66. Bienvenidos

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- ¡Mamá, Papá !

- ¡Jaeth! ¡oh Dios mio, no podemos creer que este aquí hija!.

- ¡Los extrañe mucho!

- Hey, ¿no hay un abrazo para mi tambièn?

- Hola Jime.

- Hola hermana, a mi también me alegra mucho verte. Por cierto, ¿quièn es ese tempano?

Por un minuto olvidé que no estaba sola, la emoción de volver a ver a mi familia se apodero de mi, dejando de lado a Santiago por un momento.

- ¿se acuerdan de él? - le digo a mis padres mientras tómo de la mano a Santiago.

- Buenas ¿cómo estan? es un placer verlos de nuevo. - dice Santiago sonriente como el niño de hace 11 años atras. Es tan tierno.

- Mamá, Papá... ¿recuerdan a... Santiago?.

Al oír aquel nombre, mi madre es la más entusiasmada y se acerca a nosotros con los ojos entumecidos.

- ¡Dios mio! Eres tú hijo. El pequño amigo de mi niña, bueno ahora no eres para nada pequeño. Que alegría verte, tus ojos siguen siendo los mismos, hermoso verde esmeralda. - dice mi madre mientras abraza a mi novio.

- Tú papá ¿tienes algo que decirle a mi novio?

- ¡¿Novio?! - gritan ambos padres completamente sorprendidos.

- si. Novio.

Ahora que lo pienso... no recuerdo bien si en alguna llamada telefónica le comente a mi madre sobre que estoy saliendo con Santiago o cosas por el estilo. Creo que no tiene caso porque igual no lo hubiera recordado, mi familia es demasiado despistada.

- ¡Jaeth eso es fantastico! - grita entusiasmada mi hermana.

- Santiago; en verdad me hace muy feliz saber que mi hija este con un gran muchacho como tú. Se que la vas a hacer muy felíz. Por cierto, felicidades; he leído muchas obras tuyas y debo decir que me han encantado, eres un gran escritor hijo. - dice finalmente mi padre.

Mi padre siempre admiro a Santiago, es muy amigo de sus padres y siempre nos ayudaron cuando las cosas no andaban bien. Me alegra estar aquí con Santiago y con toda mi familia.

- Bueno que estamos esperando, vamos para la casa. Tengo hambre - dice mi hermana y con esto emprendemos camino.

...

- ¡Wow!

Mi madre esta vez si que le puso empeño. La casa luce preciosa y tiene demasiadas areas verdes incluso por dentro hay mucha flora. A Santiago y a mi nos encanta.

- La casa es preciosa. - suelta santiago.

- ¿verdad que sí? - le dirijo la palabra.

- Chicos vengan pueden poner sus cosas aquí. - nos indica mi madre.

- Es grande...

- Estaran comodos aquí.

- espera, quieres decir que dormiremos ¿juntos? - la última frase la decimos Santiago y yo al mismo tiempo, como si el miedo nos sincronizara.

- se conocen desde hace mucho, ahora son novios y son adultos; además confío en que Santi no intentara nada ¿verdad?

- me alegra que confie en mi Señora y tiene razón pero si Jaeth no se siente cómoda, puedo dormir en un hotel. No hay problema.

- oye ¿Por qué me pones en esta situación? - le susurro a Santiago y el en respuesta rebolotea mi cabello y me sonrie.

- Yo apóyo esa propuesta - comenta mi Padre a lo que se tensa Santiago.

NO DIGAS ADIÓSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora