Capítulo 3: Porque a veces es demasiado tarde para huir

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¡Holaaaa a todos nuevamente! Al final sí decidí traerles otro nuevo capítulo, aprovechando que estoy muy picada con todo esto y literalmente no hago más que escribir de esta historia UwU Sé que mis otras lectoras no están felices por esta confesión, pero es lo que hay XD. Gracias a la personita que me comenta, la adoro mucho por eso =D Y también a quienes me siguen =3 Tampoco olvido a los lectores fantasmas! Espero lo disfruten mucho! Al menos yo me di una divertida al poner a Axelle en semejantes predicamentos; situación que se repetirá muchas veces jeje (sí, soy una maldosa con mis protagonistas). ¡Nos andamos leyendo pequeñines! Besos y tengan un buen inicio de semana.

Traducciones de las oraciones en francés (perdonen si no están del todo bien, pero llevo más de año y medio sin tocar nada de francés XD y ya se me andan olvidando algunas cosas).

* Je suis désolé, mais je ne parle pas japonais. Je suis française: Lo siento mucho, pero no hablo japonés. Soy francesa.

* C'est pourquoi je déteste le plus de touts les hommes: Esta es la razón por la que detesto a la gran mayoría de los hombres.

* Je suis très contente!: Estoy tan contenta!

* Les homes des jeux otome sont les meilleurs: Los hombres de los juegos otomes son mejores.

*Y sí, el título que coloqué allí de verdad corresponde a un juego otome, pueden buscarlo si quieren.

*-*-*-*-*-*-*-*-*

¿Cuántos días transcurrieron desde que empezó a compartir con esos chicos algo más que unas cuantas palabras diarias? Lo único que sabía es que el cuerpo no dejaba de dolerle; que era un milagro el que pudiera levantarse cada día para asistir a clases.

Para ella la universidad era una verdadera pesadilla y su mejor amiga no mejoraba las cosas.

Allí estaba de nuevo, sentada sobre el suelo, con una toalla empapada de agua sobre su cabeza y su respiración perturbada. Ese día todo el ejercicio había sido duplicado gracias a la inconciencia de un par de chicos: Hyūga e Izuki; los dos llegaron tarde y eso fastidió a Riko.

—Si...sigo así no llegaré a mayo...—Axelle miraba hacia la cancha. Los chicos practicaban los tiros desde diferentes ángulos.

Y aunque quisiera largarse de allí, no podía. A Riko se le daba muy bien el uso de aquella espada de madera por lo que ahora la llevaba a sus prácticas para poner en su lugar a los revoltosos.

—Daishi-kun, te ves fatal.

—Kuroko-kun, ¿podrías dejar de aparecer de la nada? Un día me dará algo si sigues apareciendode ese modo —reclamó con sutileza—. Me obligarás a ponerte un cascabel.

—¿Un cascabel? —Se imaginó por breves instantes a un pequeño gato y a la francesa intentando ponerle fallidamente un cascabel.

—Deja de imaginártelo —soltó, mirándolo de soslayo—. ¿Ya te cansaste tú también?

—Solamente vine por algo de beber. No ha sido demasiado esfuerzo —expresó con frescura; pero estaba claro que aquel comentario había tenido un doble significado. ¿Acaso se estaba burlando de ella?

¡¿Me está insultando de manera indirecta?! Él puede ser bastante malvado y engañoso con ese lindo rostro que tiene...

—¿Ya vas a arrojar la toalla? —De inmediato reconoció esa gruesa voz.

Se trataba de él, mofándose de su falta de condición física por décima octava vez desde que inició la semana.

—No, no voy a arrojar la toalla ni nada por el estilo.

Contestó intentando mantenerse tranquila. Por alguna razón las provocaciones de Aomine le crispaban el buen humor que tenía y la hacían quererse poner a su nivel. Pero sabía que si sus ataques verbales no iban hacia su habilidad con el basquetbol, poco le importaban al chico.

Addicted to U [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora