Escuchando únicamente su respiración calmada, todo tipo de miedo se había ausentado de él, casi como si ya hubiera estado en alguna situación similar.
– ¿Y si me quitan esta cosa de la cabeza? Mi madre los haría pedazos al ver cómo me tratan. –
– Tu madre ya no está. –
Al quitarle la bolsa de su cabeza, Mescier tenía a todo el equipo de Asalto detrás de él.
– Ese olor de la tela militar es muy molesto para mi nariz. –
– Me sigue sorprendiendo cómo estás tan tranquilo. –
– Porque sé que estamos del mismo lado, ¿O me equivoco? –
– Esta vez te equivocas. –
Mescier mostró las noticias de la ciudad en una televisión que tenían en aquel hangar abandonado donde mantenían a Khalil.
– ¿Qué mierda me dices de esto? –
Todos los noticieros hablaban del hijo de Uzza que mató a más de cien personas que hacían guardia en el viejo gulag, acusándolo de irresponsable, cínico y hasta de genocida.
– Está bien, ese sí fui yo. –
– Lo dudo, los Orates son demasiado incluso para un militar de nuestro rango, ¿cómo habrías podido contra todos tú solo? –
Sin saber qué responder, ya que el simple hecho de mencionar su Códice o a sus amigos lo metería en más problemas.
– Simplemente pasó. –
– Revisen su cabaña de pies a cabeza. –
Mescier llevaba consigo su radio, dando orden a todos los militares que rodeaban la casa de Khalil, entrando a la fuerza para revisar cada rincón.
– Aquí no hay nada, Capitán. –
– Revisen a mayor profundidad, dudo que este pequeño demonio no tenga nada raro. –
Mescier estaba desafiando a Khalil con su mirada, pero el joven no se dejó intimidar en ningún momento.
– Como le dije, simplemente pasó. –
– ¿Sabes qué va a simplemente pasar? Alejarte kilómetros de la ciudad, eso va a simplemente pasar. – dijo furioso.
– ¿Por qué la agresividad? –
– ¿Te das cuenta de la mierda que hiciste? Todos en la ciudad ahora creen que la milicia debe intervenir, somos los responsables de hacerte desaparecer. –
– Pero no lo harán, ¿verdad? –
– No quisiese, pero si continuas con esto de tu investigación, tendré que alejarte. –
– ¿Por qué? He avanzado más que cualquiera de ustedes. –
– Eso no significa que sea tu responsabilidad, déjale esa cosa a gente realmente preparada. –
Khalil no sintió rabia por querer alejarlo, sino por el hecho de buscar parar su investigación sobre su madre.
– ¡Ella era mi madre! Es mi derecho buscarla. –
– ¡Claro que no lo es! – gritó molesto.
Mescier se había salido de sus casillas, dejando sin palabras incluso a Khalil, quien solo quedó en silencio al escuchar al amigo de su madre.
– Yo era el mejor amigo de Uzza, su mano derecha, el ying de su yang, tú nunca te interesaste en ella hasta que murió, yo siempre estuve ahí para ella. –
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Sin lugar en ningún lado
FantasyEn búsqueda de su lugar en este mundo, Khalil Faez, hijo de una legendaria heroína, deberá recorrer un camino tormentoso para poner en alto su nombre. Llenando su vida de amistades, romances y enemigos, Faez no la tendrá nada fácil en su recorrido a...