Capitulo: 66.

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Cuando sueño siempre miro a mí alrededor, no veo nada más salvo oscuridad, y dentro de esa oscuridad hay una luz. Trato cada vez desesperadamente alcanzarla pero nunca lo logro, ¿Tendrá algún significado?

—Ni pensarlo—Mile sonrió de una manera nerviosa y alterada que nunca antes vi—No, nunca. Nunca voy a cumplir esa petición.

Esta temblando, todo su cuerpo... una vez más, soy yo quien lo lastima después de que él solo hiciera cosas buenas por mí.

—Mile escúchame ¿Si? —Di un paso adelante y estire mi mano para tocar su rostro.

— ¡No me toques! —Grito dejando salir su rabia y golpeando mi mano con fuerza— ¿Crees que esto es un juego? ¿Tienes idea de lo mucho que costo todo sobre lo que estas colocada? ¡Eres la reina del mundo entero! ¡¿Lo entiendes?! —La desesperación se apodero de su voz— ¡Te lo di todo! ¡Absolutamente cualquier cosa que pudieras desear la tienes en tus manos! ¡¿Entonces por qué?! —Bajo la cabeza cubrió su boca con su mano derecha, inclino un poco su cuerpo sosteniendo su estomago como si estuviera enfermo— ¿Por qué me haces esto? —Esa pregunta sonó como un sollozo.

No me permite tocarlo a pesar de lo mucho que quiero abrazarlo no puedo pero, quiero darle una respuesta clara. Aunque eso signifique su odio, de hecho de esa manera seria mejor, así tal vez dejaría de sufrir.

—Mile— así como abrí mi boca volví a cerrarla para re considerar la manera en la que lo diría—Te amo, lo sabes ¿Cierto? —Aparto la mano de su boca y se enderezo, el mal gesto que hace la curvatura de su boca no me gusta—Pues, te amo, demasiado. Y me siento tan culpable, porque yo, porque mi corazón... cuando estoy con Dracula las emociones de Mía afloran, yo... detesto esto, no me gusta, y pensando durante mucho, mucho tiempo acerca de este asunto me di cuenta de algo ¿De verdad debería estar aquí? Si es así ¿Por qué? —Di un paso adelante y él dio otro hacia atrás— ¿Para estar contigo? —Mi voz comenzó a temblar—Pero, nosotros Mile, nosotros estamos destruyendo el amor de otras personas así como nos lo hicieron antes.

—No todo el mundo puede ser feliz—hablo con total convicción.

—Dime Mile ¿Desde cuándo piensas eso? Por favor respondeme porque tú, siempre fuiste la clase de persona que amo cumplir los sueños de los demás—cuando di un paso hacia el frente él quien se había quedado congelado no retrocedió— ¿Es por mí que cambiaste tu pensamiento y absoluta forma de vivir?

—Eso no es verdad... yo quería hacer felices a los humanos y...

—Y en el proceso los hiciste lo más infelices que alguna vez pudieron haber sido. —Lo interrumpí, cuando nos miramos a los ojos pude ver eso que es tan raro en él, tristeza y desolación.

—Lo hice por ti, por nosotros, para que vivirás... yo, yo solo quiero ser feliz a tu lado—se arrodillo delante de mí como si fuera a suplicarme—Han pasado siglos, siglos en donde soñé una y otra vez con estar juntos ¿Es que tú no quieres eso? ¿Ya no me amas?

Y mientras hablaba sus lagrimas comenzaron a caer, ni si quiera parase ser consciente de eso, puede que haya muchas cosas en las que esté pensando y muchas cosas por las que esté sufriendo sin embargo yo no sé nada de eso, porque no tuve que ver por todo lo que paso.

—Ódiame Mile, por favor ódiame, hazlo con todo tu ser, ódiame y deja de sufrir por mi causa—me arrodille a su lado—Deja de sufrir por mí, tu y Kilian no se merecen eso. No se lo merecen... las únicas personas a las que les importe, las únicas que cuidaron de mí, no se merecen eso.

Puse mis manos sobre sus hombros y sintiendo como mis ojos ardían lo mire a la cara.

— ¡Si todavía puedes cumplir alguna de mis peticiones quiero que me odies! ¡Ódiame con todo lo que tengas y trae de vuelta a Mía! Vive feliz, ama a alguien más, yo no merezco ser la dueña de tu corazón, nada de todo esto me pertenece realmente... lo único que siempre quise fue a ti—baje la cabeza y sentí como mis manos comenzaban a doler por la intensidad de cómo apretaba sus hombros, y para mi mala suerte comencé a llorar de forma desconsolada—Te amo, eres la única persona a la que amare de esta manera, es por eso que te suplico que me odies... por favor—ya no pude decir nada más debido al hipo que me impedía.

Dracula quiere una noviaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora