Capítulo 49

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El sol de la mañana se filtraba suavemente por las cortinas de la habitación, pintando patrones cálidos sobre el suelo de madera. Ethan estaba despierto, aunque aún no había abierto los ojos por completo. Podía sentir el peso de las sábanas sobre su cuerpo, pero también algo más. Un calor, una presencia. Lentamente, tomó conciencia del brazo que descansaba sobre su pecho, una mano que, aunque firme, era suave. El corazón de Ethan comenzó a latir con fuerza cuando recordó la noche anterior.

Había sido una noche diferente a todas las demás. Después de la conversación en la cocina, tanto él como Kai se habían dejado llevar por la honestidad que habían compartido. No había sido algo planeado, ni algo que Ethan esperaba, pero de alguna manera se había sentido inevitable. El deseo, la conexión que había estado creciendo entre ambos, finalmente había encontrado una salida. Y aunque sus cuerpos habían compartido más de lo que él pensaba que estaba listo para dar, no había ningún rastro de arrepentimiento en su mente. Había sido... lo correcto. Se había sentido bien.

A su lado, Kai se removió ligeramente, su respiración aún profunda y tranquila, indicándole que seguía dormido. Ethan abrió los ojos lentamente, observando el perfil de Kai en la luz suave de la mañana. Era extraño cómo, en cuestión de semanas, alguien que había sido un completo desconocido ahora ocupaba un lugar tan profundo y esencial en su vida. Había algo casi inquietante en lo rápido que habían evolucionado las cosas, pero a la vez, no podía ignorar lo natural que se sentía todo.

Ethan soltó un suspiro, tratando de ordenar sus pensamientos. Aunque su corazón le decía que estaba bien entregarse a este sentimiento, su mente aún estaba cargada de dudas. Los fantasmas del pasado no desaparecían fácilmente. Dylan aún rondaba en su subconsciente, una presencia oscura que lo hacía cuestionar si era capaz de tener algo genuino y sano con alguien. Después de todo, ¿cómo podía estar seguro de que no repetiría los mismos errores, que no volvería a perderse en alguien como lo había hecho con Dylan?

Pero entonces estaba Kai.

Kai, con su calma, su paciencia, y esa manera de mirarlo que hacía que Ethan se sintiera visto, comprendido y aceptado por completo. Era diferente. A pesar de las cicatrices del pasado, Ethan sentía que esta vez había algo que valía la pena arriesgar, aunque su miedo lo consumiera a veces.

Se giró lentamente, quitando el brazo de Kai de su pecho con suavidad para no despertarlo. Necesitaba un momento para él mismo, un espacio para pensar. Caminó hacia la ventana, mirando hacia la calle desierta. La vida seguía su curso allá afuera, completamente ajena a las tormentas emocionales que Ethan enfrentaba.

Había algo liberador en eso.

Tomando una respiración profunda, Ethan se apoyó en el marco de la ventana, dejando que el aire fresco de la mañana llenara sus pulmones. Estaba tratando de ordenar las emociones que lo inundaban cuando escuchó un suave susurro detrás de él.

—¿Estás bien?

La voz somnolienta de Kai lo sacó de sus pensamientos. Ethan giró la cabeza, encontrándolo sentado en la cama, con el cabello desordenado y los ojos aún entrecerrados por el sueño. Incluso en ese estado, Kai irradiaba una tranquilidad que Ethan deseaba poder compartir.

—Solo... pensaba —respondió Ethan, su voz más suave de lo que esperaba.

Kai asintió lentamente, sus ojos observándolo con atención, pero sin presión.

—¿Sobre qué?

Ethan dudó por un momento, pero sabía que, después de todo lo que habían compartido, no podía seguir escondiéndose.

—Sobre nosotros... sobre lo que pasó anoche —confesó, apartando la mirada hacia la ventana nuevamente.

El silencio que siguió fue cargado, pero no incómodo. Ethan podía sentir la presencia de Kai detrás de él, y aunque no podía verlo, sabía que estaba siendo observado, que Kai estaba procesando cada palabra que había dicho.

—¿Lo lamentas? —preguntó Kai finalmente, su tono cuidadoso pero lleno de una vulnerabilidad que Ethan no había escuchado antes.

Ethan negó con la cabeza rápidamente, sorprendido por la pregunta.

—No, para nada —dijo, girándose completamente para enfrentarlo—. No lamento lo que pasó anoche. Fue... fue lo más real que he sentido en mucho tiempo.

Kai lo miró en silencio por un momento antes de levantarse lentamente de la cama. Caminó hacia él, deteniéndose justo frente a la ventana, con sus ojos clavados en los de Ethan. Había algo en su mirada que era a la vez reconfortante y perturbador. Kai siempre había sido bueno para no dejar que Ethan se ocultara detrás de sus barreras emocionales.

—Entonces, ¿qué te preocupa? —insistió Kai, su voz suave.

Ethan exhaló lentamente, sabiendo que no había forma de evitar la verdad.

—Tengo miedo de estropearlo —admitió finalmente—. Miedo de no ser lo suficiente, de arruinar esto, como lo he hecho antes.

Kai no apartó la mirada, pero sus labios se curvaron ligeramente en una sonrisa comprensiva.

—Todos tenemos miedo, Ethan —dijo—. Pero el miedo no define quiénes somos ni lo que somos capaces de hacer. Si algo sale mal, lo enfrentaremos. Juntos.

Ethan sintió un nudo en la garganta. Había pasado tanto tiempo protegiéndose, construyendo paredes a su alrededor para evitar ser herido, que la idea de derribarlas lo aterrorizaba. Pero Kai estaba ahí, parado frente a él, ofreciéndole algo más que palabras vacías: una promesa, un compromiso, una oportunidad para dejar de huir.

—No puedo prometerte que no cometeré errores —dijo Ethan en un susurro—. Pero quiero intentarlo. Quiero estar contigo, Kai. Aunque me dé miedo, quiero intentarlo.

Kai sonrió, y esa sonrisa iluminó algo en el interior de Ethan que había estado apagado por mucho tiempo.

—Eso es todo lo que necesito —respondió Kai—. Que lo intentemos. Juntos.

Ethan asintió, y por primera vez en mucho tiempo, sintió que estaba listo. Listo para enfrentar sus miedos, sus cicatrices, y todo lo que el futuro pudiera traer. Con Kai a su lado, sentía que tal vez, solo tal vez, podría volver a creer en el amor.

Y en ese momento, mientras el sol de la mañana bañaba la habitación con su luz cálida, Ethan supo que, sin importar lo que el futuro les deparara, no estaría enfrentándolo solo.

Broken Minds, Healing Hearts #1 [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora