NO DIGAS ADIÓS

8. Tiempo Para Pensar

En dos semanas regreso al colegio. ¿Cómo pasó el tiempo tan rápido? Los próximos 2 ensayos se han cancelado por lo que tengo tiempo para recapacitar acerca de mis actos indecentes... jaja... Estoy más loca que una cabra.

A ver... la cosa va así: Tengo un nuevo amigo que me encanta pero es mayor que yo y además... yo... tengo una promesa con...

-Jaeth, Patricia esta aquí. Hija baja.

¿que demonios? ¿Patricia? ¿porqué? ¿Cómo?

- ya voy pede... digo Maaaa!

Bajo con nerviosismo al recibidor y efectivamente Patricia esperaba sentada con la cara cubierta de unos bocaditos que había preparado mi madre. Había olvidado que era una glotona.

- Hola...- me atrevo a decir con nerviosismo.

- Hola Jaeth, ¿quieres dar un paseo?

¿porqué todos ahora quieren dar paseos? - si claro Patricia, eso... me... agradaría.

Caminamos hasta dar con un parque. Veo que Pat tiene una cara de preocupación pero dudo en preguntarle si esta bien, no porque no me interese, sino porque conociéndola es demasiado orgullosa para contarle a una "desconocida".

-¿sabes algo de Giuseppe?

-¿por qué tendría que saber algo sobre él?

- verdad tu sólo piensas en Dereck.

- ¿por qué lo dices?

- Jaeth, lo perseguimos hasta dar con su casa.

- ¡fue tu idea!

-Jaeth... me preocupa Gisueppe... nadie sabe nada de él.

-Pat, si te has dado cuenta yo no participó en las olimpiadas ¿por qué  sabría algo?

-lo sé pero tú eres muy amiga de él.

-sabes que no.

-eso no es lo que él dice, por lo contrarío; en el tiempo que no has ido él ha comentado que se lleva de maravilla contigo y tu primo.

-sólo es amigo de mi primo, todos lo saben.

-por favor habla con él, asegúrate de que esté bien.

Es en serio... ¿por qué no va ella? Ah...

- Está bien Pat, veré que puedo hacer.

Sin mas que decir, sólo un "gracias", Patricia se marcha y yo hago lo mismo pero en dirección a la casa de Giuseppe. Veamos que tiene el engreído.

Cuando llego, veo con nostalgia aquella casa blanca a la que me obligaban a ir con mi primo. Felizmente yo me quedaba siempre con "Sky" el perrito de Giuseppe. En aquel tiempo Sky era un cachorro muy lindo, un husky muy cariñoso. Mientras tanto Giuseppe y mi primo siempre andaban horas y horas en el cuarto de aquel engendro. Pensándolo bien ahora eso resulta muy extraño.

- Ding dong .... -

Toco con desgano el timbre.

- Ding song .... -
nadie responde...

ding ding ding ding ding !!!!!!!!

  pues... creo que no hay nadie así que ... me voy.

-Jaeth ¡hija! Que gusto verte por aquí. Lo siento no oí el timbre, estaba en el cuarto de Giuseppe. ¡Pasa!

-oh ... Gracias . ¿Cómo está señora? - hace mucho que no veía a la mamá de Giuseppe. Me da un poco de pena ver mitad del cabello blanco. Ese desgraciado debe de haber hecho que envejezca.

-¿Cómo que señora? Ya te he dicho que puedes decirme tía. Después de todo yo los quiero a tí y a Piethro como tal. Te pareces mucho a él.

Genial alguien más que me dice chico; SE - ÑO - RA , SE-ÑI-TO. Ah... - Está bien "tía"- le sonrío.

-Él esta arriba descansando.

-Oh... ¿es mal momento?, mejor vengo otro dí..

-No no no, sube ya hija.

Subo las escaleras con impaciencia. No sé porqué estoy tan nerviosa.

-Ho... Hola Giu.

-¿Jaeth? ¿Qué haces aquí?

-Si quieres me voy

-no no quédate pero por favor acércate.

-¿estas enfermo?

- sólo es gripe, nada de que preocuparse. Jaeth de casualidad ¿hablaste con Piethro?

- no he hablado con él en mucho tiempo. supongo que debe de estar trabajando.

-si.. supongo

-¿quieres que le diga que te llame?

-no gracias, hablaré con el por Skype luego.

-bueno...

Siento una manos tibias cubrir las mías.

-Giuseppe ¿Qué haces?

-Tú y Piethro tienen mucho en común. Sus manos son igual de suaves.

-maldito... espera. ¿por qué sabes que las manos de mi primo son suaves?

-Ehmmm antes de que Piethro viajará a Inglaterra, yo... nosotros...

-¿Qué?

-pues nada, jugamos a las luchas y ahí sentí sus manos.

-¿eh? Pero si...

- Eh dicho que jugamos a las luchas!!!

- Vale no me grites, gruñón

- Tontita, conozco tus gustos en los libros de entretenimiento y sé que puedes convertir la amistad con Piethro en un Yaoi Hardcore.

- Mi fantasía, es mi fantasía. ¡Deja mi mente ser libre!!! Ah.... Bueno aunque ni yo me lo crea, fue agradable verte pero me tengo que ir que descanses.

- Jaeth... Sé lo de Dereck.

¿Cómo que sabe de lo de Dereck? ¿A qué se refiere? Y sobre todo... ¿a él que santo pepino le importa?

- Jaeth, no te enamores de Dereck.

-¿a qué te refieres? somos amigos, además... él es mayor.

- Jaeth!!!! te recuerdo que Piethro y yo conocemos ...

- ¡Basta! si lo conoces... sabes lo que pasó y además éramos unos niños.

- Sé que antes me burle de ustedes pero...

- ...pero... no tienes porque meterte, eso es asunto mío. Adiós Giuseppe.

Salgo de la habitación de Giuseppe con un portazo para luego despedirme de su madre y por fin salir de aquella casa.

Como odio que se metan en mi vida, en verdad lo detesto pero... tiene razón... hace tiempo por más pequeña que fuera, quise a alguien y en verdad lo quería... pero... pero...

¡PERO NO VALE LA PENA PENSAR EN EL PASADO!. Esa persona... ya no está y lo mejor es dejarla ir.

Siento como gotas caen por mi mejilla y lo peor de todo es que no estaba lloviendo.

... Jamás te olvidare...

Yo....

.... No quiero olvidarte...