64. Hablemos Por favor.

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- Jaeth ¿estás bien?

- En la semana Dereck no ha dejado de llamar y aunque no le contesto, Santiago no quiere hablarme. ¿quién rayos le dio nuestro número?

- Bueno... Jaeth...

- Fiorella fuiste tú. - le digo en tono firme.

- Lo siento, fue hace mucho. Yo en realidad vine porque sabía que Dereck iba a venir. Los primeros días tú y yo no hablamos y no sabía sobre Santiago. Jaeth... - dice en tono de súplica.

- Está bien Fio, entiendo. No estoy molesta pero por favor de ahora en adelante... ¡no te metas!.

- lo siento.

- simplemente lo que me preocupa es... - me veo interrumpida por el timbre.

- ¿esperabas a alguién?

- No en verdad.

- Jaeth. Que alegría encontrarte.

- ¿Dereck?

- hola, hola Fio.

- Hola Dereck - responde Fiorella.

- Jaeth ¿quieres salir?

- Tengo trabajo con The Hellsing.

- oh si. Me encontré con Dominik, dice que tocarémos juntos.

- ¡¿qué?!

Hago pasar a Dereck y de inmediato llamo a Dominik. ¿Cómo es posible que decida algo sin consultarme? Ambos somos líderes.

Al terminar de hablar con Dominik regreso con Dereck y Fiorella. Me olvidé de ellos un momento, felizmente Fiorella ya sabe donde están las cosas en el casa así que puede atender a Dereck.

- ¡eghem! - toso para interrumpir su conversación- creo que tienes razón.

- Es un acuerdo por empresa.

- Entiendo. Bueno salgamos un rato para hablar sobre eso. Dominik me canceló el trabajo por tener que arreglar lo del festival en que tocaremos.

Nos despedimos de Fiorella y salimos a caminar un rato. En realidad no tengo ganas de estar con Dereck pero es mejor que quedarme en casa, aparte Santiago ahora tiene mucho trabajo por hacer.

- Ha pasado tiempo...

- Mucho. - respondo fríamente.

- Jaeth ¿me odias?

Me detengo en seco, y es que en realidad nunca me lo había preguntado; ¿odio a Dereck?.

Desde que llegué Santiago se ha encargado de hacerme feliz cada día que no se me ha pasado por la cabeza.

- Dereck, en verdad no malgasto mi tiempo.

- Entiendo. Lo tomaré como un si.

- realmente no es así. Es que en verdad... Inglaterra es diferente.

- si lo sé. ¿Por qué vives con ese chico?

- ¿Santiago? ¿por qué lo preguntas? Es normal que vivamos juntos.

- ¿normal?

- Santiago es mi novio.

- creo que tenía que su ponérmelo por como te tomó la anterior vez. Bueno creo que deberíamos ir a mi casa.

- ¿qué? . No mira, necesito regresar a casa.

- Jaeth, sólo será un momento. Tengo algo que decirte.

Bueno ya estamos aquí o ¿no? pero no quiero que Santi se preocupe o las cosas entre nosotros se ponga peor. Ghhh ¿que hago?.

- Dereck en realidad no creo que sea...

- Ven.

Me toma de la mano y me jala hasta una calle completamente desolada. Resistirme es inútil, Dereck siempre ha sido fuerte y conociéndolo no dejará su objetivo.

Llegamos a su casa. Es un departamento amplio, lleno de posters, discos vinilos, guitarras, etc; es el típico departamento que todo músico quisiera tener, o debería tener.

- Dereck...

- shuuu - me indica con el dedo mientras sonríe - aquí no hablaremos. - luego apunta su dedo hacia arriba.

De nuevo toma mi mano y me lleva por un pasillo angosto. Nos encontramos con una escalera y me ayuda a subirlas.

- Aquí si Jaeth.

Estamos en la azotea de el edificio. Desearía poder ver con claridad pero hace frío y está un poco nublado.

- Bueno Dereck, dime. - le digo fríamente después de observar toda la planta.

- Ven Jaeth. - me toma y me indica que me siente a su costado.

Con tal de terminar esto rápido, supongo que no importa.

- Sabes algo - dice el fijando su mirada en el cielo - fue un error.

- ¿El qué? Dereck

- Decirte Adiós aquella tarde. - ¿porque lo recuerda ahora? Intento decir algo pero en verdad no se que. - Sé que por mí has sufrido mucho y en verdad esa no era mi intención. Lo siento mucho y aunque tal vez ya no sirva de nada quiero que sepas algo.

- Te quiero.

Estoy atontada por lo que acaba de decir. ¿Cómo se atreve después de todo? ¡NO! Yo no lo quiero y mi vida estaba bien.

- Tienes razón Dereck, no sirve de nada. Adiós.

- Jaeth - me toma del brazo rápidamente, me acerca a él y antes de darme cuenta y poder reaccionar sus labios están sobre los míos. ¿porqué? ¿porqué todo el enojo se fue?. Estos labios tan suaves y húmedos que extrañaba sentir han vuelto a mi. En verdad los extrañaba. - Jaeth, si yo viene hasta aquí fue por tí y no me importa si estas con ese tal chico. Yo no tengo intenciones de dejarte ir y sé que aún puedo volver a enamorarte.

Dios, No sé que hacer. Miro alrededor por si algo puede salvarme pero no hay nada y tengo una sensación extraña. No digo nada simplemente salgo corriendo dejando a un Dereck con las manos en los bosillos, mirando fijamente el cielo.

...

¿por qué tuviste que hacer eso maldito Dereck? Y ¿por qué estoy llorando?

Me encuentro caminando entre calles, no tengo la más mínima idea de como llegar a casa.

De pronto el sonido de un claxon me distrae y la camioneta dueña del sonido se estaciona junto a mi.

- Jaeth ¿qué haces por aquí?

- Santiago.

Se da cuenta que estuve llorando y por eso no pregunta mas, sólo se me coloca su chaqueta y me ayuda a subir a la camioneta.

No puedo ver a Santiago por lo que pasó hace un momento. Él es mi novio y yo no empuje a Dereck, simplemente dejé que pasara.

- No es culpa tuya.

Giro mi vista de la ventana a sus ojos, al no comprender lo que acaba de decir.

- Fiorella me contó todo. Lo siento por actuar así contigo pero en verdad me desagrada que lo veas y sé que hoy lo viste.

Me quedo fría con lo que acaba de decir. Expulsaré a Fiorella.

- Ven Jaeth, quiero estar contigo un momento.

Santiago me toma con delicadeza y me lleva a los tejados de la casa. ¿porqué tendrán ideas parecidas?

Santiago se sienta y yo lo acompaño. El cielo está más despejado, es bonito estar aquí con él.

- Jaeth en realidad te quiero, sé que lo sabes pero entenderé tu decisión. Ahora sólo quiero estar aquí contigo, nada más.

Simple. No quiero hacerle daño a Santiago, tengo mucho que decirle pero optó por solo besarlo y abrazarlo.

Quiero quedarme a su lado, toda mi vida.

NO DIGAS ADIÓSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora