Capítulo 104: Escaparate

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Hoy amanecí de buen humor y decidí traerles tres sensuales capítulos de Addicted to U para llenar sus corazones de cursilerías, drama, momentos chuscos, romanticismo y más drama. Lo sé, soy un amor de persona y me estiman un montón XD Solamente aclararé que en el capítulo 105 encontrarán un vídeo que podrán escuchar mientras leen y que en sí es la canción que tarareará cierto italiano~. También indicarles que nos acercamos peligrosamente al final de esta primera parte (owo)7

¡Lean, diviértanse y nos vemos en la siguiente actualización!

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Lo menos que deseaba es que interrumpieran su descanso. Consideraba que aún era muy temprano para ello y demandaba que quien estuviera de gracioso intentando despertarle, la iba a pagar muy caro. Lamentablemente sus reflejos no eran buenos somnolienta, por la que ese hombre detuvo su intento de golpe.

—¿Ya vas a despertar o no?

—Umm...Déjame dormir más...—pedía, enroscándose y volviéndose una bola de edredón viviente.

—Sólo levántate y ya —si las palabras no funcionaban, el que le alzara con todo y cobijas seguro surtía mayor efecto—. ¿Ahora sí? —la chica permanecía ahora sentada sobre un colchón carente de cobijas y almohadas. Se restregó los ojos mirando con cierta somnolencia al moreno.

—¿Qué pasa Daiki? —sacudió su cabeza y dio un largo bostezo.

—Toma —la chica asió entre sus manos aquella bolsita de regalo—. ¿Para mí? —él simplemente asintió, tomando asiento en la esquina del colchón—. Mmm...¡¿De verdad...estás regalándome algo como esto?! —había muchas cosas que le pasaron por su mente en ese preciso instante—. No dudo...de que hayas sido capaz de comprar algo como esto...—lo miró de manera inquisidora mientras sacaba aquellas suaves y finas prendas de lencería. Admitía que eran muy bonitas y de un color lila suave, pero eso no quitaba que debía llamarle la atención—. Al menos tienes buen gusto...

—Lo sé —confesó con descaro.

—No era algo para lo que debieras sentirte orgulloso, Daiki —replicaba ella con vergüenza.

—Deberías probártelo...y ver si te queda. Sino para ir a comprar otro...—mencionaba con normalidad, como si lo que se fuera a medir fuera una blusa o un pantalón.

—No será necesario, es de mi talla —la chica estaba apreciando la etiqueta de ambas prendas—. Así que no es necesario —le sonrió divertidamente.

—Aburrida.

—Pervertido —soltó con burla—...Hay algo más aquí...—sobre la palma de su mano cayó una pequeña tarjeta de tonos cafés y carmesí; ella identificó de inmediato el nombre que allí ponía y lo que significaba la misma—. ¿En serio?

—Así que apúrate —ahora entendía la razón de presionarla para que se despertara.

—Por supuesto —se puso de pie sin más.

Tras tomar un rápido desayuno y alistarse, abandonaron la comodidad y calidez de aquella casa, dirigiéndose sin chisteo alguno hacia la zona comercial de la ciudad. Había algo allí que le causaba una gran motivación a la francesa, por lo que no sorprendía que presionara al moreno para incrementar su paso.

Era curioso verle tan animada por algo que en realidad no era la gran cosa. Sin embargo, prefirió limitarse a guardar silencio y observarla. Y para cuando menos se lo esperó ya se encontraba frente a ese colorido establecimiento.

Ella le jaló de la mano para que entraran juntos. Si bien el ambiente estaba bastante animado porque había una gran cantidad de gente allí presente, prefirió concentrarse en ella; parecía tener un conflicto interno de gran índole ya que no despegaba su atención de cada uno de esos modelos de peluche.

Addicted to U [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora