La mañana siguiente llegó con una serenidad inesperada. Ethan despertó lentamente, sintiendo el calor de Kai a su lado. Abrió los ojos con cuidado, dándose cuenta de que la cabeza de Kai seguía recostada sobre su hombro. Una sonrisa se formó en su rostro, pero algo profundo en su mente seguía inquieto. Aunque esa proximidad lo hacía sentir bien, no podía ignorar las preguntas que empezaban a surgir dentro de él.
Los primeros rayos de sol atravesaban la ventana de la cabaña, iluminando suavemente la sala. El fuego de la chimenea se había extinguido, dejando sólo las cenizas y un leve aroma a madera quemada. Con cuidado, Ethan se movió para no despertar a Kai, deslizando su brazo bajo su cabeza y levantándose lentamente del sofá.
Miró a Kai por un momento mientras dormía. Había algo tan frágil en la forma en que se veía ahora, su rostro relajado, libre de cualquier tensión o preocupación. Ethan se mordió el labio, sintiendo una mezcla de emociones. Por un lado, estaba ese anhelo persistente, esa conexión que habían comenzado a explorar la noche anterior. Pero por otro lado, había una creciente incertidumbre, una sensación de que estaban cruzando un terreno emocional peligroso.
Decidió salir por un momento, necesitaba despejar su mente. Con una última mirada hacia Kai, Ethan salió al exterior, inhalando profundamente el aire fresco de la mañana. El paisaje era pacífico, los árboles alrededor de la cabaña se mecían suavemente con el viento, y el canto de los pájaros llenaba el ambiente. A pesar de todo, la calma del entorno no lograba aquietar su mente.
"¿Qué estamos haciendo?", pensó Ethan mientras caminaba por el pequeño sendero que bordeaba el bosque cercano. Sabía que lo que había sucedido la noche anterior no había sido un error. Había sido real, lo que sentían el uno por el otro era genuino. Pero también entendía las complejidades que ese nuevo tipo de relación implicaba.
Ambos habían sido amigos durante tanto tiempo, y cruzar esa línea traía consigo un riesgo enorme. ¿Y si las cosas no funcionaban? ¿Y si lo que habían compartido no era suficiente para enfrentar las dificultades que vendrían? Las dudas comenzaron a aflorar con más intensidad.
De repente, escuchó pasos detrás de él. Al girar, vio a Kai caminando hacia él, con una expresión que mezclaba confusión y preocupación. Se detuvo a pocos pasos de Ethan, sus ojos buscando alguna explicación en el rostro de su amigo.
—Te despertaste temprano —dijo Kai, su voz aún somnolienta.
Ethan sonrió débilmente, pero no pudo ocultar la agitación interna que lo dominaba.
—Quería salir a caminar un poco —respondió, intentando sonar casual, aunque la tensión era evidente.
Kai frunció el ceño ligeramente, como si percibiera que algo no estaba bien.
—¿Estás bien? —preguntó, dando un paso más cerca—. Siento que... hay algo que no estás diciendo.
Ethan suspiró, sabiendo que no podía seguir evadiendo el tema. Se pasó una mano por el cabello, frustrado consigo mismo.
—No lo sé, Kai —admitió finalmente—. Lo de anoche fue increíble, pero no puedo evitar preguntarme si estamos yendo demasiado rápido. Hemos sido amigos durante tanto tiempo, y ahora, todo está cambiando tan rápido. No sé si estoy listo para todo lo que eso significa.
Kai se quedó en silencio por un momento, procesando las palabras de Ethan. Luego asintió lentamente, su mirada calmada pero seria.
—Yo también tengo mis dudas —confesó—. Pero lo que sentí anoche, lo que siento por ti... es algo que no puedo ignorar. No sé a dónde nos llevará esto, pero quiero averiguarlo contigo. Incluso si hay riesgos.
Ethan lo miró, sorprendido por la firmeza en la voz de Kai. A pesar de sus propias inseguridades, no podía negar que había algo en Kai que lo hacía querer arriesgarlo todo. Había pasado tanto tiempo evitando esos sentimientos, negándolos, que ahora, enfrentarlos de manera directa se sentía tanto aterrador como liberador.
—Tienes razón —dijo Ethan, después de una pausa—. No sabemos qué va a pasar, pero tampoco quiero dejar de intentarlo.
Kai esbozó una leve sonrisa, y con ese simple gesto, las tensiones de Ethan comenzaron a desvanecerse. Tal vez no tenían todas las respuestas, pero al menos estaban juntos en esta incertidumbre, y eso ya era un gran paso.
Volvieron a la cabaña juntos, y aunque las dudas seguían presentes, ambos sentían que, de alguna manera, podían encontrar una manera de avanzar. La conversación que habían tenido esa mañana no había resuelto todo, pero había establecido un entendimiento importante entre ellos: estaban dispuestos a enfrentar lo que viniera, siempre y cuando lo hicieran juntos.
Durante el resto del día, las cosas entre ellos fueron más naturales. Rieron, hablaron sobre temas triviales, y disfrutaron de la compañía del otro sin la presión de tener que resolver todo de inmediato. Era como si, al poner sus dudas sobre la mesa, hubieran logrado liberar el peso que ambos sentían.
Al caer la tarde, mientras el sol comenzaba a ponerse, Kai se acercó a Ethan mientras ambos estaban sentados en el porche de la cabaña.
—Sea lo que sea lo que venga, estoy contigo —dijo Kai, su voz baja pero decidida.
Ethan lo miró, sintiendo que esas simples palabras resonaban profundamente en él.
—Y yo contigo —respondió, tomando la mano de Kai con firmeza.
Sabía que aún había un largo camino por delante, pero en ese momento, con Kai a su lado, todo parecía más claro. El futuro seguía siendo incierto, pero lo que tenían entre ellos era real, y ambos estaban dispuestos a luchar por ello.
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Broken Minds, Healing Hearts #1 [✔]
Подростковая литератураPRIMERA HISTORIA 🌟 Broken Minds, Healing Hearts🌟 En un mundo donde las heridas invisibles a menudo duelen más que las visibles, se cuenta la historia de jóvenes que navegan por la complejidad de sus emociones y desafíos internos. "Broken Minds, He...