Ese silencio no podía sentirse más eterno que en ese momento. Es como si a cada uno de esos jugadores les hubieran hecho esa misma pregunta. No obstante, el único protagonista de ese extraño giro del destino era Yukio; ese hombre tan temible dentro de la cancha de basquetbol, admirado y temido por muchos, pero que irónicamente resultaba ser el más tímido cuando de invitar a una mujer se trataba.
Todos estaban ansiosos por escuchar la respuesta de Kasamatsu. Pero él simplemente continuaba en shock, incapaz de hilar palabra coherente y de su boca no emergía absolutamente nada, nada. Es que todos sabían que el peli negro era penoso, pero estaba superando sus expectativas con creces.
—¿Kasamatsu-san? —Elin le miraba entre sorpresa y confusión. No sabía por qué había reaccionado de ese modo el chico. Es decir, al verlo en la cancha no pensó nunca que pudiera ser tímido.
—Kasamatsu-senpai, diga algo —le codeaba Sakurai.
—Se ha quedado de piedra. Simplemente no me lo puedo creer —mencionó con cierta burla el pelirrojo. Es que no le cabía en la cabeza cómo alguien de la edad de Yukio podía cohibirse ante una mujer y más cuando ya había estado practicando con la ayuda de Aoi.
—¿Sugita-san, cierto? —el pelirrojo le sonrió campante—. Se me hace de muy mal gusto que ose burlarse de un compañero de equipo. Sobre todo para cuestiones de este tipo. ¿Es que no ha se sentido nervioso o no se ha apenado nunca en su vida? —interrogó secamente—. Por lo que le pediré amablemente que guarde sus comentarios. Todos manejamos las situaciones como mejor podamos —el capitán simplemente se quedó totalmente anonadado ante las palabras de esa chica. Es decir, no le llegaba ni al hombro, ni le conocía y tenía los "pantalones" para mandarlo a callar de la manera más educada posible.
—Kasamatsu, esto va a ser peor que todas tus prácticas juntas —sentenció con una sonrisa ladina. Debía de admitir que esa peli blanca era interesante.
—Vamos, no seas grosero Kasamatsu, respóndele con propiedad a la chica —agregaba vilmente Haru con una sonrisa socarrona en labios.
—¡Kasamatsu-senpai está en aprietos! Debe decir algo antes de que ella se indigne y piense que no ha llamado su atención. Vamos, aplique lo que ha practicado todos estos meses —Kise le echaba porras en silencio. Tal vez sus buenas vibras llegarían hasta su senpai.
—Ver para creer —Axelle estaba que luchaba por no reírse, no por Kasamatsu, sino por lo atrevida que había salido Elin—. Pensar que le gustan mayores como a mí —sonrió.
—Axelle, ¿a ti te gustan los mayores? —le miró con sorpresa.
—Todas mis ex parejas han sido al menos 3 años mayor que yo.
—¿En qué momento tu camino se desvió y terminaste con Aominecchi? —otra de las grandes incógnitas de este mundo.
—No lo sé Kise. Es lo mismo que yo me pregunto cada noche antes de dormir.
—Seguramente Daiki sabe hacer algo que los otros no —Moto y sus atinados comentarios que hicieron que la rubia quisiera pellizcarle sus mejillas mientras se ponía roja de la vergüenza.
—¿De qué se trata Axelle? –Kise también deseaba saber, tanto como el castaño.
—¡De nada par de fastidiosos! —pronunció lo más quedito que podía. Abajo todavía se estaba suscitando la declaración al pelinegro.
Y una vez la atención se enfocó en el peli negro. Ahora ya parecía estar más centrado, pero eso no evitaba que su rostro estuviera rojo a no más poder y que esa chica le mirara no ayudaba. Sin embargo, consideraba descortés no ofrecer una respuesta, especialmente cuando había tenido el valor de ir y pedirle una cita de un modo tan directo y propio.
ESTÁS LEYENDO
Addicted to U [EN EDICIÓN]
FanfictionNo había manera de que él, Aomine Daiki, perdiera contra ella; contra aquella chica que apareció repentinamente en su vida para imponer sus normas y burlarse de su persona cada vez que tenía la oportunidad. Definitivamente él no iba a ceder ante alg...