La Muerte

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El día siguiente llegó, Khalil no pudo juntar las pestañas en toda la noche; estaba tan preocupado por Calli que no pensaba irse en ningún momento.
Al asomarse por la puerta para ver cómo seguía, un ojo lo estaba viendo a él, con la mirada vacía y sin pestañas visibles; esto asustó a Khalil, tirándolo al suelo casi con un infarto. En cuanto Khalil había caído, ella salió de la habitación, junto a la figura sombría unida a su cuerpo; Faez no sabía cómo reaccionar, pues frente a sus ojos estaba viendo a la primera de su tipo.

- ¿Puedes verlo? -

- Sí, lo veo. -

- ¿Cuál es tu Códice? -

- ¿Mi Códice? -

- Solo las personas con Códice pueden ver a Abaddon. -

La silueta de oscuridad que rodeaba a Calli se acercó lentamente a Khalil, haciéndolo sentir un temor incomprensible.

- Códice de los Desaparecidos, ese es mi Códice. -

- Ya veo, te tocó el peor. -

- ¡Oye! Yo no escogí, además que no está tan mal. -

- Sí lo está, ven, vamos a mi apartamento. -

Ella usó a Abaddon para alzar a Khalil y arrastrarlo dentro de la habitación de la mujer.

- Yo ya te dije mi Códice, ¿y el tuyo? -

- Abaddon no es un Códice. -

El espectro de oscuridad se movió por toda la habitación con total libertad, mostrando su capacidad de traspasar paredes a Khalil.

- ¿Y qué es? Mi Códice y mi instinto no me dejan de alertar peligro. -

- Tranquilo, él es inofensivo con quienes yo quiero que sea pacífico. -

- ¿Controlas a esa cosa? -

- Algo así. -

Abaddon le llevó una manzana a Calli, mientras ella sonreía y le acariciaba su cabeza al espectro.

- Abaddon es mi amigo, mi única familia. -

- ¿Es un espíritu? -

- Es más complejo que eso. -

Khalil no era capaz de comprender, pero seguía escuchando atentamente a la mujer.

- Él es parte de varios Códices, todos le comparten su fuerza. -

- ¿Es un Códice hecho de Códices? -

- Es lo más cercano que has dicho. -

- ¿Pero cómo? Es imposible que dos Códices se combinen. -

- En un punto de desesperación, incluso los Códices hacen sus excepciones. -

Ella se quitó toda la ropa de manera repentina, asustando a Khalil, quien volteó su mirada de inmediato.

- Puedes ver, tranquilo. -

Con el consentimiento de ella, Khalil regresó la mirada, pero en cuanto hizo eso, deseó nunca haber girado su cabeza: todo el cuerpo de Calli estaba lleno de marcas, quemaduras, cicatrices y algunos pedazos de piel diferente.

- ¿Qué te pasó? -preguntó asustado.

- Caí en las manos del Códice de la Muerte. -

- ¿Qué? ¿Cómo? No entiendo. -

- Mis padres me vendieron a él de pequeña. -

Calli le contó a Khalil cómo estar viviendo bajo la protección de un Códice no era tan agradable como sonaba; el Primordial de la Muerte experimentó con ella hasta la última gota de su sangre. Calli fue sometida a incontables investigaciones por el equipo de ciencia del Códice de la Muerte, usando su sangre como catalizador para crear Ascendidos.

Sin lugar en ningún ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora