"Capitulo 11"

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Las calles eran muy concurridas, típico de las ciudades, si quería que Jos pasara desapercibido tenía que estar alerta por cualquier niña fanática que se atreviera a acercarse.

— ¿Tus amigos donde están? —  pregunto sacándome de mis pensamientos.

— Es fin de semana fueron con sus familias —  respondí — ¿Tomamos un taxi, o vamos caminando?

— Por lo que veo aun te duele la rodilla sera mejor que tomemos un taxi luego no quiero escuchar quejas — rodé los ojos.

— Si buen punto, ya que por tu culpa, tengo un hoyo en la rodilla — bueno exagere, no tengo un hoyo, Jos me miro divertido.

— Si tuvieras un "hoyo en la rodilla" creeme ahorita estarías llorando — comentó.

Lo observe, ¡Dios! se veía tan bien, ¿como es posibles que un ser humano fuera así de perfecto?

— ¿Por que me miras así? —  pregunto — Es algo raro.

— ¿Que? ¡No te estaba viendo! — comente haciéndome la loca y gire mi cabeza hacia otro lado — Ya alucinas cosas. — debo controlarme.

Pude notar que el sonrió, aaag cínico sabe que me gusta.

— Si tú lo dices, Isabella, si tú lo dices — me miro y curvo la comisura de su boca. Decidí ignorar eso y no darle importancia, no quería agrandar mas su ego.

Buscamos un taxi, y subimos, le pedimos al chofer que nos dejara en el centro de la ciudad.

Entramos a diferentes tiendas de ropa, Jos siempre elegía pantalones muy ajustados, parecían mallas en lugar de pantalones, pero bueno.

Compramos camisetas, camisas, pantalones, tenis, y yo me compre unos lindos accesorios.

**

— ¿Quieres comer algo? —   pregunte mientras caminábamos por las calles.

— Si, muero de hambre, el problema es que no veo un lugar decente para comer — comentó.

Sonreí maliciosamente, lo llevare a un puesto se tacos.

— Se de un lugar donde venden una comida deliciosa — dije — no es precisamente un restaurante de esos a los que sueles ir tú y tu grupito, pero...vale la pena — Jos me miro y yo le sonrei.

— Pues vayamos.

Caminamos entre la multitud de gente, como hoy era sábado, en lugar de parecer gente parecían manadas de borregos.

— ¿Donde es? — pregunto.

— Ya casi llegamos —  respondí.

Ya quiero ver la cara que pondrá cuando vea el puesto de tacos, como es un egocéntrico apuesto a que se enojara.

— ¡Llegamos! — señale el puesto de tacos llamado "Don Cuco", nos es por nada, pero las veces que he venido anteriormente he comido aquí y saben de maravilla esos tacos.

— ¿Un puesto de tacos? — dijo frunciendo el ceño.

— ¿Que tiene? son deliciosos ¿no te gustan?...

— No es que no me gusten — dijo serio — pero tan siquiera...un lugar mas...privando ¿no?

— No, tranquilo, vamos — lo tome de la mano y nos acercamos.

— Buenas tardes — saludó el señor que atendía.

—Buenas tardes — respondimos.

Me senté en un banco y jale a Jos para que se sentara también.

— ¿De que van a querer los tacos? — pregunto.

Jos iba a hablar pero lo interrumpí.

— De suadero —  dije.

— ¿Que? — dijo alarmado.

— Shhh — dije — y otro de lengua.

— Enseguida.

— Que asco —  susurro Jos — No puedo creer que me hayas traído a comer aquí.

— ¿Acaso no puedo traer a mi póster a comer tacos? — dije.

— Si, pero tan siquiera me hubieras dejado ordenar a mi.

— Hay no seas nena, los tacos de lengua serán los tuyos — Jos hizo cara de asco.

El integrante de CD9, Jos Canela  estará una semana más en el hospital, para después ser transferido a su domicilio.

Observe la pequeña TV que se encontraba en el puesto.

Jos se puso tenso.

— ¡Que muchacho! tan joven y pasando por esas cosas, esos grupitos ocasionan eso. Tanta presión y drogas por eso esta en coma.

Ahogue una carcajada.

— Estoy totalmente de acuerdo señor — dije.

Jos me apretó una pierna.

— Ay...— lo mire, se veía molesto, que bueno que no podía verle los ojos por los lentes de sol, si no ya me hubiera asesinado con la mirada —  bueno aunque no creo que ese chico se drogue, digo, yo soy admiradora de CD9 y conozco como son.

— Bueno esperemos que así sea y que se recupere pronto, aquí tienen sus tacos.

No los entrego, yo los tome gustosa.

— Buen provecho Jos — le di sus tacos, el me los arrebato.

Lo ignore y comencé a comer.

— No puedo creer que te gusten estos tacos, te pareces a Freddy — susurro con asco.

— Estoy comiendo, no interrumpas.

Sabia que me estaba viendo con odio pero decidí no voltear a verlo.

Mi Póster Cobró Vida |Jos Canela| [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora