Capítulo 5: Los dos caminos que se cruzan entre sí

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¡Holaaaa mis pequeñas criaturillas! Es domingo y les traigo más de este fanfic XD Bueno, aviso nuevamente que también subiré el capítulo los miércoles a menos que no tenga tiempo o suceda algún imprevisto. ¡Disfrútenlo! Sé que ha quedado inusualmente corto, pero con posteriores capítulos no habrá esas quejas OwO. En fin, ríanse de los malos entendidos que les ocurren a esos dos jeje. ¡Sin más, tengan un gran inicio de semana! 

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No solía prestarle atención a sus compañeros de equipo cuando entraba al gimnasio; no obstante, en esa ocasión las miradas cayeron en él en el justo instante en que dio su primer paso hacia el interior del gimnasio.

El motivo era desconocido para él; mas no tenía ni los ánimos ni la fuerza para preguntar. Por lo que optó por desplazarse hacia una esquina de la cancha y tomar asiento.

La entrenadora no llegaba; y eso estaba causando cierto ruido en todos.

—Aomine-kun, felicidades.

—¡¡Ya te dije que dejes de aparecer así como así, Tetsu!!

—Pero sí yo estaba aquí desde que te sentaste. Eres muy cruel conmigo, Aomine-kun. —Lo miraba de reojo, tan fijamente, que al ala-pívot le dio escalofríos.

—Ya olvídalo. Y de igual modo, ¿por qué me felicitas? —Había obtenido una A+ en su reporte, pero eso era algo que él no sabía.

—Todos se están preguntando cómo es que lo conseguiste —continuó, sin dar explicación.

—Por eso te estoy diciendo de qué demonios estás hablando, Tetsu. —Tomó su botella de agua y empezó a apagar la sed que lo invadía.

—Felicidades por tu noviazgo con Daishi-kun.

Las palabras emitidas por Kuroko no sólo lo llevaron a escupir el agua que había ingerido, sino también lo hicieron palidecer.

—¡¡Maldito Tetsu!! ¡Querías que bebiera agua para decírmelo! ¿No es así? —bufó molesto. Estaba deseoso de ahorcar a su viejo amigo.

—Creo que me estás malinterpretando, Aomine-kun. Únicamente estaba esperando el mejor momento para congratularte —versó calmadamente.

—¡Es exactamente lo mismo que dije, Tesu maldito!

—Todos están ansiosos de que les cuentes cómo lograste conquistar a Daishi-kun, Aomine-kun.

—Para empezar... ¡¿De dónde demonios has sacado tú esa idea?! ¡Ella y yo no somos nada!

—Esta fotografía no puede mentir, Aomine-kun. —La prueba del delito estaba allí, a escasos centímetros de su alcance, moviéndose de derecha a izquierda a capricho del jugador sombra.

—¡Dame eso! —exclamó furioso.

¿Quién se había encargado de tomar esa fotografía mientras viajaban en el metro para ponerla en el periódico universitario como una gran primicia?

—Posiblemente lo que hiciste fue proteger a Daishi-kun de esos molestos chicos que no hacen más que dedicarse a tocar a las chicas en el metro, ¿no es así?

—Justamente eso.

—Es una pena que no vayan a creer en la palabra de alguien como yo. Además, la fotografía es demasiado sugerente para pensar que algo como eso es cierto —opinó muy despreocupadamente; como si le diera una inmensa gracia ver inmiscuido a su amigo en semejante chisme.

—¡¡Si serás...!! —Ya lo había tomado por el cuello para agitarlo como un vil muñeco de trapo.

—¿Te molesta que Daishi-kun aún no haya llegado? Es normal después de que han estado separados por tantas horas.

Addicted to U [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora