Para cuando Aradia abrió los ojos, Alistair ya estaba despierto. Ambos se abrazaron en silencio, habían superado sus mayores deseos y temores y decidieron volver a la realidad. Después notaron que no todos habían despertado.
Lara yacía en el suelo e intentaron despertarla sin éxito, lo que desesperó a Aradia. Alistair, por su parte, intentó encontrar a Tírcov y Lichsebrat. Según recordaba, los habían reunido a todos en ese mismo lugar, pero ninguno estaba a la vista. No… Esos no eran sus nombres. “Víctor” y “Christabel”. Algunos recuerdos del sueño seguían adheridos a su mente.
Le explicó a la niña que debía ir a buscarlos. Ella no quiso separarse de Lara. Alistair se apresuró a investigar los alrededores, tampoco quería descuidar a la pequeña. Recorrió el lugar a tientas, todas las luces estaban apagadas y la luz filtrada por las ventanas era mínima. En su caminata tropezó. Cuando se puso de pie sintió humedad en sus manos. Apenas fue capaz de verlo, pero tenía las manos manchadas con sangre. Se asustó y se limpió con su propia ropa. Para cuando superó el shock, notó que Christabel estaba tendida en el suelo. Se apresuró a ella, temiendo lo peor. En ese momento, Christabel acababa de conversar con un dios y lo último que escuchó fue “¡Vive!”. En ese instante despertó, siendo Alistair lo primero que vio. Ambos se sonrieron con alivio. Christabel creyó que todo había sido un simple sueño. Su ser consciente olvidó esos delirios casi por completo. Alistair la guio hacia el lugar donde estaban las demás. Se dieron cuenta de que ya no tenían ninguna de las reliquias. Estaban indefensos y con una de ellos aún desmayada. Alistair dejó a Christabel junto con Aradia y Lara. Quería asegurarse de que el lugar fuera seguro. Todavía tenía que encontrar a Víctor. En su caminata encontró la salida de ese lugar. El sol estaba a punto de salir ¿Cuánto tiempo habían dormido?
No encontró ni rastro de Víctor. Decidieron esperar al amanecer. Lara tendría que despertar para entonces. Los minutos pasaron. Aradia intentaba usar sus poderes con Lara, pero no había nada que curar. Los rayos del sol atravesaron las altas ventanas y Lara no despertó.
Como ya se ha dicho, Víctor logró escapar del sueño gracias a un gato blanco. Él fue el primero en detectar el engaño en que se encontraba. Despertó antes que Al y Aradia, pero no lo hizo al lado de ellos. Abrió los ojos en una celda de paredes blancas y barras metálicas. Ni el sol ni la luna lo acariciaban, solo el frío podía tocarlo. Seguía confundido ¿El sueño había terminado? El mundo onírico que abandonó se sentía genuino, bien podría seguir ahí.
- Despertaste -dijo una voz más allá de la celda.
Los ojos de Víctor se centraron en él.
- ¿Dónde estoy? -preguntó Víctor.
- ¿Cómo lo hiciste? -él se acercó. Llevaba puestos lentes rectangulares que brillaban con intensidad. Vestía una bata de laboratorio y su cabello era grasiento. Era de piel pálida. Tenía alrededor de cincuenta años.
- ¿Quién eres? ¿¡Dónde están mis amigos!?
- Ganarás una respuesta si respondes mi pregunta. ¿Cómo despertaste?
- Yo… pasaron tantas cosas… me encontré con un gato blanco. Desperté cuando maulló.
- Solo tardaste nueve horas en despertar. Debes tener una voluntad increíble ¿Qué pregunta quieres responder?
Víctor se supo a merced de ese hombre. Pensó durante un momento y cuestionó:
- ¿Dónde están mis amigos?
- Eso no lo sé. Fuiste el único al que trajeron, así que todos están muertos o inconscientes en algún lugar abandonado. De cualquier forma, pronto dejarán de importarte.
Víctor no respondió ¿Todos muertos? No podía ser, sin embargo… Recordó de golpe el homicidio de Christabel. Sintió un vacío en su estómago.
El hombre con quien habló se dirigía fuera de la habitación.
- ¡Espera! -imploró Víctor- ¿Por qué estoy aquí?
- Me ayudarás a probar una nueva reliquia.
Eso fue lo último que dijo antes de salir. Lo dejó solo con sus pensamientos y arrepentimientos. Se tiró al suelo y se agazapó en una esquina de la celda. Tenía miedo. Su pecho se sentía vacío. Había escapado de la pesadilla para encontrarse con algo peor.
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Las reliquias.
AventuraEn un mundo similar al nuestro, existen objetos de gran poder. Tiempo, espacio, obscuridad, inmortalidad, cualquier cosa que se desee puede hacerse realidad... Aquellos que portan una reliquia son temidos y respetados ¿Qué pasará cuando Alistair, un...