- Jaeth ¿estás bien?
- En la semana Dereck no ha dejado de llamar y aunque no le contesto, Santiago no quiere hablarme. ¿quién rayos le dio nuestro número?
- Bueno... Jaeth...
- Fiorella fuiste tú. - le digo en tono firme.
- Lo siento, fue hace mucho. Yo en realidad vine porque sabía que Dereck iba a venir. Los primeros días tú y yo no hablamos y no sabía sobre Santiago. Jaeth... - dice en tono de súplica.
- Está bien Fio, entiendo. No estoy molesta pero por favor de ahora en adelante... ¡no te metas!.
- lo siento.
- simplemente lo que me preocupa es... - me veo interrumpida por el timbre.
- ¿esperabas a alguién?
- No en verdad.
- Jaeth. Que alegría encontrarte.
- ¿Dereck?
- hola, hola Fio.
- Hola Dereck - responde Fiorella.
- Jaeth ¿quieres salir?
- Tengo trabajo con The Hellsing.
- oh si. Me encontré con Dominik, dice que tocarémos juntos.
- ¡¿qué?!
Hago pasar a Dereck y de inmediato llamo a Dominik. ¿Cómo es posible que decida algo sin consultarme? Ambos somos líderes.
Al terminar de hablar con Dominik regreso con Dereck y Fiorella. Me olvidé de ellos un momento, felizmente Fiorella ya sabe donde están las cosas en el casa así que puede atender a Dereck.
- ¡eghem! - toso para interrumpir su conversación- creo que tienes razón.
- Es un acuerdo por empresa.
- Entiendo. Bueno salgamos un rato para hablar sobre eso. Dominik me canceló el trabajo por tener que arreglar lo del festival en que tocaremos.
Nos despedimos de Fiorella y salimos a caminar un rato. En realidad no tengo ganas de estar con Dereck pero es mejor que quedarme en casa, aparte Santiago ahora tiene mucho trabajo por hacer.
- Ha pasado tiempo...
- Mucho. - respondo fríamente.
- Jaeth ¿me odias?
Me detengo en seco, y es que en realidad nunca me lo había preguntado; ¿odio a Dereck?.
Desde que llegué Santiago se ha encargado de hacerme feliz cada día que no se me ha pasado por la cabeza.
- Dereck, en verdad no malgasto mi tiempo.
- Entiendo. Lo tomaré como un si.
- realmente no es así. Es que en verdad... Inglaterra es diferente.
- si lo sé. ¿Por qué vives con ese chico?
- ¿Santiago? ¿por qué lo preguntas? Es normal que vivamos juntos.
- ¿normal?
- Santiago es mi novio.
- creo que tenía que su ponérmelo por como te tomó la anterior vez. Bueno creo que deberíamos ir a mi casa.
- ¿qué? . No mira, necesito regresar a casa.
- Jaeth, sólo será un momento. Tengo algo que decirte.
Bueno ya estamos aquí o ¿no? pero no quiero que Santi se preocupe o las cosas entre nosotros se ponga peor. Ghhh ¿que hago?.
- Dereck en realidad no creo que sea...
- Ven.
Me toma de la mano y me jala hasta una calle completamente desolada. Resistirme es inútil, Dereck siempre ha sido fuerte y conociéndolo no dejará su objetivo.
Llegamos a su casa. Es un departamento amplio, lleno de posters, discos vinilos, guitarras, etc; es el típico departamento que todo músico quisiera tener, o debería tener.
- Dereck...
- shuuu - me indica con el dedo mientras sonríe - aquí no hablaremos. - luego apunta su dedo hacia arriba.
De nuevo toma mi mano y me lleva por un pasillo angosto. Nos encontramos con una escalera y me ayuda a subirlas.
- Aquí si Jaeth.
Estamos en la azotea de el edificio. Desearía poder ver con claridad pero hace frío y está un poco nublado.
- Bueno Dereck, dime. - le digo fríamente después de observar toda la planta.
- Ven Jaeth. - me toma y me indica que me siente a su costado.
Con tal de terminar esto rápido, supongo que no importa.
- Sabes algo - dice el fijando su mirada en el cielo - fue un error.
- ¿El qué? Dereck
- Decirte Adiós aquella tarde. - ¿porque lo recuerda ahora? Intento decir algo pero en verdad no se que. - Sé que por mí has sufrido mucho y en verdad esa no era mi intención. Lo siento mucho y aunque tal vez ya no sirva de nada quiero que sepas algo.
- Te quiero.
Estoy atontada por lo que acaba de decir. ¿Cómo se atreve después de todo? ¡NO! Yo no lo quiero y mi vida estaba bien.
- Tienes razón Dereck, no sirve de nada. Adiós.
- Jaeth - me toma del brazo rápidamente, me acerca a él y antes de darme cuenta y poder reaccionar sus labios están sobre los míos. ¿porqué? ¿porqué todo el enojo se fue?. Estos labios tan suaves y húmedos que extrañaba sentir han vuelto a mi. En verdad los extrañaba. - Jaeth, si yo viene hasta aquí fue por tí y no me importa si estas con ese tal chico. Yo no tengo intenciones de dejarte ir y sé que aún puedo volver a enamorarte.
Dios, No sé que hacer. Miro alrededor por si algo puede salvarme pero no hay nada y tengo una sensación extraña. No digo nada simplemente salgo corriendo dejando a un Dereck con las manos en los bosillos, mirando fijamente el cielo.
...
¿por qué tuviste que hacer eso maldito Dereck? Y ¿por qué estoy llorando?
Me encuentro caminando entre calles, no tengo la más mínima idea de como llegar a casa.
De pronto el sonido de un claxon me distrae y la camioneta dueña del sonido se estaciona junto a mi.
- Jaeth ¿qué haces por aquí?
- Santiago.
Se da cuenta que estuve llorando y por eso no pregunta mas, sólo se me coloca su chaqueta y me ayuda a subir a la camioneta.
No puedo ver a Santiago por lo que pasó hace un momento. Él es mi novio y yo no empuje a Dereck, simplemente dejé que pasara.
- No es culpa tuya.
Giro mi vista de la ventana a sus ojos, al no comprender lo que acaba de decir.
- Fiorella me contó todo. Lo siento por actuar así contigo pero en verdad me desagrada que lo veas y sé que hoy lo viste.
Me quedo fría con lo que acaba de decir. Expulsaré a Fiorella.
- Ven Jaeth, quiero estar contigo un momento.
Santiago me toma con delicadeza y me lleva a los tejados de la casa. ¿porqué tendrán ideas parecidas?
Santiago se sienta y yo lo acompaño. El cielo está más despejado, es bonito estar aquí con él.
- Jaeth en realidad te quiero, sé que lo sabes pero entenderé tu decisión. Ahora sólo quiero estar aquí contigo, nada más.
Simple. No quiero hacerle daño a Santiago, tengo mucho que decirle pero optó por solo besarlo y abrazarlo.
Quiero quedarme a su lado, toda mi vida.
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NO DIGAS ADIÓS
Romance"Promesas, promesas y más promesas". Tal vez eso es lo que nos sostiene en este mundo o nos impulsa a seguir, pero las cosas cambian cuando el corazón se entromete y hace que tu rumbo inicial cambie. Nunca pensé construir dos caminos, no fue mi inte...