El aire en el apartamento estaba denso, cargado de una tensión invisible que Kai no podía sacudir. Tras la confesión de la noche anterior, aunque Ethan intentaba mantenerse positivo y fuerte, ambos sabían que la batalla estaba lejos de terminar. Lo más preocupante para Kai era que Rain no solo acechaba en su mente, sino que ahora parecía proyectarse más allá de él, comenzando a afectar a Ethan, su refugio, su ancla.
Durante los siguientes días, Kai se sumergió en su rutina diaria, intentando mantener a Rain bajo control. Se aferraba a las palabras de Ethan, pero había noches en las que el susurro de su alter era tan fuerte que Kai sentía que su voluntad se debilitaba. Las cosas parecían normalizarse durante las mañanas, pero al caer la noche, la sombra de Rain se volvía implacable.
Una tarde, mientras Kai trabajaba en su oficina, Ethan lo sorprendió con una visita inesperada. Se presentó con una sonrisa cálida, llevando una bolsa con comida y bebidas, tratando de aliviar el peso emocional que ambos habían sentido recientemente.
—Pensé que podríamos pasar el rato aquí —dijo Ethan, su voz tranquila como siempre, pero con una chispa de preocupación oculta tras sus palabras—. Además, te ves agotado.
Kai sonrió ligeramente, agradeciendo el gesto, aunque sabía que las palabras de Ethan eran una verdad que ambos intentaban evadir. Se sentó junto a él, apoyando la cabeza en su hombro mientras dejaba que el silencio los envolviera por unos instantes. El mundo se sentía más seguro en esos momentos, cuando estaban juntos, como si Rain no tuviera cabida en el espacio que compartían.
Pero esa paz era efímera.
—Hay algo que debemos hacer —dijo Ethan de repente, su tono más serio de lo habitual—. No podemos seguir ignorando a Rain. Necesitamos confrontarlo... juntos.
Kai lo miró, sorprendido por la firmeza en las palabras de Ethan. Sabía que tenía razón, pero el miedo lo atenazaba. ¿Confrontar a Rain? ¿Cómo enfrentar a algo tan abstracto y, a la vez, tan parte de sí mismo? Pero antes de que pudiera responder, la voz de Rain se coló en su mente, oscura y burlona.
"Así que él quiere enfrentarse a mí... ¿Crees que será tan fácil, Kai? No me puedes eliminar. Soy tan parte de ti como tu corazón. Tal vez incluso más."
Kai se estremeció. Ethan lo notó de inmediato, sus ojos clavándose en los de Kai con preocupación creciente.
—¿Está aquí? —preguntó, su voz baja, como si hablar en voz alta pudiera despertar a algo peligroso.
Kai asintió lentamente. Ethan respiró hondo y se inclinó hacia él, colocando una mano firme en su mejilla, mirándolo fijamente a los ojos.
—No dejaré que Rain te destruya, Kai. No dejaré que esto nos destruya. Pero necesito que confíes en mí, que me permitas ayudarte.
Kai quería creerle, quería pensar que podían luchar contra Rain como si fuera una simple amenaza externa, pero la realidad era mucho más complicada. Rain no era una entidad independiente. Era una parte de él, la sombra de su propia alma, manifestada por todo el dolor, el trauma y los secretos que Kai había acumulado durante años.
Sin embargo, las palabras de Ethan eran un bálsamo para su atormentada mente. Lo observó en silencio, su corazón latiendo rápido en el pecho. Ethan siempre había sido su fuerza, su razón para seguir adelante. Si alguien podía ayudarlo a enfrentarse a Rain, sería él. Pero, ¿sería suficiente?
Ethan se levantó de la silla, caminando hacia la ventana que daba una vista amplia de la ciudad. La luz del atardecer se colaba por los cristales, proyectando largas sombras sobre el suelo.
—He estado investigando —comenzó, sin mirar a Kai—. Hay algo que podríamos intentar. Una especie de terapia... una confrontación directa. No solo con Rain, sino con todo lo que te llevó a crear estas barreras. Pero no será fácil. Y no puedo prometer que funcione.
Kai sintió un escalofrío recorrerle la columna. La idea de confrontar sus demonios, de mirar directamente a Rain y enfrentarse a todo lo que había reprimido, era aterradora. Pero también sabía que no podía seguir huyendo. No por mucho más tiempo.
—Dime más —dijo al fin, su voz apenas un susurro.
Ethan se giró hacia él, su expresión grave.
—Es una terapia de inmersión. Básicamente, entras en un estado profundo de meditación con la ayuda de un profesional, mientras yo estoy allí contigo. Será como entrar en tu propio subconsciente, un enfrentamiento entre tú y... Rain. Lo que sea que él represente para ti. Yo estaré ahí para apoyarte, pero no puedo hacerlo por ti. Tendrás que enfrentarlo solo.
El silencio que siguió fue ensordecedor. Kai sentía que el suelo bajo sus pies temblaba. Todo esto sonaba demasiado peligroso, pero, al mismo tiempo, ¿qué más podía hacer? Rain se estaba fortaleciendo, y si no hacía algo pronto, podría perderlo todo. Incluyendo a Ethan.
Finalmente, Kai respiró hondo y asintió.
—Lo haré. Pero solo si tú estás a mi lado.
Ethan esbozó una pequeña sonrisa, aunque sus ojos seguían reflejando la preocupación que sentía.
—Siempre estaré a tu lado, Kai. Nunca lo dudes.
El resto del día lo pasaron juntos, hablando sobre la terapia y lo que implicaría. Kai estaba aterrado, pero la determinación en las palabras y los gestos de Ethan le daba el valor necesario para seguir adelante.
Esa noche, cuando finalmente se acostaron, Kai se encontró incapaz de dormir. Miraba el techo oscuro del dormitorio, sus pensamientos corriendo en círculos. Rain seguía acechando en las sombras de su mente, pero esta vez, por primera vez, sentía que tenía una posibilidad. Una pequeña, pero significativa, oportunidad de tomar el control.
Y mientras Ethan dormía a su lado, Kai supo que haría lo que fuera necesario para proteger lo que tenían.
ESTÁS LEYENDO
Broken Minds, Healing Hearts #1 [✔]
Teen FictionPRIMERA HISTORIA 🌟 Broken Minds, Healing Hearts🌟 En un mundo donde las heridas invisibles a menudo duelen más que las visibles, se cuenta la historia de jóvenes que navegan por la complejidad de sus emociones y desafíos internos. "Broken Minds, He...