Abby Riddle: La Novia De Draco Malfoy (Trilogía A.R)

Capítulo 9: Hogsmeade.

Pov's Abby.

   El viernes, una semana después del distanciamiento entre Draco y yo, todo parecía haber vuelto a la normalidad. Y aunque fuera solo la segunda semana de clases había tratado de sobresalir en todas las asignaturas o bueno en las que más me gustaban, las cuales eran requisito para ser sanador. Claro que con los T.I.M.O'S aprobados de; Pociones, Transformaciones, Herbología, Encantamientos y Defensa Contra las Artes Oscuras. Era suficiente. Pero yo necesitaba más y eso era un Extraordinario en los É.X.T.A.S.I.S.

   Por otra parte, esta semana Draco y yo habíamos estado haciendo cosas juntos después de clase, para tratar de recuperar el tiempo perdido. Como por ejemplo; ir al lago negro a pasar el rato, leer en la sala común acurrucados en sillón o escabullirnos en la noche a la torre de Astronomía, donde había sucedido aquel terrible acontecimiento. Me sorprendió cuando él me invitó a subir allí, ya que en ese lugar había sucedido una de las tantas situaciones que provocaban sus pesadillas. Quizás ir allí era su manera de superarlo o quizás sacó fuerzas de alguna parte solo por que el lugar era demasiado tranquilo y eso lo convertía en el lugar ideal para las aclarar ideas.

En la noche, estábamos en el gran comedor cenando, aún que yo no tenía mucha hambre y Draco me había obligando a comer algo. Mientras trataba de cenar, sentí una mirada persistente en mi, lo que hizo que saliera de mis pensamientos. Levante la vista y vi que la mirada provenia de la mesa de Gryffindor precisamente de Ron Weasley. Cuando este se percato de que lo estaba viendo le dijo algo a Potter y a Granger que luego me miraron también. Fruncí el ceño y me los quede viendo. ¿Cual era su problema?.

–Abby, ya déjalos.—me dijo Draco quien parecía haberse dado cuenta de mi "guerra" de miradas con el trío de oro. Lo miré y no pude evitar soltar una risita.—. ¿De que te ries?.

—De que sonaste igual Granger el otro día.—respondí sonriendo.

—No es cierto—replicó Draco.

—Si lo es huron.—volví a decir para luego morderme el labio inferior.—. Aunque te oíste muy tierno.

—¿Ah si?—preguntó para luego darme una sonrisa pícara.

—Si.—respondí a secándome a él lentamente.

—Tu eres muy tierna.—afirmó él acortando la distancia entre nosotros y posar sus labios sobre solos míos.

Lo tome de las mejillas para intensificar más el beso y evitar que se separara, por lo que él paso sus brazos por mi cintura, abrazándome.

—¿Está no es la parte donde dices que están tratando de coger frente a nosotros?.—oí que Theo le preguntaba Blaise, haciendo que nos separáramos para mirarlos.

Pansy soltó una risita ante la pregunta de su novio provocando un bufido por parte del moreno.

—No, ellos son... tiernos.—respondió Blaise sirviéndose de postre una rebanada de pastel de chocolate.—. Tanto que empalagan.

—Si, por qué ellos, a pesar de que llevan más tiempo que nosotros...—comenzó Pansy.—... es como si volvieran a empezar y tienen que recuperar el tiempo perdido.

—Es verdad.—estuvo de acuerdo Theo.—. Llevan años, es como si estuvieran casados.

—No es como si estubieramos, lo estamos.—le dijo Draco sacando su collar de debajo de su camisa y mostrándoles el dije con la A. Yo me reí.

—¿No piensas que deberiamos casarnos de verdad luego de que nos graduemos?.—le pregunté sin poder evitarlo, parecía que aquella pregunta me había salido del alma.

Draco ni siquiera me miró, lucia nervioso y los chicos frente a nosotros de repente lucían incómodos e igual de nerviosos que el rubio a mi lado.

—Si, pero aun no creo estar listo para dar ese paso.—respondió después de un momento como si hubiera pesando muy bien su respuesta.—. Lo siento, amor.