El apartamento quedó sumido en un silencio tenso tras la partida de Aaron, quien había desaparecido tan rápido como había llegado. Ethan y Kai no habían tenido tiempo de reaccionar antes de que se desvaneciera en la oscuridad de la noche, dejándolos con más preguntas que respuestas.
Ethan se dejó caer en el sofá, su cuerpo temblando por la adrenalina y la confusión. Kai permanecía de pie, mirando hacia la puerta con el ceño fruncido, como si esperara que Aaron volviera a aparecer en cualquier momento.
—Esto no está bien... —murmuró Ethan, llevándose las manos a la cabeza—. No puede ser real. No después de todo lo que pasó.
Kai se acercó lentamente y se sentó junto a él, tomando su mano con delicadeza.
—Lo es, Ethan —dijo en voz baja—. Aaron está aquí, y está claro que no ha regresado por nada bueno.
Ethan asintió, pero sus pensamientos estaban revueltos. Las imágenes de su pasado con Aaron se arremolinaban en su mente, trayendo consigo una mezcla de emociones que no sabía cómo procesar. Miedo, culpa, nostalgia... y algo más profundo, algo que no quería reconocer.
—¿Qué vamos a hacer ahora? —preguntó Ethan, sin mirarlo directamente—. No puedo enfrentarme a él otra vez. No después de todo lo que me hizo.
Kai apretó su mano con firmeza, sus ojos fijos en los de Ethan.
—No estás solo en esto —dijo Kai, con una calma que contrastaba con la tormenta interna de Ethan—. Vamos a superarlo juntos. Sea lo que sea que Aaron quiera, no va a conseguirlo. Te protegeré, Ethan.
Ethan quería creer en esas palabras, quería aferrarse a la seguridad que siempre había encontrado en Kai. Pero sabía que Aaron no era alguien que se rendía fácilmente. Había visto de lo que era capaz, y sabía que esta vez no sería diferente.
—Hay algo que no te he contado... —Ethan finalmente rompió el silencio, su voz apenas un susurro—. Algo que nunca te dije sobre Aaron y lo que realmente pasó entre nosotros.
Kai lo miró con curiosidad y preocupación, pero no lo interrumpió. Sabía que Ethan necesitaba tiempo para encontrar las palabras adecuadas.
—Cuando todo empezó entre Aaron y yo, fue... diferente —comenzó Ethan, luchando por mantener la compostura—. Era mi primer amor, o al menos eso pensé. Me atrapó completamente, me hizo sentir cosas que nunca había experimentado antes. Pero pronto me di cuenta de que había algo oscuro en él, algo que no podía controlar.
Kai escuchaba en silencio, su mano aún entrelazada con la de Ethan, brindándole el apoyo que necesitaba.
—Aaron... —Ethan tragó saliva, como si las palabras fueran difíciles de pronunciar—. Aaron me manipulaba, jugaba con mis emociones y me hacía depender de él. Hubo momentos en los que me sentí atrapado, como si no hubiera escapatoria. Y cuando las cosas se pusieron mal... cuando todo se salió de control, fue demasiado tarde para dar marcha atrás.
Kai frunció el ceño, su expresión endureciéndose al escuchar la confesión de Ethan.
—¿Te hizo daño? —preguntó, su voz baja pero cargada de preocupación.
Ethan asintió lentamente, sus ojos llenos de dolor.
—Sí —admitió, su voz temblorosa—. Y cuando todo terminó, pensé que lo había perdido para siempre. Pensé que había muerto. Pero ahora está aquí, y no sé qué hacer.
Kai cerró los ojos por un momento, tomando una respiración profunda para calmarse. El dolor en la voz de Ethan lo atravesaba, y la furia que sentía hacia Aaron crecía con cada palabra que escuchaba. No podía soportar la idea de que alguien hubiera lastimado a Ethan de esa manera.
—No vamos a dejar que te haga daño de nuevo —dijo Kai, con una determinación inquebrantable—. Sea lo que sea que Aaron quiera, no va a conseguirlo. Te prometo que no lo permitiré.
Ethan miró a Kai, sintiendo una mezcla de gratitud y miedo. Sabía que Kai haría todo lo posible por protegerlo, pero también sabía que Aaron no se detendría ante nada. Las cosas estaban por empeorar, y la batalla que se avecinaba sería más peligrosa de lo que ambos podían imaginar.
Justo cuando parecía que la conversación había llegado a un punto muerto, el teléfono de Ethan vibró en la mesa de café. Ambos se miraron por un segundo antes de que Ethan lo tomara y leyera el mensaje que acababa de llegar.
"Nos veremos pronto. No puedes huir de mí para siempre. A."
Ethan sintió cómo su estómago se revolvía, y el terror lo inundaba de nuevo. Aaron no solo estaba vivo; estaba observando. Y eso significaba que su tiempo se estaba acabando.
—Tenemos que hacer algo —dijo Ethan, su voz llena de desesperación—. No podemos quedarnos aquí y esperar a que aparezca de nuevo. No puedo vivir con esta amenaza constante.
Kai asintió, comprendiendo la urgencia en las palabras de Ethan.
—Llamaré al detective Harrison —sugirió—. Necesitamos saber todo lo que podamos sobre Aaron y lo que ha estado haciendo desde que desapareció. Si tiene alguna debilidad, la encontraremos.
Ethan asintió, sabiendo que era lo más lógico. Pero mientras Kai se levantaba para hacer la llamada, Ethan no pudo evitar sentir que algo más grande estaba en juego, algo que no podía controlar.
Porque, aunque no lo quería admitir, una parte de él todavía estaba atrapada en el pasado con Aaron, y sabía que enfrentarlo significaría mucho más que solo sobrevivir. Significaría enfrentar sus propios demonios, los que había enterrado durante tanto tiempo.
Y sabía que eso sería lo más difícil de todo.
Kai terminó de hablar con el detective Harrison, quien acordó reunirse con ellos al día siguiente para discutir los próximos pasos. Pero incluso mientras planeaban su estrategia, Ethan sabía que la verdadera batalla no se libraría en la realidad.
Se libraría dentro de él mismo, entre el amor que sentía por Kai y los oscuros lazos que aún lo unían a Aaron.
Una batalla que, en el fondo, temía perder.
ESTÁS LEYENDO
Broken Minds, Healing Hearts #1 [✔]
TeenfikcePRIMERA HISTORIA 🌟 Broken Minds, Healing Hearts🌟 En un mundo donde las heridas invisibles a menudo duelen más que las visibles, se cuenta la historia de jóvenes que navegan por la complejidad de sus emociones y desafíos internos. "Broken Minds, He...