Tras el pomposo anuncio del presentador la última y más grande actividad del Rally por Equipos dio inicio, causando en la audiencia una ola de euforia y ansiedad; ya deseaban ver las obras de teatro y maravillarse -o reírse-, de las actuaciones de los participantes.
La primera obra que les fue presentada al público fue Blanca Nieves. Sin duda el equipo tuvo que ingeniárselas para el momento en que los siete enanos convivían con la susodicha princesa. El siguiente fue quizás más emocionante. Ya que la escena más esperada era la del príncipe despertando a la Bella Durmiente; ellos fueron afortunados al contar con una chica para que fuera la princesa.
El público parecía bastante motivado. Ya que pese a que todo fue hecho muy de golpe, teniendo el tiempo en contra, todos se habían esmerado en hacer de sus actuaciones lo mejor posible.
—¡A continuación tenemos al Equipo Perseus quienes nos maravillarán con Alicia en el País de las Maravillas! ¡No se lo pierdan! –promulgó vehemente el moderador del evento y actual maestro de ceremonias.
—Al fin ha dado inicio la obra de teatro –por lo visto un grupo de disimulados chicos apreciaban la obra de teatro desde un sitio próximo al escenario. Tenían curiosidad de ver cómo harían su interpretación y bueno, allí estaban, apreciándolo todo.
—¡Alicia! ¿Quieres poner atención a tu clase de historia? –llamó la atención la hermana de esa despreocupada rubia, una que se distraía mientras jugueteaba por las cercanías.
—¡¿Ese no es Kirihara?! –exclamaba Kagami. Admitía que gracias a su tamaño y que no era tan ancho de espalda, quedaba perfectamente bien en el papel de hermana.
—Pues en verdad parece una impecable chica –cuchicheaba Kise.
—Eso es aburrido, hermana. ¿Cómo puedes ponerle atención a ese libro si ni siquiera tiene dibujos? –se quejó infantilmente.
—¡Qué ocurrencia más grande, Alicia! Los mejores libros no tienen dibujos.
—En este mundo tal vez, pero en mi mundo...¡los libros tendrían muchos dibujos!
—¿Tu mundo? ¡Ja! ¡Pero qué tontería Alicia!
—¡Eso es! –su carmesí mirada se enfocó en aquel minino, uno que era de carne y hueso-. ¡Tonterías, Diana! En mi mundo todo sería un disparate. Tú Diana, serías una persona, como todos los demás. Las flores hablarían y los pájaros cantores bailarían al son de espléndida música –se recostó cómodamente sobre el ficticio césped.
—¡¿Takao?! No imaginaba que le tocaría...ser el Conejo Blanco...-Midorima abrió sus verdes pupilas en cuanto el pelinegro entró al escenario con ese traje, el reloj en mano y toda la finta de conejo.
—¿Eso es un pon-pon? –preguntaba Murasakibara.
—No, idiota, es la cola del conejo –aclaraba Kagami.
—Umm...Se ve como si fuera algodón de azúcar –alguien ya tenía hambre, de nuevo.
—¡Eso no se come, imbécil! –volvió a regañarle.
—Mm...Pero sí sólo es un conejo...-la mirada de Alicia se enfocó en ese particular conejo-. ¡Vestido y con reloj! –se puso de pie, siguiéndole de inmediato.
—¡Alicia, detente! –le ordenaba su hermana-. Es sólo un conejo.
—¡Se me hace tarde, se me hace tarde! ¡Me voy, me voy! –para cierto conejito el tiempo estaba en su contra, por lo que debería apresurar el paso.
—Qué raro...Omitiendo claro está el hecho de que un conejo camine en dos patas y sea del tamaño de una persona, ¿cuál podría ser la causa por la que va tarde un conejo? ¡Señor conejo, espéreme por favor!
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Addicted to U [EN EDICIÓN]
FanficNo había manera de que él, Aomine Daiki, perdiera contra ella; contra aquella chica que apareció repentinamente en su vida para imponer sus normas y burlarse de su persona cada vez que tenía la oportunidad. Definitivamente él no iba a ceder ante alg...