La mañana avanzaba lenta, y aunque Kai había logrado regresar antes de que Ethan notara su ausencia por completo, no podía sacudirse la sensación de peligro que lo acechaba constantemente. Cada paso que daba al lado de Ethan era una lucha contra Rain, una batalla interna que se intensificaba con cada instante. Ethan, por su parte, parecía sentir algo diferente en el aire, pero no presionaba demasiado. Sabía que Kai llevaba un mundo entero sobre sus hombros, aunque no comprendía del todo lo que implicaba.
El desayuno fue un asunto tranquilo. Ethan lo había preparado como siempre, con una habilidad que había adquirido a través de los años viviendo solo. Kai lo observaba moverse por la cocina, cada movimiento fluido, cada gesto natural. No podía evitar sentir una atracción profunda, una necesidad visceral de proteger a Ethan de todo lo que lo rodeaba, incluido él mismo.
—¿Estás bien? —preguntó Ethan de repente, rompiendo el silencio mientras servía café en dos tazas—. Te noto... distante.
Kai, que había estado absorto en sus pensamientos, levantó la vista bruscamente. Sus ojos se encontraron con los de Ethan, y por un segundo, no supo qué responder. Las palabras estaban atrapadas en su garganta, atascadas entre la verdad y la necesidad de ocultar su lucha.
—Sí —respondió finalmente, esbozando una sonrisa que no alcanzaba a sus ojos—. Solo ha sido una noche larga.
Ethan lo observó con detenimiento. No era tonto, podía percibir las tensiones ocultas que Kai intentaba disimular, pero sabía que no podía forzar una confesión. Si Kai iba a hablar, tendría que hacerlo a su ritmo.
—Si necesitas hablar de algo —dijo con suavidad, dándole un sorbo a su café—, estoy aquí.
Kai asintió, pero evitó su mirada, centrándose en su propia taza. Sabía que Ethan lo decía en serio, pero también sabía que no podía contarle todo. ¿Cómo podría explicarle lo que realmente estaba sucediendo? ¿Cómo podría confesar que, en cualquier momento, podría perder el control y convertirse en alguien completamente distinto? Alguien que no solo lo lastimaría a él, sino también a Ethan.
Pero esa pregunta no dejaba de rondar su mente. ¿Hasta cuándo podría seguir escondiendo su verdad?
El día transcurrió con la misma extraña calma. Ethan propuso salir a dar una vuelta por la ciudad, y Kai aceptó, aunque sus pensamientos seguían en otro lugar. Mientras caminaban por las calles abarrotadas, el bullicio de la ciudad se volvía un ruido lejano, casi irreal. Sentía la presencia de Rain como una sombra constante, una amenaza acechando a la vuelta de cada esquina.
No obstante, mientras caminaban lado a lado, Ethan hacía esfuerzos por mantener una conversación ligera. Intentaba distraerlo, sacarle sonrisas, hablar de temas triviales para aligerar el peso que sabía que Kai cargaba. Y por momentos, funcionaba. Kai se permitía sonreír genuinamente, aunque fuese por breves segundos. Pero, inevitablemente, esa sensación de peligro regresaba con fuerza, impidiéndole disfrutar por completo del momento.
Al caer la tarde, se detuvieron en un pequeño parque. Ethan sugirió sentarse en uno de los bancos para descansar un rato, y Kai aceptó. El cielo comenzaba a teñirse de un suave color anaranjado, y el aire fresco traía consigo una sensación de paz que contrastaba con el caos en la mente de Kai.
—¿Sabes? —comenzó Ethan, rompiendo el silencio una vez más—, a veces pienso que te esfuerzas demasiado por mantener todo bajo control. Como si... estuvieras luchando contra algo que no puedo ver.
Kai sintió que su corazón se detenía por un instante. Ethan siempre había sido perceptivo, pero escuchar esas palabras le hacía preguntarse cuánto sabía realmente.
—Es solo... —Kai comenzó a hablar, pero se detuvo, incapaz de encontrar las palabras correctas—. No es tan simple, Ethan. Hay cosas que...
—Sé que no es simple —interrumpió Ethan, girándose hacia él, sus ojos llenos de sinceridad—. Pero eso no significa que tengas que enfrentarlo solo. Estoy aquí, Kai. Puedes confiar en mí.
La vulnerabilidad en la voz de Ethan hizo que algo se rompiera dentro de Kai. Había intentado mantener todo oculto por tanto tiempo, intentando proteger a Ethan de lo peor de sí mismo, pero la verdad era que lo estaba alejando. Estaba construyendo un muro entre ambos, y cada día que pasaba, ese muro se hacía más alto.
—No es que no quiera confiar en ti —dijo finalmente Kai, su voz baja, casi un susurro—. Es que tengo miedo. Miedo de lo que podría pasar si lo hago.
Ethan frunció el ceño, confundido.
—¿De qué tienes miedo?
Kai respiró hondo, sintiendo el peso de la verdad a punto de salir a la luz.
—Hay algo en mí... algo que no puedo controlar. Una parte de mí que no quiero que veas. Porque si lo haces, si llegas a conocer esa parte de mí... podría perderte.
El silencio que siguió fue abrumador. Ethan lo miraba con atención, procesando cada palabra, intentando entender lo que Kai estaba diciendo.
—No te voy a perder, Kai —dijo finalmente, su voz firme y decidida—. No importa lo que sea. No importa lo que estés pasando. No voy a dejar que eso nos separe.
Kai sintió que las lágrimas amenazaban con aparecer, pero las contuvo. Había esperado tanto tiempo escuchar algo así, pero ahora que lo hacía, se daba cuenta de lo poco preparado que estaba para enfrentarlo.
—Ethan... yo...
Antes de que pudiera decir algo más, Ethan tomó su mano. Fue un gesto sencillo, pero lleno de significado. La calidez del tacto de Ethan atravesó las defensas de Kai, haciéndolo sentir más expuesto que nunca. Pero, al mismo tiempo, había algo profundamente reconfortante en ese contacto. Era una promesa silenciosa, una declaración de que Ethan estaba allí para él, sin importar lo que sucediera.
—Confía en mí —dijo Ethan suavemente, su mano aún sosteniendo la de Kai—. Pase lo que pase, lo enfrentaremos juntos.
Kai asintió, incapaz de decir algo más. Pero en su corazón, sabía que la verdadera batalla estaba a punto de comenzar. Rain no se quedaría quieto por mucho tiempo. Lo sabía. Y cuando llegara el momento, tendría que hacer todo lo posible para proteger a Ethan.
Pero, por ahora, mientras el sol se ocultaba lentamente en el horizonte, Kai se permitió disfrutar del momento, sabiendo que, aunque la oscuridad se avecinaba, no estaba solo.
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Broken Minds, Healing Hearts #1 [✔]
Teen FictionPRIMERA HISTORIA 🌟 Broken Minds, Healing Hearts🌟 En un mundo donde las heridas invisibles a menudo duelen más que las visibles, se cuenta la historia de jóvenes que navegan por la complejidad de sus emociones y desafíos internos. "Broken Minds, He...