Ethan había salido de la clínica hacía más de dos horas. La reunión había sido agotadora, y todo lo que quería era regresar al lado de Kai. Aunque trataba de concentrarse en sus obligaciones, no podía dejar de pensar en la última mirada de Kai antes de que se fuera. Había una fragilidad en él, una vulnerabilidad que lo hacía sentir una profunda necesidad de protegerlo.
De camino de regreso al apartamento, Ethan sentía una mezcla de ansiedad y deseo, una sensación que había ido creciendo cada vez más desde que comenzaron a compartir momentos íntimos, aún si esos momentos no siempre eran físicos. Ethan había comenzado a entender que la conexión entre él y Kai no era solo emocional; había algo mucho más profundo, algo que comenzaba a hervir bajo la superficie, esperando el momento adecuado para explotar.
Cuando llegó al apartamento, todo estaba sumido en un extraño silencio. La puerta estaba entreabierta, algo que no había notado antes. El corazón de Ethan comenzó a acelerarse, un mal presentimiento empezaba a formarse en su pecho. Entró con cautela, sus ojos escaneando cada rincón de la sala, buscando alguna señal de Kai.
—¿Kai? —llamó en voz baja, esperando una respuesta.
No hubo respuesta.
Caminó hasta el pasillo que conducía a la habitación de Kai. La puerta también estaba entreabierta. Ethan respiró profundamente antes de empujarla, revelando a Kai sentado en la cama, su espalda contra la pared, las piernas dobladas bajo él. Había algo diferente en la atmósfera; la habitación se sentía más densa, como si una sombra invisible la hubiera llenado.
—Kai... —comenzó Ethan, pero sus palabras se quedaron en el aire cuando notó la mirada en los ojos de Kai.
Era fría. Distante. Vacía.
—¿Kai? —repitió, dando un paso adelante, pero deteniéndose cuando Kai alzó la mano en un gesto lento y calculado.
—No soy Kai, Ethan.
Las palabras fueron pronunciadas con una suavidad inquietante. Ethan sintió un escalofrío recorrer su espalda. Había escuchado historias sobre cómo las diferentes personalidades de Kai podían aparecer de repente, pero nunca había presenciado una transformación tan abrupta y clara. El rostro de Kai había cambiado, no en forma física, sino en expresión. Los labios, antes tímidos, ahora esbozaban una sonrisa lenta y peligrosa.
—Rain... —susurró Ethan, entendiendo de inmediato.
Rain inclinó la cabeza hacia un lado, como si disfrutara de la confusión y el miedo de Ethan.
—Así es. Me alegra que lo sepas. Me cansé de esperar. Kai siempre intenta encerrarme, contenerme. Pero yo soy parte de él, más de lo que él mismo admite.
Ethan dio otro paso hacia él, pero esta vez con más cautela. Sabía que no podía tratar con Rain de la misma manera que con Kai. Este era un ser que representaba las partes más oscuras de Kai, los miedos, el dolor y el deseo reprimido que no había podido expresar.
—¿Qué quieres? —preguntó Ethan con voz firme.
Rain se levantó de la cama con una lentitud inquietante, sus ojos nunca apartándose de los de Ethan. Dio un paso hacia él, acortando la distancia entre ellos. La tensión en la habitación creció.
—¿Qué quiero? —Rain se burló—. Lo que Kai no se atreve a pedir. Lo que tú mismo quieres pero no admites. No soy ciego, Ethan. Veo cómo me miras... o mejor dicho, cómo lo miras a él. Pero Kai es demasiado cobarde para entregarse a ti. Yo, en cambio...
Rain no terminó la frase. En su lugar, se acercó más, su rostro ahora a pocos centímetros del de Ethan. La energía que irradiaba era intensa, cargada de un deseo oscuro que Ethan no había visto antes en Kai.
—No estoy seguro de que entiendas en lo que te estás metiendo, Rain —respondió Ethan, su voz más ronca de lo que había planeado.
Pero la proximidad de Rain estaba afectándolo. El aire entre ellos estaba cargado de tensión, y aunque Ethan sabía que no era Kai quien estaba frente a él, su cuerpo reaccionaba de una manera que no podía controlar.
Rain sonrió con malicia.
—Tal vez... pero no puedo resistirme a ti, Ethan. Y sé que tú tampoco a mí.
Con esas palabras, Rain lo agarró por la camisa, tirándolo hacia él con una fuerza inesperada, y sus labios se encontraron en un beso intenso, cargado de rabia y deseo. Ethan quedó paralizado por un segundo, su mente luchando contra lo que estaba ocurriendo, pero su cuerpo, traicionado por el deseo, respondió de inmediato.
El beso era agresivo, una mezcla de lucha y necesidad. Las manos de Rain se movieron por el cuerpo de Ethan con desesperación, como si quisiera marcarlo, poseerlo. Pero Ethan, a pesar de la oleada de sensaciones, sabía que esto no era lo correcto. No podía dejarse llevar, no cuando Kai estaba atrapado en algún lugar dentro de él, luchando por retomar el control.
—¡Para! —dijo Ethan, separándose bruscamente, respirando con dificultad—. Esto no está bien, Rain. No así.
Rain lo miró con los ojos entrecerrados, su rostro contorsionándose en una mueca de frustración. Pero algo en la mirada de Ethan, algo en su voz, pareció calmarlo por un instante. Rain dio un paso atrás, cruzando los brazos sobre el pecho.
—Siempre tan noble, Ethan. Pero te advierto... Kai no siempre estará ahí para salvarte de mí.
Rain sonrió una última vez, antes de que su rostro cambiara, la oscuridad que lo rodeaba comenzando a desvanecerse. El cuerpo de Kai se estremeció y cayó al suelo, sin fuerzas. Ethan corrió hacia él, sosteniéndolo en sus brazos mientras Kai respiraba pesadamente, recuperando la conciencia poco a poco.
—Ethan... —susurró Kai, su voz débil y temblorosa—. Lo siento tanto...
—Shhh, está bien —respondió Ethan, acariciando su cabello—. Estoy aquí. Todo está bien ahora.
Kai se aferró a Ethan como si fuera su único ancla en un mar turbulento. La tormenta había pasado por ahora, pero ambos sabían que este era solo el principio de algo mucho más peligroso.
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Broken Minds, Healing Hearts #1 [✔]
TeenfikcePRIMERA HISTORIA 🌟 Broken Minds, Healing Hearts🌟 En un mundo donde las heridas invisibles a menudo duelen más que las visibles, se cuenta la historia de jóvenes que navegan por la complejidad de sus emociones y desafíos internos. "Broken Minds, He...