Caminando tranquilo por la inmensa ciudad de Manalain, Gunnar empezó a buscar a malos qué derrotar y así aumentar su fama; sin embargo, terminó encontrando un lindo parque acuático abandonado en su camino.
– Huele a que es una base de villanos. –
Gunnar saltó todas las advertencias sobre derrumbes y decidió adentrarse hasta la parte más interna del parque; una vez llegó, empezó a usar su magia de detección, pero no parecía haber nadie en toda la zona cercana.
– Quizá... no, no, eso sería mucho. –
Cuestionando si era buena idea jalar la palanca que activaba todas las atracciones del parque, Evighet empezó a discutir consigo mismo sobre las posibilidades que tenía de hacerlo.
– Si Ketz no lo ve, no creo que nada malo pase. –
– ¿Hablas de jalar esta palanca? –
La pirata ninfómana salió detrás de Gunnar, llevando hacia abajo el interruptor que le dio vida a todo el parque de vuelta.
– Ahora también quiero tu palanca. –
– ¡Policía! –
Gunnar salió como el buen escurridizo que es, escapando de las manos de Jackie. Para mala suerte de él, se dio cuenta que la palanca no había servido de nada, pues el cableado y todo lo que le daba vida al parque estaba echado a perder.
– Si reemplazo todos los cables, quizá funcione. –
– Te puedo ayudar pelando todo tu cable. –
– ¡Policía! –
Huyendo de la acosadora profesional, Evighet empezó a reparar el parque mientras corría de ella; las cosas poco a poco empezaron a tomar vida, llamando la atención de algunas pocas personas que pasaban cerca.
– Al fin perdí a esa loca, ahora solo me queda echar agua por los toboganes. –
Usando las mareas artificiales, Gunnar empezó a limpiar y rellenar todas las piscinas y chapoteaderos, poniendo a circular el agua otra vez por cada tubería; de uno de los toboganes, Jackie salió toda empapada.
– Aún sabes mojarme. –
– ¡Policía! –gritó a todo pulmón.
La gente vio a Gunnar deslizarse por los toboganes, yendo directo a las piscinas; corriendo por encima del agua, Evighet creó pelotas de playa, salvavidas y unas cuántas decoraciones más para que el parque no se viera tan feo.
– ¡Me excita que seas tan bueno! –
– ¿¡No que te gustaba más mi versión destructora!? –
– ¡No me importa como seas! ¡Te amo! ¡Te amo más de lo que me prendes! –
– ¡Llamen a las fuerzas especiales! –
La gente estaba maravillada de ver funcionar el parque acuático una vez más, al mismo tiempo que se morían de risa por el espectáculo que los dos amantes estaban dando.
Las jóvenes empezaron a grabar y transmitir en vivo todo lo que estaba pasando, muriendo de la risa mientras invitaban a más gente para que fuera.– Ketz. –
– ¿Qué sucede, Lyca? –
La serpiente estaba comiendo un rico plato de arroz al curry, cuando la manager le enseñó la transmisión de los dos amigos que habían reparado el parque acuático; Ketz rompió su cuchara de tan fuerte que apretó, al igual que sus dientes estaban a punto de destruirse entre ellos al juntarlos tanto.
– Le dije que se gane fama, no creí que lo haría tan rápido. –
– Esa maldita piruja me las va a pagar. –dijo en voz baja.
ESTÁS LEYENDO
Sin lugar en ningún lado
FantasyEn búsqueda de su lugar en este mundo, Khalil Faez, hijo de una legendaria heroína, deberá recorrer un camino tormentoso para poner en alto su nombre. Llenando su vida de amistades, romances y enemigos, Faez no la tendrá nada fácil en su recorrido a...