Capítulo 102: Noche de Copas

291 30 8
                                    

  ¡Hola a todas! Sí, ahora deben estar atormentadas por verme tan seguido subiendo actualizaciones :D Y si su instinto les dice que perciben peligro, es porque está en todo lo correcto XD La verdad es que Addicted to U ya está en sus últimas. ¡Sí, adiós a esta comedia romántica! *saca sus pañuelos y llora de alegría*. Pero no se depriman, porque si ustedes lo quieren/desean, podemos estarnos viendo próximamente en una segunda temporada —que espero no sea tan larga como ésta—. Eso sí, deben exteriorizar ese anhelo —y no es porque sea troll y malvada XD Bueno sí, pero no es el caso ahorita jajaja—. ¿Por qué? Porque al menos yo ya no tengo tanto tiempo libre/vida como antes gracias al trabajo T_T —aprovechen si están en la escuela— y aparte de éste tengo seis fanfics más que —intento— actualizar cada vez que puedo XD —y dirán: ¿nosotras te mandamos a subirlos? No, ¿verdad?—. Por eso más que nada les pregunto, que si no quieren, en unos cuantos capítulos más cierro esta historia :D Sin más, lean, disfruten y mediten su decisión que cambiará cientos de vidas (?). See u later~ 

*-*-*-*-*

Que aquel cálido y suave edredón se encontrara ahora abrigando al frío e impávido suelo era el menor de los males que condecoraba a aquella habitación y que al mismo tiempo, causaba ese estado de mutes y shock en la recién llegada. Tampoco interesaba que aquel atractivo modelo fuera iluminado majestuosamente por los rayos del sol que se filtraban desde las enormes ventanas de la habitación, resaltando su revuelta cabellera rubia. Definitivamente esos encantos físicos estaban siendo pasados por alto por la anonadada mujer.

Lo que levantaba un oleaje constante y embravecido de cuestionamientos eran ese par de hombres en combinación.

Jamás consideró que aquel modelo fuera el ejemplo vivido de dominancia o rudeza, pero tampoco esperaba que luciera tan manso, como si de verdad no le importara poseer la postura más sumisa dentro de la relación. Y claro, sabía que era alguien expresivo, que no le importaba demostrar sus sentimientos y deseos; justamente es lo que se encontraba haciendo en ese preciso instante, pero no con ella, sino con el italiano.

Aceptaba que el italiano era alguien apuesto, posiblemente por sus orígenes, aunado a una personalidad carismática y agradable. Sin embargo, no sospechó jamás que eso pudiera ser más que suficiente para desviar el buen camino de su actual pareja. Quizás París era la ciudad del amor, pero claramente estaba haciendo cambiar a Kise Ryouta de un modo impensable.

Para sus ojos solamente existía un cariñoso rubio, aferrándose al castaño mientras murmuraba quién sabe qué ocurrencias y no deseaba soltarlo sin importar cuánto intentara éste apartarlo de su lado. Y por si eso fuera poca cosa, no había nada que cubriera su escultural y perfecto abdomen, por lo que su piel interactuaba de inmediato contra las vestimentas del chico. Posiblemente muchas mujeres amarían contemplar una escena como ésa, nacida entre dos apuestos hombres.

—¡Kise, despierta, hazlo ahora mismo o Aoi seguirá pensando que hay algo entre nosotros dos! —continuaba luchando por zafarse, pero era en vano, entre más lo hacía, el rubio más lo obligaba a pegarse a él y claro, el que estuviera prácticamente sobre el rubio, no ayudaba en nada a su condición.

—...Marko...Así que te estabas reservando para Kise...Menos mal no eres el pasivo de la relación —a buena hora se había tenido que ir a parar Hadrien a ese cuarto—. Sabes que sólo te veo como amigo, no pienses que te guardo alguna clase de amor pasional ni nada por el estilo —sus palabras no tenían concordancia con lo que estaba haciendo en ese preciso momento; su celular estaba guardando la magia para futuras generaciones.

—Kise, además de masoquista saliste rarito...Creo que Kasamatsu ya no debería de apalearte tanto o pensará cosas que no —ese era Aomine, disfrutando del espectáculo a todo color. ¿Y por qué no sacar una fotografía ahora que se tenía una oportunidad de oro como ésa?

Addicted to U [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora