"Capitulo 7"

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Tome mi abrigo y las llaves de mi apartamento, ese Jos no se escaparía tan fácil, tengo que hacerlo entender.

¡Maldita sea! y para colmo la piedra ha desaparecido ¿cómo le voy a hacer para que Jos regrese a mi póster? Corrí escaleras abajo ya que Jos había tomado el ascensor, tenía que llegar hasta abajo antes que él.

Jos me observaba bajar las escaleras a través del cristal del ascensor, podía jurar que en su rostro tenía una odiosa sonrisa burlona

El ascensor se detuvo y Jos salió corriendo de ahí, me apresure a bajar las escaleras que me faltaban.

— ¡Oye espera! — le grite — ¡Por favor regresa! — termine de bajar las escaleras y comencé a correr tras él. Debo admitir que Jos era muy rápido.

Las puertas del edificio aún estaban cerradas, eso le impidió a Jos salir a la calle. Volteó a verme con fastidio.

— ¡Déjame ir! — me miró fijamente.

— ¡Ya te dije que no puedes! ven, vamos a mi apartamento — el levanto una ceja.

— ¿Para qué me sigas diciendo esas bobadas?, no gracias... me esperaré hasta que abran estas puertas, ya no han de tardar en hacerlo — se cruzó de brazos y esquivo mi mirada.

— ¿Siempre eres así de...mamón? — pregunte, el abrió los ojos como platos.

— ¿Perdona? — frunció el ceño.

— ¡Que eres un payaso! — dije molesta.

— ¿Y tú qué? Déjame, es mi problema — me miro mal. Abrí la boca indignada, maldito.

— ¡Bien!, te demostraré que no eres el Jos real, ¡eh! acuérdate de mi —me di la vuelta y comencé a caminar de regreso a mi apartamento.

Volteé a verlo y observe que me veía mientras me alejaba pero se hizo el disimulado y giro su cabeza hacia otra dirección.

Maldito inmaduro, jamás creí que ese niñito famoso fuera un mamón, imbécil.

Cuando por fin estuve en mi apartamento suspire, abrí mis cortinas, el sol ya comenzaba a asomarse, todo esto era una locura, pensándolo bien me alegraba que Jos se hubiera ido, me había quitado un peso de encima, ojala tuviera suerte encontrando a sus amigos.

Tendí mi cama y busque ropa deportiva en mi closet, me la coloque y por último me hice una coleta alta, busque mi botella de agua, mis auriculares, mi teléfono y salí de mi apartamento para ir a correr.

— ¡Isa! — me encontré con Adela.

— ¡Hola! — sonrei.

— ¿No te iras a casa? —pregunto.

— No, tengo unas cosas pendientes — respondí.

— ¡Oh ya! bueno me tengo que ir mi taxi me está esperando, nos vemos el lunes — me dio un beso en la mejilla y se fue de ahí.

**

Corría alrededor de un parque, mucha gente hacia lo mismo que yo, algunas paseaban a sus perros o jugaban con sus hijos, era un ambiente bastante relajante.

Atreves de mis auriculares sonaba "Automatic Stop" de The Strokes. Llevaba 15 minutos corriendo. Me quite los auriculares y tome un poco de agua, y continúe corriendo.

— Chss, chss — Gire mi cabeza para ver quien hacia ese sonido.

Pero al voltear tropecé con una roca y caí de bruces.

— ¡Auch! — me di cuenta que mi rodilla estaba sangrando.

— ¡Perdón, perdón! — un chico me ayudo a levantarme.

Cuando estuve de pie, pude ver de quien se trataba. Una oleada de calor en mis mejillas se hizo presente y no era precisamente porque me había ruborizado si no que era de coraje.

Mi Póster Cobró Vida |Jos Canela| [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora