Después de la emocionante victoria en el Mundial y las celebraciones en Australia, Alexia y Emma regresaron a su vida cotidiana con un nuevo sentido de propósito y motivación. Habían pasado semanas inolvidables, llenas de amor y aventuras, pero ahora era momento de volver al trabajo y enfrentar los desafíos del futuro.
El automovilismo había tenido una pausa, pero ahora el rugido de los motores estaba a punto de regresar. Emma estaba lista para volver a las pistas, y Alexia, aunque feliz por el éxito de su equipo de fútbol, sentía la necesidad de seguir explorando nuevas oportunidades en su carrera.
Una mañana, mientras disfrutaban de un desayuno tranquilo en su apartamento, el teléfono de Alexia sonó. Era Javier, su manager, con una noticia inesperada.
—Buenos días, Alexia. Espero no interrumpir nada importante —dijo Javier.
—Buenos días, Javier. No, estamos solo desayunando. ¿Qué pasa? —preguntó Alexia, intrigada.
—He recibido una oferta muy interesante para ti. El equipo de comentaristas deportivos de una de las principales cadenas de televisión está buscando a alguien con tu experiencia y carisma para unirse a ellos en la próxima carrera. Quieren que seas comentarista —explicó Javier, con entusiasmo.
Alexia quedó en silencio por un momento, procesando la información. La idea de ser comentarista deportiva en una carrera de F1 le parecía emocionante y un nuevo desafío en su carrera.
—¿Comentarista deportiva? Nunca había considerado esa posibilidad, pero suena interesante —dijo Alexia, con una sonrisa.
—Creo que serías perfecta para el papel. Tienes la experiencia en deportes y una gran presencia frente a la cámara. ¿Te gustaría intentarlo? —preguntó Javier.
Alexia miró a Emma, quien la observaba con una sonrisa alentadora.
—¿Qué piensas, Emma? —preguntó Alexia.
—Creo que es una oportunidad increíble. Sería una nueva aventura para ti y algo que podrías disfrutar mucho. Además, siempre he pensado que tienes un gran talento para comunicarte —respondió Emma, animándola.
—Entonces, acepto. Dile que estoy interesada, Javier —dijo Alexia, sintiéndose emocionada por la nueva oportunidad.
Con la decisión tomada, Alexia comenzó a prepararse para su nuevo rol como comentarista deportiva. Pasó horas estudiando información sobre los equipos, pilotos y la historia de las carreras para asegurarse de estar bien preparada.
Emma la apoyaba en cada paso del camino, ayudándola a practicar su voz y presencia frente a la cámara. Juntas, repasaban posibles preguntas y temas que podrían surgir durante la transmisión.
—Recuerda, Alexia, sé tú misma. Tienes un gran conocimiento y una pasión por los deportes que se notará cuando hables. Confía en ti misma —dijo Emma, dándole un beso en la mejilla.
Finalmente, llegó el día de la carrera. Emma estaba inscrita en la competición y Alexia estaba lista para debutar como comentarista. El circuito estaba lleno de energía, con fanáticos de todo el mundo ansiosos por ver a sus pilotos favoritas en acción. Alexia llegó al lugar con anticipación, sintiendo una mezcla de nervios y emoción.
El equipo de producción la recibió calurosamente, mostrándole su lugar en el set y explicándole el flujo de la transmisión. Alexia se sintió bien acogida y agradeció la oportunidad de trabajar con un equipo tan profesional.
Cuando la carrera comenzó, Alexia tomó su lugar en el set, frente a las cámaras. Sus compañeros comentaristas la presentaron y ella saludó al público con una sonrisa confiada.
—Buenas tardes a todos. Es un honor estar aquí hoy y compartir con ustedes esta emocionante carrera. Estoy ansiosa por brindarles mis perspectivas y análisis durante el evento —dijo Alexia, sintiéndose cada vez más cómoda en su nuevo rol.
A medida que la carrera avanzaba, Alexia demostró su conocimiento y pasión por el deporte, proporcionando comentarios perspicaces y emocionantes. Su voz resonaba con entusiasmo, capturando la atención de los espectadores.
Emma, desde la pista, se concentraba en cada curva y adelantamiento, sabiendo que Alexia estaba allí, viéndola y apoyándola de una nueva manera. La presencia de Alexia en la cabina de comentaristas le daba una motivación extra para dar lo mejor de sí misma.
—Emma García toma la delantera con una maniobra increíble. La conocemos como una piloto audaz y determinada, y está demostrando exactamente eso hoy —comentaba Alexia con entusiasmo mientras Emma realizaba una maniobra arriesgada.
Al final de la carrera, Emma cruzó la meta en primer lugar. Los aplausos y vítores llenaron el circuito. Alexia se sentía realizada y emocionada por haber tomado esta nueva oportunidad, y por poder compartir este momento tan especial con Emma.
—Lo hiciste increíble, Alexia. Estoy tan orgullosa de ti —dijo Emma, abrazándola fuertemente.
—Y tú, Emma, eres impresionante. Ver cómo manejas y compites es un privilegio. No podría haberlo hecho sin tu apoyo —respondió Alexia, besándola suavemente.
La experiencia como comentarista deportiva abrió una nueva puerta en la vida de Alexia. Aunque seguía siendo una estrella en el mundo del fútbol, ahora tenía una nueva pasión y una plataforma para compartir su amor por los deportes con un público más amplio.
Juntas, Alexia y Emma sabían que enfrentaban un futuro lleno de nuevas oportunidades y desafíos. Pero con su amor y apoyo mutuo, estaban listas para conquistar cualquier cosa que la vida les presentara.
Esa noche, de regreso en su hotel, Alexia y Emma decidieron celebrar el éxito de ambas con una cena tranquila. Sentadas en el balcón, disfrutando de una vista panorámica de la ciudad iluminada, reflexionaron sobre el increíble viaje que habían vivido juntas.
—Ha sido un año increíble, lleno de altibajos, pero no cambiaría nada de lo que hemos vivido —dijo Emma, levantando su copa de vino.
—Yo tampoco, Emma. Cada desafío y cada victoria nos ha hecho más fuertes. Y saber que siempre nos tenemos la una a la otra es lo que más importa —respondió Alexia, brindando con Emma.
Mientras brindaban, ambas sabían que estaban listas para enfrentar el futuro con confianza y amor. La vida continuaba presentándoles nuevas oportunidades y aventuras, y estaban emocionadas por descubrir lo que les esperaba a la vuelta de la esquina.
Al día siguiente, aprovechando que aún faltaban algunos días para la próxima carrera de Emma, decidieron explorar la ciudad. Querían disfrutar y relajarse un poco antes de la acción en la pista. Caminando por el puerto, maravillándose y disfrutando de un helado bajo el sol, las dos se sintieron más unidas que nunca.
Emma no podía evitar pensar en la próxima carrera y en cómo Alexia estaría allí, no solo como su pareja, sino también como compañera, aportando su entusiasmo y conocimiento a los espectadores.
—Este lugar es increíble, Alexia. Me encanta poder compartir esto contigo antes de la carrera —dijo Emma, tomándole la mano.
—Y a mí me encanta estar aquí contigo. Me siento tan afortunada de tenerte a mi lado en todo esto —respondió Alexia, sonriendo.
Al día siguiente, dedicaron la mañana a preparar todo lo necesario para la carrera de Emma. Revisaron el equipo, ajustaron los detalles del coche y repasaron la estrategia para la pista. Alexia, aunque nueva en el rol de comentarista, aportaba sus ideas y observaciones, mostrando su apoyo y entusiasmo.
—Vamos a asegurarnos de que estés lista para brillar, Emma. Sé que esta carrera será especial para ti, y la ganarás preciosa —dijo Alexia, mientras ajustaba un detalle en el casco de Emma.
—Gracias, amor. Tenerte aquí me da una motivación extra. Sé que puedo hacerlo con tu apoyo —respondió Emma, dándole un beso.
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Pistas Cruzadas - Alexia Putellas
FanfictionLa apasionante vida de Emma, una piloto de Fórmula 1, y Alexia, una estrella del fútbol, se entrelaza en una historia de amor, desafíos y triunfos. Desde las pistas de carreras en Barcelona hasta los estadios de fútbol más prestigiosos del mundo, am...