿Lo matamos?

- Jackie, no podemos matarlo.

- ¿Por qué? -preguntó quejosa.

- Ahora es parte de Evighet también, ¿planeas quitarle a su amado?

- ¡Ni siquiera se aman!

- Pues no han parado de darse besos desde que se volvieron a encontrar.

- ¡Eso no significa nada!

Los dos amantes entraron a una pequeña tienda de souvenirs; compraron todo lo que Khalil pidió para llevar a sus amigos, mientras que Gunnar lo pagaba. Después de la tienda de recuerdos, fueron a un restaurante para platicar más a profundidad de todo lo que había sucedido; Evighet ya tenía una idea formada de los sucesos, pero necesitaba más información para saber a lo que se enfrentaban.

- El Códice de la Muerte me dijo que mandó al Cazador por ti, no creí que terminara llevándose a Nycte.

- Ni yo lo creí, por un momento pensé que la asesinaría, no que la secuestraría.

- Por algo la ha de necesitar viva, no podemos quedarnos mucho tiempo más si es así.

- Entonces debemos ir por ella lo antes posible.

Al intentar levantarse, Ketz le puso la mano en el hombro a Gunnar; impidiendo que el Idol se pusiera de pie, la mujer serpiente no paró de mirarlo con una presión sin igual.

- Tenemos un evento próximo, así que él no puede ir.

- Si no me ayuda en este momento, no habrán más eventos en ningún lado del mundo.

- ¿Ah, sí? ¿Qué es tan importante como para requerir del Desolla Nix y el Códice de la Eternidad?

- La vida de nuestra amiga.

- Ah, lo siento.

Ketz en seguida quitó su mano del hombro de Evighet, permitiendo que se levantara.

- Aún así, no puedo permitir que vayan solo ustedes dos, iremos todas.

- ¿Por qué? Basta con solo nosotros.

- Qué casualidad que solo necesiten de dos Códices, más vale prevenir que lamentar.

- Bueno, está bien, pero absténganse de cualquier cosa que comprometa la misión.

- Tranquilo, sabemos cuidarnos solas.

Khalil tomó todas sus compras y empezó a caminar hacia la salida. Una vez que estaban todas listas para partir, un portal se abrió en mitad de la agencia Idol; la hermana menor Evighet salió junto a su equipo, sorprendiendo a Gunnar de que ella estuviera ahí.

- ¿Por qué viniste?

- Lyca me notificó de inmediato que intentarías una locura, y no pensaba dejarte sin apoyo.

- Agradezco mucho la ayuda de todos, pero aún no sabemos ni a qué nos enfrentamos.

- A un maniático con delirios de poder, será pan comido, hermanito.

La sonrisa tan alegre de Selene le devolvió la esperanza a su hermano.

- ¿Tenemos un plan, Khalil?

- Volver a Yhivun, seguro que si el Cazador busca algo, estará ahí.

- ¿Qué podría estar buscando alguien como él?

- Más poder, Códices.

- ¿Códices?

Sin lugar en ningún ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora