Capítulo 39

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Ethan despertó en medio de la noche, bañado en sudor frío. Su corazón latía con fuerza, cada golpe resonando en sus oídos como un eco distante que no podía ignorar. Había sido otro sueño, otra pesadilla, y esta vez Dylan estaba en el centro de ella. Recordó el sonido de su voz al teléfono, el tono cargado de malicia, y no pudo evitar sentir que algo oscuro se avecinaba.

Se sentó en la cama, tratando de calmar su respiración. Al mirar a su lado, vio a Kai dormido profundamente. Su presencia era la única cosa que mantenía a Ethan anclado en la realidad, en el presente. Kai se había convertido en su refugio, en la única persona capaz de ayudarlo a mantener a raya los demonios que aún lo perseguían.

Sin hacer ruido, se levantó de la cama y se dirigió a la cocina. Encendió una pequeña lámpara y se sirvió un vaso de agua, intentando sacudirse la inquietud que lo invadía. Sin embargo, cada vez que intentaba pensar en otra cosa, la llamada de Dylan volvía a su mente. ¿Qué quería realmente? ¿Por qué ahora? Había pasado tanto tiempo, y Ethan no podía sacudirse la sensación de que esa llamada no era una simple coincidencia.

A medida que sorbía el agua, sus pensamientos se volvieron más oscuros. Sabía que Dylan no se detendría fácilmente. Había algo en su mirada, en su forma de hablar, que le hacía sentir que siempre tenía una intención oculta, como un depredador acechando a su presa. A pesar de lo lejos que había llegado desde que dejó esa parte de su vida atrás, ahora el miedo se arrastraba de vuelta, amenazando con arrebatarle la tranquilidad que había construido con tanto esfuerzo.

Kai se despertó poco después de que Ethan saliera de la cama, sintiendo su ausencia. Se levantó con rapidez, caminando hacia la cocina en busca de su compañero. Cuando lo encontró, apoyado contra el fregadero, con el vaso entre las manos y una expresión distante, supo que algo estaba mal.

—¿Qué sucede? —preguntó con suavidad, acercándose a él.

Ethan levantó la mirada, su expresión vacilante. No quería cargar a Kai con sus miedos, no quería que su relación se viera afectada por el pasado que tanto había intentado dejar atrás. Pero cuando sus ojos se encontraron, vio la preocupación genuina en el rostro de Kai, y algo dentro de él se desmoronó.

—No puedo dejar de pensar en él —admitió Ethan en voz baja—. En Dylan. No sé por qué me llamó, pero... siento que está tramando algo, que no es una simple llamada del pasado.

Kai frunció el ceño, sus ojos llenos de empatía y determinación.

—Lo que sea que esté planeando, no tiene por qué afectarte. No ahora. Ya no eres la misma persona que fuiste cuando lo conociste. Has crecido, has cambiado. Y no estás solo en esto.

Ethan dejó el vaso en la encimera y se acercó a Kai, quien lo envolvió en un abrazo reconfortante. La sensación de estar protegido, de estar en casa con Kai, le trajo un poco de paz, aunque la tormenta en su mente seguía latente.

—Tienes razón —murmuró Ethan—. Pero aún así... tengo miedo.

—Está bien tener miedo —dijo Kai, acariciando su cabello—. Pero no dejes que ese miedo te consuma. Si Dylan está tratando de volver a tu vida, lo enfrentaremos juntos. No dejaré que vuelva a lastimarte.

Las palabras de Kai hicieron que el peso en el pecho de Ethan se aligerara un poco. Sabía que tenía razón. Con Kai a su lado, tenía una fuerza que antes no había conocido. Pero aún había tantas cosas que le preocupaban, tantas preguntas sin respuesta.

Ambos se quedaron abrazados por un largo rato, en silencio, hasta que Ethan finalmente habló de nuevo.

—No sé si pueda soportar verlo otra vez —confesó en voz baja—. La última vez que lo hice... me destrozó. No quiero volver a ese lugar oscuro.

Kai lo apretó más fuerte contra su pecho, transmitiéndole su apoyo silencioso.

—No volverás a ese lugar. No mientras yo esté aquí.

Ethan levantó la vista hacia Kai, sus ojos llenos de gratitud. Sabía que, sin importar lo que el futuro les deparara, Kai estaría allí para sostenerlo. Pero la inquietud que Dylan había sembrado en su mente no se desvanecería fácilmente.

Los días pasaron lentamente, cada uno cargado de una tensión palpable que Ethan no podía sacudirse. Aunque intentaba distraerse con el trabajo, con las pequeñas rutinas que había establecido con Kai, no podía evitar sentir que algo se avecinaba. Dylan no era el tipo de persona que hacía las cosas sin un propósito, y la idea de que estuviera planeando algo lo mantenía alerta.

Kai, por su parte, intentaba hacer que Ethan se sintiera lo más cómodo posible. Sabía que su compañero estaba lidiando con demonios internos, y aunque no podía ahuyentarlos por completo, estaba dispuesto a estar a su lado en cada paso del camino.

Una tarde, mientras ambos estaban en la sala, Kai rompió el silencio.

—He estado pensando —dijo con cautela—. Quizá deberíamos hablar con alguien. Un profesional, quiero decir. Alguien que pueda ayudarte a procesar todo esto... lo de Dylan, tu pasado.

Ethan frunció el ceño al escuchar la sugerencia, pero no la descartó de inmediato. Sabía que Kai tenía razón, que probablemente hablar con alguien le ayudaría a lidiar con todo lo que estaba sintiendo. Pero parte de él aún se resistía. Hablar de Dylan, de lo que había pasado, era como abrir una herida que aún no había sanado por completo.

—No sé si estoy listo para eso —admitió Ethan, sintiendo la incomodidad crecer en su pecho.

—No tienes que hacerlo ahora —respondió Kai con suavidad—. Pero quiero que sepas que estaré contigo en cada paso. Lo que sea que decidas, no tienes que enfrentarlo solo.

Ethan asintió lentamente, agradecido por el apoyo incondicional de Kai. Sabía que, en algún momento, tendría que enfrentar su pasado de una manera más profunda, pero por ahora, se conformaba con la tranquilidad que le brindaba la presencia de Kai.

El teléfono de Ethan sonó nuevamente, haciéndolo saltar en el sofá. Miró la pantalla, esperando ver el nombre de Dylan otra vez, pero esta vez era otro número desconocido. Sintió una mezcla de alivio y preocupación mientras observaba el teléfono vibrar en su mano.

Sabía que no podía seguir huyendo de sus miedos para siempre.

Broken Minds, Healing Hearts #1 [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora