Capítulo 91: Competencia Final

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El bullicio del circuito estaba en su punto álgido. La atmósfera vibraba con una mezcla de nerviosismo y anticipación. Era la última carrera de la temporada, y todas las miradas estaban puestas en Emma. La joven piloto había tenido una temporada increíble, y esta última competencia decidiría si se coronaría como campeona.

El sol apenas comenzaba a despuntar cuando Emma llegó al circuito. El equipo estaba ocupado afinando los últimos detalles del coche. Alexia, a pesar de sus propios compromisos, estaba allí desde el amanecer, asegurándose de que Emma sintiera su apoyo en cada momento. La rehabilitación de Alexia había sido difícil, pero su presencia inquebrantable le había dado a Emma la fuerza que necesitaba.

—¿Lista para hoy? —preguntó Alexia, sonriendo mientras le entregaba a Emma un café caliente.

—Lista como nunca —respondió Emma, devolviendo la sonrisa—. Hoy es el gran día.

Alexia asintió, consciente de la importancia del momento. Sabía que Emma había trabajado incansablemente para llegar hasta aquí y que esta carrera no solo representaba un trofeo, sino el reconocimiento de todo su esfuerzo y talento.

Dentro del garaje, el ambiente era una mezcla de calma antes de la tormenta y una energía frenética. Emma revisaba mentalmente cada curva y recta del circuito mientras el equipo terminaba de ajustar el coche. Sus pensamientos, sin embargo, se veían interrumpidos por la imagen de Alexia en las gradas, alentándola.

—Recuerda, Emma, es solo una carrera más. Haz lo que sabes hacer mejor —dijo su jefe de equipo, colocando una mano reconfortante en su hombro.

Emma asintió, tomando una profunda respiración. A pesar de la presión, se sentía en paz. Sabía que Alexia estaría allí, apoyándola sin importar el resultado.

El rugido de los motores llenaba el aire cuando los coches se alinearon en la parrilla de salida. Emma ajustó sus guantes y se aseguró de que todo estuviera en su lugar. El casco, aquel que había diseñado para Alexia y que fue un símbolo de sus luchas y victorias, se sentía como una segunda piel, sabía que si lograba el gane sería como un tributo para ella.

Desde su lugar en las gradas, Alexia observaba con el corazón en un puño. Cada vez que Emma estaba en la pista, una mezcla de orgullo y ansiedad la invadía. Esta carrera, sin embargo, era diferente. Había tanto en juego.

—Vamos, Emma. Tú puedes —murmuró Alexia para sí misma.

El semáforo se apagó y la carrera comenzó con un estallido de velocidad y adrenalina. Emma arrancó con fuerza, manteniéndose firme en su posición mientras los coches se disputaban cada centímetro de la pista. Cada curva, cada adelantamiento era una prueba de su habilidad y determinación.

Desde las gradas, Alexia no podía quitarle los ojos de encima. Sus manos se cerraban en puños cada vez que Emma enfrentaba una maniobra arriesgada, y soltaba el aliento cada vez que salía airosa. Los minutos pasaban y la tensión crecía.

A mitad de la carrera, Emma se encontraba en una feroz batalla por el primer lugar. Sus competidores no le daban tregua, pero ella mantenía su concentración, calculando cada movimiento con precisión. Sabía que un error podría costarle todo.

—Vamos, Emma, mantente firme —gritó Alexia, levantándose de su asiento.

El equipo de Emma también sentía la presión. Cada segundo contaba y las estrategias debían ajustarse sobre la marcha. El jefe de equipo mantenía una comunicación constante con Emma, guiándola y dándole ánimos.

—Estás haciendo un gran trabajo, Emma. Mantén el ritmo —dijo por el intercomunicador.

—Gracias, jefe. Voy a darlo todo —respondió Emma, con la voz firme.

Pistas Cruzadas - Alexia Putellas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora