Ese hombre sonriente de nombre Fermonsé no portaba máscara, cosa que extrañó a todos. Era bien sabido que los usuarios eran recelosos con su identidad, pero a él no parecía importarle. Era un hombre de cincuenta años, un tanto gordo. Su abundante barba blancuzca y su rostro regordete, sonriente, no inspiraban más que confianza.
El aire fuera de la mansión comenzó a soplar con gentileza.
Fermonsé les extendió su agradecimiento por llegar a la reunión en tiempo y forma pedidos. Alistair respondió que en realidad lo estaban buscando desde un principio. Le mostró la carta que dejó su abuelo al morir. Él la recibió extrañado y la leyó con interés.
Cuando terminó, se quedó pensativo. Intentó decir algo, pero primero se aclaró la garganta.- ¿Entonces eres el nieto del Amo del Tiempo?
- ¿"Amo del Tiempo"?
- Sí ¡El superhéroe! ¿Nunca te habló de eso? ¡Por eso tienes el reloj!
- ¿Qué sabes del reloj? -preguntó Al con desconfianza.
- Ayudé a tu abuelo cuando me lo pidió. Fue después de la gran pelea. Se dijo que todos murieron a manos de Zalman. Era mentira. El Amo del Tiempo y tú sobrevivieron.
- ¿Yo? ¿Cómo que yo?
- Es natural que no lo recuerdes. Lamento ser el primero en decírtelo, pero ese día Zalman mató a todo el súper equipo del que formaba parte. Entre ellos estaba el líder, el Amo del Tiempo... y su hija, o sea, tu mamá.
- ¿Qué? -resopló Alistair, confundido.Fermonsé empezó a ponerse nervioso y maldijo al Amo del Tiempo por encargarle esa tarea. Sin embargo, se mantuvo sereno. Les explicó lo que sabía. Hasta donde estaba enterado, esos eran los hechos: El abuelo de Al era el líder. Su hija, miembro pilar del equipo, falleció en esa pelea a manos de Zalman. En ese momento tenía unos cuantos meses de embarazo. Alistair pudo sobrevivir por puro milagro. Después de eso, el Amo del Tiempo quiso desaparecer para cuidar de su nieto, momento en que pidió ayuda a Fermonsé, quien era capaz de manipular algunos aspectos de las reliquias. Fue por eso que pudo cubrir el reloj con un manto de invisibilidad que había funcionado hasta que el poder del reloj fue activado de nuevo. Por eso, hasta entonces, su abuelo no había usado el reloj: para resguardarse de Zalman o de cualquier indeseable.
Alistair quedó exhausto con esta información. Su corazón dolió con más rencor hacia Zalman.Fermonsé también les habló acerca de Aroa, resultado de una extensa experimentación. El ave era capaz de sentir reliquias, por eso los ubicó tan rápido. Con aire orgulloso, se reveló a sí mismo como creador de la rata que acompañaba a Abdiel, la cual podía romper los efectos de las reliquias sin importar su fuerza. Por eso el tiempo se había reestablecido cuando Al rescató a las chicas.
Les platicó de las reliquias que portaban. Acerca del anillo, (que reconoció de inmediato), dijo que las personas involucradas en la conversación escucharán al interlocutor hablar su lengua materna y comprenderle a la perfección.
Del catalejo se rio, pues sabía que era la reliquia de Abdiel y le dio gusto saber que se la robaron. Les explicó que funciona a dos "escalas", la global y la local. La cantidad de viajes era incierta, pero limitada. Se podían hacer más viajes locales, (era probable que Víctor hubiera agotado su reserva de viajes y por eso se quedó varado algunas horas cuando necesitaba escapar).
Del reloj se estremeció en cuanto lo vio. Lo conocía como una de las reliquias más fuertes, y, aun así, casi no sabía nada de él, pues no había visto su actuar de primera mano. Les advirtió usar sus reliquias con suma precaución. Ningún humano estaba hecho para portarlas, no solo afectan al cuerpo, consumen la mente y se apropian de la voluntad. Son parásitos para el alma y sin el cuidado debido llevan a la locura. Por eso mismo Zalman era de temer. Su objetivo incierto concluiría al robar todas las reliquias, en especial el reloj.
Después de un momento de silencio, Al preguntó por qué su abuelo había referido que Fermonsé sabría algo acerca de su papá. El señalado respondió extrañado, pues se lamentó de desconocer la respuesta. Le contó lo que sabía. Quizá su abuelo se refería a otra cosa, o tal vez era un asunto al que debía dársele varias vueltas. Prometió relatar cualquier cosa que recordara a partir de entonces.
Sin más información pertinente que dar, les hizo una proposición que no podían despreciar. Fermonsé tenía una vendetta personal contra Zalman, pero casi no tenía aliados. Todos los usuarios de reliquias que conocía formaban parte del bando opuesto. Les habló del mal que había hecho en los últimos años, de lo pacífico que sería el mundo sin él de por medio. No hizo falta relucir todos los beneficios de una asociación, Al y su equipo aceptaron casi al momento. El plan de Fermonsé consistía en atacar a los eslabones más débiles de la cadena que lideraba Zalman. Quitarles sus reliquias y dejarlo sin peones. Él propio Fermonsé "trabajaba" para Zalman, por lo que podría proporcionarles información, ubicación y debilidades del objetivo, lo único que debían hacer era encontrarlos y robarles.
Con esta unión acordada se despidieron. Fermonsé les entregó un folder con los datos del primer objetivo, "el más débil", según dijo. Cuando hubieron partido y quedó a solas en su mansión, suspiró aliviado. Por fin podría vengarse de Zalman.
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Las reliquias.
AdventureEn un mundo similar al nuestro, existen objetos de gran poder. Tiempo, espacio, obscuridad, inmortalidad, cualquier cosa que se desee puede hacerse realidad... Aquellos que portan una reliquia son temidos y respetados ¿Qué pasará cuando Alistair, un...