"Capitulo 6"

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Jos volteo a verme, su tez pálida había adquirido un tono rojizo, estaba molesto, apretó los puños y exclamo.

— ¡Ya deja de decir eso, no soy un póster!

— Te estoy diciendo la verdad, te demostraré que no eres el Jos real. — sabía que estaba actuando como loca, pero debía entender, no podía permitir que se fuera, si alguien lo reconocía estará metido en problemas.

— ¡Me estas asustando!, ¿por qué no mejor aceptas que me has secuestrado? — levanto una ceja y se cruzó de brazos.

— ¡No te secuestre! Yo sería incapaz de hacer algo así — dije alterada, es un terco.

Jos cerró los ojos y respiro profundamente, el ambiente entre los dos se estaba poniendo tenso,

— Necesito volver con mis compañeros, Isabel, tengo muchas cosas que hacer, dime cómo puedo regresar, por favor — dijo sonando más calmado, quizá creía que con eso yo accedería a decir lo que él consideraba como "la verdad"

— Es Isabella y no puedes — respondí.

— ¿Por qué no?— preguntó irritado y descruzo los brazos — ¡Coopera!

— ¡Porque no! —saque mi celular y le marque a mi papá.

— ¿A quién llamas? seguro a tus cómplices — me acuso — Estas metida en un enorme problema, solo deja que me comunique con mi manager y estarás frita, amiga — lo último lo dijo con burla, rodé los ojos.

— Shhh — lo mire mal, el solo negó con la cabeza y me dio la espalda.

Mi papá contesto al tercer tono.

— ¿Que pasa hija? — pregunto.

Papá, oye... no voy a poder ir a México, tengo unas cosas que resolver, mejor nos vemos hasta el próximo fin.

Esta bien hija, no te preocupes, nos vemos entonces hasta el otro fin.

Si, chao.

Colgué.

Suspire y mire a Jos.

—Mira Jos, esto también es muy extraño para mí, así que te voy a pedir que seas discreto y confíes en mí.

— ¡Ja! Eso va a estar difícil — comento mientras volvía a darme la cara — Eres una desconocida que probablemente me secuestro.

— ¡Ay, que no hice eso maldita sea! — grite, Jos solo me miro con los ojos abiertos como platos.

¡La piedra! tengo que encontrarla, la había olvidado, me puse de rodillas para buscarla debajo de mi cama.

— ¿Que estás haciendo? — pregunto.

— Busco una piedra color rojo — dije agachada.

— ¿Para qué? — volvió a preguntar con fastidio.

— Esa piedra es la culpable de que estés aquí — lo mire — si la encuentro quizá pueda encontrar la forma de que te largues de aquí.

Él tenía el ceño fruncido.

— ¿Una piedra? Sí que necesitas ayuda, pero de un psiquiatra — rodó los ojos — mejor ayúdame a localizar a mis amigos.

— ¡No, no puedo, entiéndelo! — me levante al no encontrar nada.

— ¡No, no entiendo, así que más vale que ahora me digas un por qué y que sea real y no ridiculeces! — exclamo.

Acorte mi distancia hacia él, y lo mire directamente a los ojos, podría sentir su respiración, pero en este momento solo quería intimídalo.

— Escucha, Jos, no sé en dónde están tus amiguitos, no conozco sus números de teléfono, son famosos, yo no y tú no eres real, eres un deseo que pedí, seguro ahora estas con tus amigos, en alguna entrevista, sesión de fotos, yo que sé — me aleje de él — ¡Y no son ridiculeces!

— ¡Ash! está bien si no quieres ayudarme me iré yo solo.

Jos camino rápidamente a la salida, corrí tras él pero el salió corriendo de mi apartamento.

¡Demonios! ¿ahora que chingados voy a hacer?

Mi Póster Cobró Vida |Jos Canela| [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora