Capitulo 11.

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~Sucio~

Este lugar me da nauseas, es asqueroso... ahora mismo estamos en un salón donde mi reflejo puede verse en el pulido suelo de mármol, sin embargo esta pulcra limpieza solo hace más evidente la suciedad de el mundo en el que vivo.

Dracula en cuanto llego me dijo que no me moviera de el rincón más alejado del cuarto y para ser sincera la idea no me molesto en lo más mínimo, puedo verlo mientras socializa con diferentes hombres y damas las cuales vienen muy bien arregladas... por lo que veo solo los humanos traemos esta vestimenta con túnica... ¿a qué se debe?

Me detuve a observar a las diferentes mujeres y hombres que traemos estas túnicas, todos estamos alejados del resto de los invitados como si no debiéramos acercarnos a ellos, la fiesta no es muy concurrida por lo que parece, a penas si hay dos o tres docenas de invitados, sin embargo en cuestión de 15 a 20 minutos una enorme cantidad de vampiros difícil de calcular pero tal vez serán unos 100 más otros humanas acompañándolos con túnicas... pero estas son blancas, un blanco tan pulcro como el vestido que use para recibir a los hermanos de Dracula, sé que esto no quiere decir nada bueno.

— ¿Por qué tan sola en este rincón? —esa voz, esa cantarina y endemoniada voz, me gire—No me mires así, estoy aburrido y quise venir a molestarte.

Solo lo ignore mientras me concentraba en los humanos vestidos de blanco.

—Oh... ya llegaron, será mejor que no hables con ninguno de ellos si no quieres enterarte de algo muy... fea—sonrió con malicia para después retirarse.

¿Por qué están vestidos de blanco? ¿Qué tienen que ver ellos con ese color tan asqueroso según los vampiros? ¿Saben lo que significa usar esas ropas? Comencé a caminar inquita rodeando el salón en espera de poder encontrar una respuesta, mientras caminaba sin darme cuenta choque mi hombro con el de otra persona, en cuento mi cuerpo hizo contacto con el de él un cosquilleo extraño recorrió mi cuerpo de los pies a la cabeza, incapaz de poder sostenerme con mis propias fuerzas caí de rodillas al suelo, mi corazón se aprieta de una extraña manera, lleve mi mano al pecho y estruje la tela de esa zona... siento como si me quemara por dentro... no solo eso, puedo percibir el dulce aroma que emana esa persona. Me gire para ver si él aun permanecía en ese lugar, no había rastro, si él se encontrara a pocos metros de mi algo me dice que lo sabría pero no percibo nada por lo que no creo que este por lo menos cerca de mí.

— ¿Te encuentras bien? —una voz fría con un vestigio de preocupación perdido en medio de la nada me hablo.

Levante la cabeza para ver a una muchacha de mi edad sino me equivoco, me quede muda al ver sus ojos... ellos no tienen luz alguna de vida, es como si estuviera vacía, ella no alberga deseos de vivir, es más creo que si ahora misma yo le dijera que la matare me agradecería, al repasar a esta persona pude ver que ella es de las que visten una túnica blanca... que alguien me diga que esto no tiene que ver con ese color.

— ¿Estás bien? —volvió a preguntar pero esta vez me tendió su mano para poder levantarme, yo la tome y logre finalmente ponerme de pie, al parecer ese efecto tan raro de hace un momento se desvaneció.

—S-si...—pronuncie recobrándome por completo.

Ella se encargo de inspeccionarme, así como yo hice antes me miro de pies a cabeza para después sonreír con amargura.

—Suertuda...—comento por lo bajo con la intención de que no logara oírla.

Sin embargo pude oírlo y la mire extrañada, ella se percato de eso, sin embargo no aparto la mirada, solo continuo viéndome con sus ojos los cuales no tienen brillo alguno.

Dracula quiere una noviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora