Un extraño en tierra extraña

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«Escucho una voz que me llama, me dice que debo despertar; clama por paz y llora de frustración, no es cualquier habla la que se dirige a mí. ¿Por qué sufre? ¿Por qué me odia? ¿Acaso es mi yo interno el que me dirige la palabra? Solo veo a un chico delgado y débil, llorando la pérdida de su madre; ¿Hace cuánto fue eso? Ya ni lo recuerdo. Estoy tan cansado, destruido, acabado... quiero ir a casa.»

– ¿Por qué no lloras?

– Estoy perdiendo la capacidad de hacerlo.

– Detenlo, nunca pares de llorar, eso nos hace humanos.

– Ni siquiera sé si soy un humano.

«Un Khalil adolescente, cuyo conocimiento de la vida es casi nulo, me quiere dar una lección; no puedo decirle que no sabe nada, después de todo, es lo que él sabía hasta donde su mente joven le dejaba. ¿Pero por qué intentar sermonear a alguien mayor? La edad no nos hace mejores, pero somos el mismo, así que en este caso, la edad es una diferencia enorme.»

– No hemos dejado de ser nosotros, aún queremos ayudar a otros, así que no tengas miedo de llorar cuando no puedas salvar a todos.

– No me da miedo llorar, es solo que no puedo permitir mostrar mi debilidad al enemigo.

– No hay ningún enemigo que te juzgue por llorar, al contrario, intentan que no lo hagas, para que no puedas recuperarte rápido.

«Nunca creí darle la razón a una versión anterior a la actual, me siento tonto por nuevamente subestimar a mi oponente. Sin embargo, hay algo con lo que no estoy de acuerdo con mi anterior yo: su mente heróica.»

– Yo ya no salvo a todos, lo sabes, ¿verdad?

– Lo sé, solo salvas a quienes lo merecen.

– Si salvara a todos, también debería salvar asesinos y violadores.

– Lo entiendo, pero aún así, no eres responsable del camino oscuro que los demás eligen.

– No, pero soy quien decide darles un final por todas sus fechorías.

– ¿Y desde cuándo somos dioses para hacer algo así?

– No pretendo ser un Dios, sino un monstruo al que nadie pueda vencer.

– ¡Eso es peor! Serías un tirano al escoger quién muere y quién no; estás poniendo tu moral sobre la de otros. –exclamó disgustado.

– Yo no veo el problema, mientras la paz sea preservada.

– ¡No es lo que un héroe hace!

– Te dije que ya no deseo ser un héroe.

«Su furia era evidente, el quería hacerme entender su sentido de la justicia a como diera lugar; la ventaja de ser mayor, es que los jóvenes ya no te hacen cambiar de opinión tan fácil.»

– ¿Dónde quedó el deseo de madre? ¡Debimos ser como ella!

– Ese fue mi objetivo por el que inicié, pero sería muy estúpido no haber encontrado mi camino en todo el transcurso.

– Nuestro camino es seguir los pasos de madre.

– ¿Y acabar como ella? La silenciaron por intentar ser una heroína, entiéndelo.

– ¡Son los riesgos que hay que correr!

– Por un sueño que ni siquiera es el mío, paso.

«Ser un héroe es solo un desgaste físico y mental; no puedes salvar a todo el mundo, y eso es lo normal. Pero siempre puedes salvar a quienes te importan y hacer de este mundo un lugar mejor, en el que todos esos que te importan puedan vivir tranquilos. No hace falta luchar hasta morir por conseguir algo, solo se necesita luchar lo suficiente hasta que estés contento.»

Sin lugar en ningún ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora