El Último Bastión del Héroe

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Frente a frente contra el Bastet más fuerte de todos los reinos, Zahakk parecía estarse divirtiendo de tener al fin a un rival de su nivel; la corriente de fuego fue detenida por Nimetön, usando un rayo que le destrozó el brazo al cuerpo de Khalil.

– Cuiden a Kishibe, está en sus últimas. –

El Bastet entregó a su sucesor en los brazos de Guppy, todo con tal de que pudiera ser curado de sus heridas.

– ¡Bastet! ¡Cuánto tiempo! –

Zahakk recuperó su brazo casi al instante, mientras iba caminando de manera lenta, pero continua hacia el enorme guardián de armadura.

– ¿Recuerdas cuando me acorralaste hace doscientos treinta y tres años? –

– Lo recuerdo, estabas asustado. –

– ¡Porque nunca peleaste solo contra mí! ¿También lo recuerdas? Maté a todos, menos a ti. –

– Y yo acabé contigo. –

– ¿Entonces qué hago aquí? Yo no me veo muerto. –

Riéndose en la cara de Nimetön, Zahakk sabía que el Bastet no tenía oportunidad contra él.

– Y ahora mírame, soy la cúspide del poder, no puedes hacer nada para detenerme. –

– Podrás tener un Códice excepcional, pero no sabes usarlo en su totalidad, como yo. –

La magia de Nimetön se llevó a los dos hasta la dimensión de su Códice, haciendo dudar al Desolla Nix de qué tan cierta era la probabilidad de ganar.

– Códice del Vacío, Códice del Cosmos, Códice de la Medicina y Códice del Poder; es increíble que manejes cuatro Primordiales. –

– Códice de los Desaparecidos, me parece impresionante que manejes al Omega. –

– Si no fuera por el cuerpo del niño, nunca hubiera podido soportar tal poder. –

– Sin embargo, aquí estás, ni siquiera una magia de tal magnitud podrá salvarte. –

– Eso está por verse. –

Destrozando todos los edificios de la dimensión del Bastet, Zahakk arremetió con violencia hacia su objetivo; atacando con su guadaña de fuego oscuro, El Desolla Nix apenas y pudo hacerle un pequeño rayón a la armadura de Nimetön.
El guardián de Yhivun extendió los brazos hacia el frente con las palmas abiertas, cargando una llamarada azul que derritió la mitad del cuerpo de Zahakk; sin embargo, el indomable villano se regeneró por completo en segundos.

– No importa cuánto daño me hagas, siempre regresaré. –

Presumiendo su factor de regeneración nunca antes visto, su risa acompañó la burla. Zahakk empezó a crear pilares de fuego que iban detrás del Bastet; Nimetön levantó todo el suelo de un pisotón, haciendo al Desolla Nix perder su estabilidad; persiguió al villano, mientras lanzaba esferas de plasma más calientes que el mismo núcleo del sol.

– ¡Pelearemos hasta la eternidad en este lugar! –

Dispuesto a aceptar tal condena, el guardián no paró de atacar en ningún momento; sin embargo, Zahakk se percató de que la dimensión en la que estaban cada vez se iba deformando más y más.

– ¿Qué sucede con este lugar? ¿No puedes controlar tu magia? –

– Para nada, solo le estoy aumentando la gravedad. –

– ¿Y eso para qué... –

Entendiendo el plan del Bastet, el villano comenzó a atacar de forma más violenta y destructiva, queriendo arrasar con el guardián de una vez por todas; sin embargo, la magia de Nimetön repelía los ataques con suma facilidad.

Sin lugar en ningún ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora