El sol brillaba intensamente sobre el circuito, reflejando su luz en la pista y en los coches que se preparaban para la próxima carrera. El equipo de Emma se encontraba en un frenesí de actividad, con cada mecánico y técnico concentrado en su tarea. Las recientes traiciones y problemas técnicos aún pesaban sobre sus hombros, pero la determinación de seguir adelante era palpable en el aire. Cada miembro del equipo sabía que no había margen para errores, y que su esfuerzo conjunto sería clave para enfrentar lo que estaba por venir.
Emma estaba en el garaje, revisando los últimos detalles de la estrategia junto a Javier y el resto del equipo técnico. Habían pasado semanas intensas de ajustes y pruebas, y cada segundo contaba. Emma, con su habitual calma bajo presión, revisaba una vez más los datos en su tablet, comparando las cifras de rendimiento del coche.
—Tenemos que asegurarnos de que el coche esté en su mejor forma. No podemos permitirnos más errores —dijo Emma, su tono firme pero sereno, reflejando su compromiso con el equipo y la carrera.
Javier, con el ceño fruncido mientras revisaba los datos, asintió.
—Estamos en ello, Emma. No dejaremos nada al azar —respondió con convicción.
Olga, la rival de Emma, acechaba desde las sombras, observando cada movimiento del equipo de su adversaria. Con un historial de estrategias turbias y acciones desleales, Olga había estado buscando una oportunidad para desestabilizar a Emma y su equipo, especialmente después de los recientes éxitos de Emma que habían puesto a Olga y su escudería bajo presión. A través de un contacto infiltrado, un técnico temporal que había conseguido introducirse en el equipo de Emma, Olga logró acceder a los sistemas informáticos de la escudería, obteniendo información crucial sobre la configuración del coche y las estrategias de carrera.
Una noche, aprovechando el momento en que el garaje estaba vacío, Olga y su cómplice accedieron a los sistemas. Las cámaras de seguridad estaban convenientemente apagadas, y los guardias de seguridad no estaban en su lugar. Era el momento perfecto para ejecutar su plan. Con movimientos rápidos y precisos, el técnico copió los archivos confidenciales que contenían información detallada de la configuración del coche, la telemetría, y los planes estratégicos para la carrera.
Olga sonrió mientras revisaba los archivos en su laptop, complacida con lo que había logrado obtener.
—Esto será suficiente para arruinar su carrera —dijo, con una sonrisa maliciosa curvando sus labios—. Emma no sabrá qué le golpeó.
Al día siguiente, mientras el equipo revisaba los sistemas y realizaba los preparativos finales, Emma comenzó a notar algo extraño en los datos. Las cifras no cuadraban, y los patrones de telemetría parecían inconsistentes. Los números simplemente no tenían sentido, y la diferencia era lo suficientemente sutil como para ser ignorada por cualquiera menos por Emma.
—Julián, algo no está bien —dijo Emma, con una expresión de preocupación mientras mostraba los datos a su jefe de ingenieros. Julián se acercó, su rostro adoptando una expresión de seriedad mientras revisaba los números.
—Déjame ver… —respondió Julián, sus ojos escaneando los gráficos y las tablas en la pantalla—. Esto no es normal. Estos valores no deberían cambiar de esta manera. ¿Crees que alguien ha podido acceder a nuestros sistemas?
Emma suspiró, sintiendo una mezcla de ira y preocupación. Había visto suficientes trampas en su carrera para reconocer un sabotaje.
—Es posible. Necesitamos revisar todos los sistemas y asegurar nuestros datos —respondió Emma con firmeza. Su mente ya estaba evaluando las posibles consecuencias de la fuga de información, y la idea de que Olga estuviera detrás no la sorprendía en absoluto. Sabía que su rival no se detendría ante nada para ganar.
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Pistas Cruzadas - Alexia Putellas
FanficLa apasionante vida de Emma, una piloto de Fórmula 1, y Alexia, una estrella del fútbol, se entrelaza en una historia de amor, desafíos y triunfos. Desde las pistas de carreras en Barcelona hasta los estadios de fútbol más prestigiosos del mundo, am...