Pov's AbbyHabían pasado tres días desde que no salía de mi habitación. Ni siquiera eh comido. Mis hermanos estaban preocupados por mi, decían que estaba muy pálida, mucho más de lo que ya era. Intentaron traerme comida y llevarme a la enfermería pero yo simplemente los rechazaba. Quería estar sola con mis pensamientos por ahora. Lloraba durante todo el día y toda la noche, no había podido parar de hacerlo, cuando intentaba parar a los pocos minutos algún recuerdo o opresión en mi pecho hacían que volviera a empezar y casi no podía dormir. Solo pensaba en Draco, me preguntaba por que me mintió y por que lo extrañaba tanto. Lo necesitaba cerca, tanto que dolía y no entendía por qué.
Esta vez, por suerte, sentí que mis ojos se cerraban por el cansancio acumulado y me dejé llevar.
Estaba en mi habitación, terminando una tarea de pociones cuando siento un ruido de algo deslizándose por abajo de mi puerta. Voltea a ver y noté un pequeña hoja de pergamino doblado por la mitad. Me paré de la silla de mi escritorio, donde estaba sentada y fui a ver que era. Al tomarlo noté mi que llevaba mi nombre "Abby", así que lo desdoble para poder leerlo.
"Princesa ven a nuestro lugar en cinco minutos, quiero comentarte algo. Te amo. -D.M"
Se me había hecho extraño. ¿Nuestro lugar?Estaba muy segura que Draco y yo no teníamos aquí en Hogwarts un lugar al que llamar "nuestro lugar". Fue cuando me di cuenta de no controlaba mi cuerpo, el cual se dirigió a mi escritorio. Guarde mis libros y pergaminos para después salir de mi habitación. Baje a la sala común y salí por la puerta.
Fuera del castillo, comencé a adentrarme dentro del bosque prohibido. No mucho tiempo después mi caminar se detuvo, noté que Draco estaba ahí también, pero no estaba solo, estaba con Pansy y la estaba besando. Mi cuerpo dio un paso hacia atrás, lo que provocó el ruido de unas ramas rompiéndose y se percataron de mi presencia. Draco se rio.
—Abby puedo explicarlo.—comenzó a decirme pero no lo deje terminar y me fui corriendo de allí.
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Estaba de vuelta e la sala común, mas bien en el ala de los chicos. Estaba caminado por el pasillo en dirección al cuarto de Draco. Al llegar la puerta estaba entre abierta, escuche unos gemidos y mire por el espacio abierto. Draco estaba sobre Astoria, estaban teniendo sexo. La puerta se abrió sola y ellos se giraron a verme, podía sentir lágrimas correr por mis mejillas.
—Abby puedo explicártelo, no me dabas lo que necesitaba cariño y tuve que usar a Astoria, pero sabes que te amo solo a ti y el amor no tiene nada que ver con sexo.—dijo y comenzó a reírse.
Desperté de inmediato con el corazón acelerado y toda sudada. Solo habían sido malos sueños pero aún así, habían hecho que continuara llorando. Escuché como la puerta de mi habitación se habría, pero no me voltee a ver por sabía quienes eran.
—Abby ¿te encuentras bien?.—oí preguntar a Kyle pero no le respondí, estaba más concentrada en el repentino y fuerte dolor en la cabeza que comencé a sentir.
—Creo que no, hay que llevarla con Madame Pomfrey.—le respondió Axel.
—Si, creo que será lo mas conveniente. No se ve bien.—le dijo Kyle mientras se acercaba a mi pero entonces todo se volvió negro.
Pov's Draco
No salía de mi habitación hace tres días. No quería hacerlo. Pensaba en Abby todo el tiempo, pensaba en la manera de recuperarla pero no sabia como. Los chicos pasaban verme y a traerme comida por qué tampoco iba al gran comedor. Según Blaise, estaba pálido y parecía que pronto me convertiría en un nuevo fantasma de la casa Slytherin. Después de ese comentario lo saqué de mi habitación para quedarme solo.
Sentía como si estuviera herido y dolía mucho pero aún no había descifrado que era o por que. Y por más de que utilice algunos hechizos básicos de sanación, ninguno funcionó. Lo que hacía casi imposible llevar a cabo mi tarea de pensar que debía hacer para poder recuperar a mi princesa.
Unos golpes en la puerta de mi habitación me sacaron de mis pensamientos. Hoy había partido de Quidditch, Slytherin vs Ravenclaw. Comencé a escuchar a Blaise y Theo gritando desde la puerta que debía ir al partido, ya que yo era el buscador pero no tenia ánimos.
—Ya váyanse, les dije que no iré!.—grité sacando mi cabeza de la almohada.—Búsquense otro buscador. No ven que estoy sufriendo!.
—Ven ahora mismo Draco Malfoy, te necesitamos!.—respondió Theo.
—Huy ya suenas como mi padre!.—-dije para luego reír sin ganas.
—¿Acaso estas ebrio?.—preguntó Blaise.
—Que importa, lárguense!.—volví a decir para luego enterrar nuevamente mi cara en la almohada.
Tanto Theo, cómo Blaise dejaron de gritar pero entonces escuché que abrían la puerta, segundos después estaba dentro de mi habitación. Había olvidado que con un simple "alohomora" se abriría. Pero los dejé y no hice ningún movimiento.
—¿Qué diablos se murió aquí?.—preguntó Theo, podía imaginarlo haciendo una mueca de disgusto debido al olor.
—Mi alma.—respondí tratando de enterrar aún más mi cabeza en la almohada.
—Vamos Draco, tienes que ir.—me dijo Blaise comenzando a quitar las cobijas de mi cuerpo.
—No quiero, déjenme sufrir en paz.—trate nuevamente de taparme con las cobijas pero el moreno lo impidió.
—¡¿Podrías dejar el maldito sufrimiento a un lado, levantarte de esa cama, ventilar esta puta habitación y ir a jugar el puto partido de Quidditch?!.—me grito Blaise.
—No quiero.—respondí luego de desenterrar mi cabeza de la almohada.
—No me importa, vas a ponerte el puto uniforme y salir a jugar.—grito otra ves Blaise.
—Blaise.—lo llamo Theo, pero este lo ignoro. El castaño me miraba preocupado.—Blaise.
—¿Qué?.—le grito este.
—Blaise no se ve muy bien.—le dijo Theo.—Creo que hay que llevarlo a la enfermería.
—Si luego, primero lo primero. El partido.—le dijo mientras me forzaba a levantarme.
Me levanté de mala gana y fui hasta el baño, donde me di una pequeña ducha. Luego los chicos me pasaron el uniforme para que me cambiara en el baño. Mientras lo hacía mi vista paso por el espejo del baño. Demonios! Blaise y Theo tenían razón, me veía peor que durante los tiempos oscuros. Mi piel estaba aún más pálida, debajo de mis ojos tenía pequeñas sombras grisáceas casi moradas y mi pelo estaba hecho un asco, parecía seco y sin vida.
En cuanto termine de cambiarme, nos fuimos de la habitación. Al subir a la sala común pude ver estaba vacía, de seguro todos estaban en el estadio. Nos dirigimos al campo de Quidditch donde podía escuchar a la lejos una multitud gritar alegremente, una parte a favor Slytherin y otro par Ravenclaw. Me sentía algo mareado pero ya estamos lejos como para volver. Ya nos encontrábamos esperando para entrar a jugar.
Las puertas se abrieron, por lo que comencé a dar unas pequeñas instrucciones mientras nos acercábamos al otro equipo. Ya con el equipo en formación, me acerqué al centro del campo donde estaban Madame Hooch y Cho Chang, ambas me dieron una mirada que no pude descifrar pero le reste importancia para luego estrechar la mano de Chang rápidamente.
Nos montamos en nuestras escobas y la señora Hooch sonó su silbato dando por comenzado el partido por lo que fui en busca de la Snitch pero no la veía ningún lado. Comencé a sentir un sudor frío correrme por la espalda y luego sentí cómo una gota de sudor resbalaba por mi frente. Fue entonces que la vi, la Snitch, y volé rápidamente hacia ella pero la cabeza me empezó a doler y la perdí de vista. Cada vez el dolor era mas y mas fuerte, parecía que me iba explotar. Seguí buscando la Snitch pero no la encontraba. Creo que ya aviamos metido unos cuantos puntos así que seguí buscando pero no la veía hasta que sentí que me empujaban haciendo que cayera de mi escoba.
Podía escuchar a lo lejos los gritos horrorizados de mis compañeros. Pero estaba más concentra en el dolor que sentía, también en el aire que me golpeaba el cuerpo y finalmente como me estampaba contra el suelo donde todo se volvió negro.+ + + + + + +
Capítulo seis editado.
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Abby Riddle: La Novia De Draco Malfoy (Trilogía A.R)
Fanfic¿ Y si Draco Malfoy escondiera un secreto que pocos conocen?¿ Y si Lord Voldemort hubiera tenido una hija? ¿ Y si esta niña estuvo en Hogwarts a los 11 años? Esta es la historia de una joven de 18 años que luego de la segunda guerra mágica regresa a...