Mi Póster Cobró Vida |Jos Canela| [FINALIZADA]

"Capitulo 35"

Mariana llevo una mano a su boca y sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.

Yaya estaba en shock tenia los ojos abiertos como platos.

Mire a los chicos, quienes se miraban entre si, y murmuraban cosas que no alcanzaba a escuchar.

— ¿Mamá? Soy yo... Jos — dijo comenzando a acercarse a ella —  Regrese mamá.

Jos se planto frente a ella.

— ¿Hijito? No, no... no puede ser — dijo levantándose del sofá.

— ¿Jos? — hablo Yaya —¿En verdad eres tú?

— Señora, Fer — hablo Alan — Todo tiene una explicación...

Ellas voltearon a vernos.

— ¿Que sucede? ¿Clonaron a mi hijo o que? — dijo sería — Chicos, saben que Jos esta en coma, esto no es gracioso.

Yaya observaba detenidamente a Jos y sus ojos se posaron en la pulsera que ella le había regalado.

— Señora, vera es una larga historia pero la tiene que escuchar — hable, tense la mandíbula, Mariana me miró — Mi nombre es Isabella Ochmann Louvier, y todo esto es culpa mía.

**

Todos nos encontrábamos en la habitación de Jos, lo observamos.

Jamas imagine que yo ocasionaría esto, Jos estaba pálido, sus labios tenían una tonalidad opaca, no estaban rojos como los tiene siempre, su cabello negro estaba despeinado, en su nariz tenia una maquina de oxigeno, en su brazo derecho, tenia agujas enterradas con suero, la fría maquina de lado izquierdo hacia un sonido que me hacia estremecer, el "bip, bip,bip" me recordaba cuando mi mama estaba en el hospital y falleció.

Me sentí mal, era mi culpa que Jos estuviera así.

— ¡Rayos!... si que me veo mal — dijo Jos observando su cuerpo tumbado en esa cama.

Le explique todo a la mama de Jos y a pesar de que al principio no me creyó, con ayuda de los chicos y de Jos, logramos que creyera.

Me acerque a la cama y tome la mano de Jos, estaba fría,  al tocar su piel una sensación extraña recorrió mi cuerpo, nunca había sentido algo igual, como si hubiera algo entre nosotros, me incline enfrente de él, mi corazón latía rápidamente, y era raro, pues lo había tenido por semanas conmigo... la diferencia es que este Jos era el real, y el que esta conmigo es solo un póster, saque la pulsera y la deslice por su muñeca, y volví a poner su mano con cuidado sobre la cama.

— Te quiero — le susurré al oído — me encargaré de que regreses pronto, cariño.

Observe a los presentes, Yaya me observaba con una gran sonrisa, los chicos tenían una mirada picara, la mamá de Jos me observaba enternecida y Jos me observaba con ojos llorosos y no comprendía por que.

Me levante de donde estaba y fui a donde Jos.

— ¿Tienen hambre? — pregunto Mariana sonriente — Preparare unas ricas tortitas de papa, para comer todos juntos y festejar que mi hijo esta de nuevo con nosotros.

— Buena idea mamá, ¿Quieres que te ayude? — pregunto Yaya.

— No, cariño, quedate con tu hermano y sus amigos, terminare rápido — se fue de ahí con una enorme sonrisa.

Yaya se acerco a donde estaba y miro a su hermano, observe que buscaba algo con la mirada.

— La pulsera — susurro y miro al Jos numero dos con el ceño fruncido — Tú... — Jos observó la pulsera que ella le había regalado y notó que el Jos verdadero no la tenía.