Abby Riddle: La Novia De Draco Malfoy (Trilogía A.R)

Capítulo 5: Primer día en Hogwarts.

Pov's Abby

Había despertado hace como una hora, hoy era mi primer día de clases, por lo que me había despertado un poco antes de que sonara el despertador para poder alistarme. Estaba en mi habitación, ya me había duchado y puesto el uniforme. Nuevamente y por fin, llevaba puesto el uniforme de Slytherin, lo amaba. Me di una mirada más al espejo después de acomodar la corbata perfectamente, continué con el cabello, el cual dejé suelto, y luego el maquillaje, que solo era máscara de pestañas y un bálsamo labial sin color.

Ahora si estaba "perfecta", por lo que tomé mi bolso y salí de mi habitación para dirigirme a la de Draco. Al pasar por la sala común noté que ya habían algunos estudiantes, Theodore, por ejemplo, que estaba ya vestido con su uniforme perfectamente arreglado y leía un libro en un de los sofá. Al sentir mi mirada, despegó su ojos del libro y me miró, le sonreí y lo saludé con la mano para luego seguir mi camino a la habitación de mi rubio. Cuando entré no me sorprendió ver que aún estaba dormido por lo que me acerqué a la cama para despertarlo.

—Drac... —lo llamé para luego dejar un casto beso sobre sus labios pero nada ocurrió.—Draco despierta.—comencé a zamarrearlo.

—Mmm...—se quejó para luego voltearse.—Cinco minutos mas por favor.

—No Draco, se nos hará tarde.—respondí para volver a zamarrearlo.

—¿Qué hora es?.—preguntó mientras se frotaba un ojo.

—Las 8:00.—mentí, eran la 7:35.

Draco se levanto disparado hacia el armario buscando su uniforme.

—¿Por qué no me despertaste? Llegaremos tarde a la primera clase.—dijo poniéndose el uniforme apurado.

-Drac... cálmate aun son las 7:37, se nos hace tarde para desayunar mejor dicho.—dije mientras me acercaba el.

—Me mentiste, dijiste que eran las 8:00.—dijo cruzándose de brazos.

—Si te hubiese dejado cinco minutos mas, hubiéramos llegado tarde a la primera clase y me habrías reclamado porque no te desperté antes, justo como hace un minuto.—le dije cruzándome de brazos también.

—Lo lamento.— se disculpó para luego besarme.—Terminó de arreglarme y nos vamos ¿Si?.

—Hurón, ¿estás bien?.—pregunte al notarlo algo extraño. El asintió mientras terminaba de arreglarse el uniforme.—¿Seguro?.

—Si, tranquila.—respondió para luego tomar su maletín.—¿Vamos?

—Mjm...—murmure no muy segura de su respuesta y camine hacia la puerta.

—Abby, espera no te enfades...-lo interrumpí.

—No estoy enfadada Draco.—dije intentando salir de la habitación pero el me tomo de la mano y se puso frente a mi.

—¿Me quieres dejar terminar de hablar? Estas molesta, te conozco Abby.—suspire mientras miraba hacia otro lado.—Solo no quiero que si, escuchas algo con respecto a mi estés enfadada conmigo, justo como ahora.

—¿A qué te refieres?¿Que es lo que podría escuchar?.—le pregunté mirándolo a los ojos, ahora fue el que desvió la mirada.—Estas actuando raro y obvio que algo te sucede. Dime que es Draco.

—Estoy bien, es solo que la gente aquí siempre inventa cosas y tengo miedo de que te alejes de mi por eso.—lo mire muy poco convencida pero asentí.

—Vamos.—le dije para luego soltarme de su agarre y pasar por al lado suyo.

Subí a la sala común y me dirigí hacia la puerta de esta. Draco me seguía detrás y no encaminábamos hacia el gran comedor.