Capítulo 8: Amenaza y invitación.

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Pov's Abby

La mañana siguiente, me desperté abrazada a Draco, con la cabeza en su pecho como si fuera mi almohada personal, por lo que los latidos de su corazón se habían convertido en mi alarma favorita. Debo admitir que extrañaba demasiado esto. Sus cómodos brazos que me rodeaban abrazándome con firmeza, como si tuviera miedo de que me fuera escapar. Mirarlo dormir, observando su rostro pacífico como si todo estuviera bien y no hubiera tenido pesadillas en la madrugada, aún que por suerte esta vez no las tuvo. Ver esos párpados que no me permitían deleitarme con ese mar de plata y esos labios suaves con sabor a menta que tanto me gustaban.

Sonreí, feliz de poder tenerlo a mi lado y ser lo primero que viera al abrir mis ojos cada mañana. Levante un poco más la cabeza y le di un pequeño bese. Lo sentí removerse pero de todos modos no se despertó, así que volví a mi posición de antes.

Todo iba bien hasta que pose mi vista al frente y me tope con la cara de Astoria, la cual me miraba como si quisiera matarme. Esta vez fui yo la que la miró con desagrado. ¿Acaso no tenia otra cosa que hacer, que estar molestando a todo el que se le cruce en su camino?.

—¿Qué haces aquí?.—pregunte sentándome.

—¿Qué haces tu aquí perra? Yo vine a visitar a mi novio.—respondió cruzándose de brazos.

—¿Cuándo lo vas a entender? No soy tu novio, soy el novio de Abby.—le dijo Draco, que acababa de despertar.

—La prefieres a esta pu...—el la interrumpió

—Atrévete a llamarla así y me olvidare de que eres mujer—le advirtió mientras se sentaba.

—Piénsalo Draqui, tu padre no querría verte con una persona como ella.—me señaló con desdén.—En cambio yo, siempre le eh caído bien.

—No me interesa lo que mi padre diga de mi o de con quien ande. Pudo hacer lo que a mi se me de mi regalada gana y ya la elegí a ella, por que la amo.—se cruzó de brazos mirándola mal.

—¿Podrías retirarte? Me da nauseas el solo verte.—le dije. Esta perra de verdad era un fastidio.

—Yo hago lo que yo quiero me oíste perra.—me contestó, me estaba enojando.

Lo único quería era que esta idiota se largara o terminaría lanzándome sobre ella y eso no terminaría bien, así que se me ocurrió una idea. Sabía usar magia sin varita y hechizos no verbales, cortesía de los profesores de Osadía. Así que solo iba darle un pequeño susto una pequeña probada de lo que puedo hacer si continuaba metiéndose con nosotros.

Fue entonces cuando un poco de humo empezó a subir entre ella y la cama. Lo que comenzó a hacer presente el olor a quemado.

—¿No huelen como si se quemara algo?.—pregunte haciéndome la tonta y luego la miré sonriendo—Creo que se quema tu túnica.

Ella miro hacia bajo y soltó un grito. El fuego se extendió aun mas por lo que trataba de quitarse la túnica pero no podía. Eso me causó mucha gracia y creo sonreí inconscientemente por que Draco me tomo de los hombros haciendo que lo mirara.

—Abby, para!.—me pidió eh hice que el fuego se extinguiera.

—Ya veras maldita perra, me las vas a pagar! Lo juro!.—chilló mientras corría fuera de la enfermería.

—No te tengo miedo imbécil. Me das asco que es diferente.—respondí alto para que pudiera escucharme.

—¿Estas bien?.—preguntó Draco haciendo que lo mirara.

—Si.—respondí tranquilamente.

Draco asintió para luego mirar donde hace momentos estuvo parada Astoria y soltó una carcajada. La cual me contagió a mi. Sabía que estaba recordando lo que le había hecho.

Abby Riddle: La Novia De Draco Malfoy (Trilogía A.R)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora