Mire a mi papá.
— Si, sólo que me dio el sentimiento de saber que ya te vas a casar — mentí.
— ¡Oww! — exclamaron todos.
Trate de sonreír, pero me fue imposible.
— Ahora vuelvo — tenía que hacer algo, tal vez, me arrepienta de lo que haré.
Me levanté del sofá, Teo me miro extrañado, subí a mi habitación y tome un abrigo. Volví a bajar y mire a los presentes.
— Tengo que salir... — dije.
— ¿Que? ¿A donde vas? — pregunto mi papá desconcertado.
— Debo de solucionar algo.
Sin más explicaciones salí, corriendo de mi casa, el frío pegaba contra mis mejillas, ya estábamos en diciembre se imaginaran el horrible frío que hacia, corrí por las calles, los tacones retumbaban en el pavimento.
Hasta que por fin llegue a mi destino, mire mi reloj de pulso, marcaban las 11:15 p.m, la luz de su habitación era la única encendida.
Busque alguna piedra para poder lanzarla, encontré una y la tome entre mis manos.
— Confío en mi — dije y la lance a la ventana, lance otra, hasta que él se asomó... me observó por unos segundos y se alejó de la ventana.
Me desilusione, y di la vuelta para regresar, hasta que escuche la puerta principal abrirse.
— ¿Que haces aquí? — el pelinegro tenía el ceño fruncido, y los brazos cruzados sobre el pecho.
Me acerqué un poco a él.
— Y...yo — debo aclarar que no estaba tan nerviosa, el frío era tan intenso que no me dejaba articular palabra, sólo a mi se me ocurría salir con vestido.
— ¿Tú que? — dijo desesperado y descruzo los brazos.
— So...sólo ve...venía a verte — me abrace.
Jos me observó de arriba a bajo.
— ¿Estas consciente que estamos en invierno y te atreves a salir así? — dijo serio — vamos, entra — se giró y entró a la casa.
Fui tras él, cerro la puerta y me observó levantando una ceja.
— Sigueme — prendió las luces de la cocina y saco chocolate y lo puso a calentar.
— Lo siento — solté, él levantó la vista y me observó.
— ¿Me pides perdón por venirme a ver a las 11 de la noche? — comentó cínicamente — vaya... mejor no me pidas perdón y dime la razón de tu visita — saco una taza de la alacena.
Me sentí estúpida, definitivamente había sido un error venir, pero ya no podía echarme para atrás.
Jos sirvió el chocolate caliente, sé veía tan adorable en pijama.
— Quiero arreglar las cosas contigo — me alcanzó la taza de chocolate y me miro fijamente, sus ojos me taladraban.
— ¿Así? — levantó una ceja.
— Si, José — el sonrió y movió la cabeza.
— Linda, de verdad aprecio mucho lo que haces, admiro tú valor — tome un poco de chocolate — pero, seré sincero, no te tolero.
Mi corazón se rompió, los ojos se me llenaron de lágrimas.
— ¿Por qué? — deje la taza de chocolate sobre la barra — ¡Jos perdóname, no quise hacerlo, te juro que me arrepiento tanto! — me estaba humillando yo sola delante de él — Eres un chico increíble, tu no eres así, te conozco — las lágrimas rodaban por mis mejillas.
Jos fruncio el ceño y me miro.
— Ni siquiera se quien eres en realidad, ¿como puedes saber como soy? — se alejó de mi.
— Olvidalo, eres un... — no termine la frase, y agache la mirada.
— ¿Un que? ¡anda dilo! — se acercó a mi, levante la vista y sus ojos estaban tan cerca de los míos, esos ojos hermosos color miel — ¿un estúpido, un pendejo, un idiota...? Dilo.
— Me arrepentiré de esto — lo agarré desprevenido y lo bese con fuerza, él me siguió el beso por un minuto, luego me alejó bruscamente.
— ¿Que te pasa? — dijo enojado — ¡Nunca lo vuelvas a hacer!
Se fue de ahí y se escucho como subía las escaleras.
Me senté en el suelo y abrace mis piernas.
— Te amo Jos...
Dije entre lágrimas.
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Mi Póster Cobró Vida |Jos Canela| [FINALIZADA]
Fanfiction1era y 2da Temporada Disponibles. Isabella Ochmann, hija ilegitima del famoso actor Mauricio Ochmann, empezara sus estudios de Psicología en la universidad de puebla "BUAP", su madre ha muerto en un accidente hace mas de 1 año y tiene que vivir con...