La lluvia golpeaba con fuerza los ventanales del departamento, creando un sonido hipnótico y constante, mientras Ethan observaba el cielo oscuro a través del cristal. El día había sido largo y agotador, y cada minuto que pasaba, sentía que la presión sobre sus hombros aumentaba. A pesar de todo el apoyo de Kai, la incertidumbre del futuro y la amenaza constante de Aaron pesaban como una losa.
Kai, por su parte, estaba en la cocina, preparando una taza de té. Lo observaba de reojo, notando cómo Ethan se había perdido nuevamente en sus pensamientos. La conexión entre ambos era tan fuerte que Kai podía leer las emociones de Ethan incluso en silencio, y ese silencio pesado que llenaba la habitación era difícil de ignorar.
Kai decidió que necesitaba romper esa barrera invisible que los estaba separando. Tomó las dos tazas de té, caminó hasta donde estaba Ethan y le ofreció una, con una sonrisa suave en los labios.
—Aquí tienes. Un poco de té para calmar los nervios.
Ethan le agradeció con una mirada, aunque el peso en su interior seguía ahí, latente. Tomó la taza entre las manos, permitiendo que el calor lo reconfortara, pero sus pensamientos no lograban disiparse.
—No puedo dejar de pensar en lo que va a pasar —admitió Ethan finalmente, su voz apenas un susurro—. No sé cómo vamos a salir de esto sin que todo lo que hemos construido se derrumbe.
Kai se sentó a su lado, apoyando su taza sobre la mesa. Sabía que no podía obligar a Ethan a dejar de preocuparse, pero tampoco iba a permitir que se hundiera en ese abismo de dudas.
—No tienes que tener todas las respuestas ahora —respondió Kai, su tono suave pero firme—. Lo único que importa es que estemos juntos en esto. Sea lo que sea lo que Aaron tenga planeado, lo enfrentaremos. Pero no lo hagas solo.
Ethan lo miró, sus ojos oscuros reflejando la mezcla de emociones que lo atormentaban. Sabía que Kai estaba en lo correcto, pero era difícil deshacerse de la culpa que sentía por haber involucrado a la persona que más amaba en una situación tan delicada y peligrosa.
—No quiero que termines lastimado por todo esto, Kai —dijo Ethan, con la voz quebrada—. Aaron es despiadado, y si tiene que usar nuestra relación como arma, lo hará. No puedo arrastrarte conmigo.
Kai frunció el ceño y dejó su taza a un lado antes de tomar a Ethan por las manos. Lo obligó a mirarlo, sus ojos llenos de determinación y amor inquebrantable.
—Ethan, escúchame bien. Esto no es solo tu lucha. Aaron no puede destruirnos a menos que le demos ese poder. Y no pienso dejar que lo haga. Estoy aquí, y no me voy a ir a ninguna parte. Si piensas que puedes alejarme por miedo, te equivocas.
Las palabras de Kai penetraron las capas de inseguridad de Ethan, pero aún así, la sombra del pasado seguía siendo difícil de ignorar. Ethan soltó un suspiro pesado, sabiendo que la conversación no iba a ser suficiente para acallar sus temores.
—Es solo que... —comenzó a decir, pero Kai no lo dejó terminar.
—No es "solo". Ethan, me conoces mejor que nadie. Sabes que no soy alguien que se rinde fácilmente. Aaron puede ser una amenaza, pero no tiene ningún poder sobre lo que hemos construido, a menos que le permitas tenerlo. Tienes que confiar en nosotros, en lo que somos.
Ethan no podía negar la verdad en las palabras de Kai. Lo miró a los ojos, sintiendo cómo su corazón palpitaba más fuerte en su pecho. La conexión entre ellos era innegable, un lazo profundo que había resistido más de lo que cualquiera podría imaginar. Sin embargo, la sensación de que estaban caminando sobre una cuerda floja seguía presente.
—¿Y si esto se convierte en un circo mediático? —preguntó Ethan, con un toque de desesperación en su voz—. ¿Y si todo nuestro pasado queda expuesto?
Kai lo miró con firmeza, sin soltar sus manos.
—Entonces lo enfrentaremos juntos. Pero no te atormentes por los "qué pasaría si". Tenemos que centrarnos en lo que podemos controlar. Ahora, lo que importa es que nos mantengamos unidos y que no dejemos que Aaron nos manipule.
Ethan asintió lentamente, sabiendo que Kai tenía razón. Pero aún así, el miedo de lo que vendría no desaparecía del todo. Sabía que la batalla legal contra Aaron sería solo el comienzo. Ethan había vivido suficiente tiempo en el ojo público como para entender que cualquier paso en falso podría desencadenar un desastre.
Decidió cambiar el tema, al menos por un momento. No quería que esa noche terminara con más angustia y preocupaciones. Giró un poco hacia Kai, buscando un punto de distracción.
—¿Cómo puedes estar tan tranquilo todo el tiempo? —preguntó Ethan, con una sonrisa ligera, tratando de relajar el ambiente.
Kai sonrió de vuelta, agradecido por el intento de aliviar la tensión.
—Supongo que alguien tiene que serlo —respondió con una sonrisa burlona—. Y bueno, no te mentiré, hay momentos en los que también me preocupo, pero he aprendido a concentrarme en lo que importa ahora.
Ethan sonrió suavemente, aunque sus pensamientos aún estaban nublados. Se sentía afortunado de tener a alguien como Kai a su lado, alguien que, a pesar de todo, siempre veía la luz al final del túnel.
Ambos pasaron el resto de la noche juntos, hablando de pequeñas cosas, tratando de alejar los fantasmas de la mente de Ethan. Se acurrucaron en el sofá, Kai leyendo en voz alta fragmentos de un libro mientras Ethan descansaba la cabeza en su regazo, disfrutando del sonido de su voz. Era un momento de paz en medio de la tormenta, y aunque el futuro seguía siendo incierto, en ese instante, Ethan se permitió relajarse.
Sabía que la batalla con Aaron no había hecho más que comenzar, pero también sabía que, con Kai a su lado, sería capaz de enfrentar lo que viniera.
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Broken Minds, Healing Hearts #1 [✔]
Teen FictionPRIMERA HISTORIA 🌟 Broken Minds, Healing Hearts🌟 En un mundo donde las heridas invisibles a menudo duelen más que las visibles, se cuenta la historia de jóvenes que navegan por la complejidad de sus emociones y desafíos internos. "Broken Minds, He...