— ¿Como es que lo sabes? — dije asustada, temía que le haya dicho a alguien.
— No tienes por que preocuparte, no he dicho ni diré nada — parece que me leyó el pensamiento — por eso te contare un secreto.
— ¿Un secreto? — ella asintió.
— Mi vida ha sido diferente a la de los demás — se levanto su cabello rojizo y lacio en una coleta, debo admitir que no era fea. Tiene tiene unos lindos ojos azules — Mi familia es diferente, muchos dicen que tenemos pacto con el diablo y cosas así, pero todo eso es falso, nosotros somos videntes, vemos cosas que los demás no ven. Mi mamá se dedica a leer las cartas, mi abuela hacia lo mismo y ella fue la que me dijo sobre ti.
— ¿Tu abuela? — pregunte confundida.
— Si, desafortunadamente ella murió hace 4 días — comentó con tristeza — Pero lo que me contó fue que te dio una piedra llamada deseo.
— Así que...— hice una pausa — esa anciana era tu abuela — dije.
— Exacto...— me miro detenidamente — luego supe lo que hiciste pediste que tú póster cobrara vida y ahora escondes a Jos Canela en tu departamento. — sonrió — y te iras por que piensas poder resolverlo tu sola.
Abrí la boca a mas no poder. Con todo lo que me dijo ¿como no creerle? Me rendí y pregunte.
— ¿Tu puedes ayudarme? — pregunte inocentemente.
— Si eso quieres — se encogió de hombros.
— ¿Porque tu abuela me dio esa piedra? —pregunte.
— Sé el porque, sin embargo no puedo decírtelo, te darás cuenta sola — soltó un suspiro — ella ya sabia que pedirías ese deseo —me guiño un ojo y se levanto de la silla — te veo a la salida.
— Oye... ¿pero si me ayudaras? — giro a verme.
— Es un hecho — se fue de ahí, mire que Adela se acercaba a mi.
— ¿Que haces? — pregunto mientras observaba como Támara se alejaba.
— Estaba platicando con Tamara.
— Si es lo que vi, la bruja —frunci el ceño ante ese comentario.
— ¿La conoces?.
— Soy futura periodista amiga, conozco a mucha gente.
— Bueno si — suspire.
— ¿Que te dijo? — pregunto.
— Amm me pidió algunos apuntes.
— Oh, De acuerdo. ¿almorzamos juntas? — pregunto con una sonrisa.
— Claro que si.
— Vale, te veo en una hora — dijo y salio de la cafetería.
Yo me quede sentada ahí pensando en que hará Tamara, le di un mordisco a mi emparedado. Tengo que decirle a Jos.
Saqué mi celular y marqué su número.
— Hola ¿que pasa? — preguntó del otro lado.
— Alguien sabe de ti — el silenció se hizo presente.
— ¿Quien? — hablo después de salir de su trance.
— La chica se llama Tamara, ella es una compañera mía, y me acabo de enterar que su abuela fue quien me dio la piedra.
— Bien, por lo menos ya sabemos donde encontrar a la anciana.
— Ella murió... — comente rápidamente
— ¡¿Que?!— exclamo Jos, su voz me lastimo.
— Tamara nos ayudara.
— ¿Como? — pregunto confundido.
— Bueno es que ella es...diferente, hace cosas que nosotros no podemos.
— ¿Ve gente muerta? — pregunto burlonamente.
— ¡No, Jos!...o bueno no se, pero ella nos ayudara.
— ¿En verdad? ¿Le creiste? que tal si te ha estado siguiendo y se dio cuenta de todo — hablo serio.
— No lo creo, es que si hubieras escuchado como me lo dijo.
— Esta bien, confió en que sea verdad.
— Si, hablare con ella a la salida de clases... te veo al rato.
— Chao y no tardes mucho... Ya te extraño — dijo.
— Yo también te extraño — sonrei como boba.
— Apuesto a que yo te extraño mas.
— No lo creo — Rei —bueno ahora si te dejo.
— De acuerdo, hasta al rato.
Colgamos.
Fui a mis clases, y mas tarde fui a almorzar con Adela, por suerte ya había llegado la hora de la salida.
Tome mis cosas y gire mi cabeza para ver a Tamara quien recogía sus cosas y las guardaba en su mochila.
Espere a que todos salieran del aula.
— Hola, Tamara — ella me observo y me dedico una sonrisa.
— Dime, Tamy — asenti.
Colgó su mochila en su hombro y salimos del aula.
— Bien... y ¿que vas a hacer con respecto a mi póster? —pregunte.
— Bien, se que tenían pensado buscar a la boyband y reemplazar al Jos real, para así no cancelar presentaciones — asentí, woow si que sabe las cosas — es buena idea, no lo niego.
— ¿En serio? gracias — dije mientras caminábamos por la universidad.
— Mira, esto sera algo complicado, pero si los chicos te creen debes darles esto — de su mochila saco 5 pulseras color negras con un extraño dije, frunci el ceño — una se la tienes que poner al Jos verdadero.
— ¿Para que? — pregunte confundida.
— No puedo decirte en este momento. También tienes que asegurarte que no lo vea mucha gente, tú chofer no lo debe ver ni la gente que trabaja en tu casa, se que tendrás a una amiga en vacaciones contigo.
— ¿Como sabes todo eso? — me empezaba a dar miedo.
— No hagas tantas preguntas — rodó los ojos.
— Perdón — dije mirándola raro.
— A tu amiga le darás este prendedor — lo saco de su bolsillo — le gustara mucho.
— Esta bien — tome las pulseras, el prendedor y las guarde en mi mochila.
— Mi abuela me encargo mucho esta situación, no la quiero defraudar... sigue mis instrucciones y todo saldrá bien.
— No te preocupes, lo haré — dije.
— Confió en ti, tienes que convencer a los CD9 que Jos esta en coma por el deseo que pediste, la familia del chico igual tiene que saberlo.
— ¿Su familia? — pregunte asustada.
— Si... tienes que tener mucho apoyo, y así dará tiempo para que pueda revertir el deseo.
— ¿Como sabré cuando ya tengas la solución?
— Yo misma llegaré a tu casa.
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Mi Póster Cobró Vida |Jos Canela| [FINALIZADA]
Fanfiction1era y 2da Temporada Disponibles. Isabella Ochmann, hija ilegitima del famoso actor Mauricio Ochmann, empezara sus estudios de Psicología en la universidad de puebla "BUAP", su madre ha muerto en un accidente hace mas de 1 año y tiene que vivir con...