1. Aquella Puerta

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- Ahhh!! Que siempre voy tarde. Mamá ya me voy!! . - Nunca logro tomar desayuno, cuando llegue de la escuela seguramente recibiré un sermón de porque ando enferma.

Camino directo a la escuela, como siempre tarde. Creo que se me ha hecho costumbre. Nada nuevo sucede aquí, así que el que me riña en todo lado me da igual. A penas empezamos la primera semana de estudios y ya quiero que sea navidad.

-Jaaaaaaaeth!- oigo gritar a alguien desde el otro lado de la calle.

Es mi amiga Patricia.

Cruzó para llegar donde esta ella y por fin llegar al desgraciado colegio que me hará correr dos vueltas a la manzana por mi tardanza.

- Feliz cumpleaños Jaeth - la oigo decir mientras me abraza y me da un regalo.

- Gracias - logro decir algo sonrojada, mientras caminamos al colegio.

Patricia es la única amiga que tengo en la escuela. Es la única chica con la que puedo pasar todos los días todo el día. No se me da bien hacer amigos, pero como compartimos el mismo sueño nos llevamos de maravilla. Ella está obsesionada en grabar un demo al cual accedí pero no hemos hablado de éso desde que lo planeamos. Por alguna razón siento que hoy me estará volviendo loca con el tema, así que a la salida trataré de esfumarme.

...

- Por fin - digo completamente cansada. - Las clases acabaron, así que a escapar de Patricia y a comer en casita.

Doy un paso para cruzar la calle pero siento que alguien me toma del brazo con fuerza.

- No estabas pensando en huir, ¿ o si amiga?
- No... Patricia ¿Cómo se te ocurre? - respondí con sarcasmo.

-más te vale. Vamos - me dice sin soltar mi brazo.

- ¿a dónde?- continuo con el tono sarcástico.

- Es tu cumpleaños ¿lo olvidas?, además debemos hablar sobre la grabación y estoy segura que tu madre amará el que la visite - dice mientras ríe maliciosamente.

- mi madre, mi madre, vamos .

Olvidaba que mi madre y Patricia son compinches, hermanas del chisme a diestra y siniestra. Odiaba que se llevarán tan bien, porque el tema principal de la conversación que se tornaba en burla era nada más y nada menos que yo. - ah...

- ¿te sucede algo Jaeth?

- solo siento que será una larga semana.

...

Por fin, DOMINGO!!. - Es lo que diría normalmente si la condenada de Patricia no me hubiera hecho prometer que iríamos hoy al studio a grabar.

Generalmente me gustaban los domingos, eran días de pizza y películas en familia; solo mi hermana, mi madre y yo, aunque desde hace tres años Patricia se nos sumaba. Preferiría que en su lugar estuviera mi padre, pero él se mudó a otro país hace ocho años. Aún no logro entender como el matrimonio de mis padres sigue en pié, sólo sé que cada vez que el viene ni mi hermana ni yo existimos, felicidad para todos, pues eso es lo que queremos mi hermana y yo.

- ¡Jaaaaaeeeeth! - oigo gruñir desde el otro lado de la puerta.

¡Demonios! - otra vez me perdí en mis recuerdos - ya voy Pat - así le decía cuando ella quería fulminarme.

Tomo unos jeans y un polo que gracias a mi padre tiene en medio un enorme piolín estampado pero ya no tengo tiempo. Cuando voy al baño a peinarme, logro notar que parezco un chico. - genial - mascullo, y el cabello corto pomposo como afro no ayuda en absoluto.

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